14.

682 49 12
                                    

Temo.

-Ya no me esta gustando la actitud de Lorenzo, para nada Diego.- comenté algo enojado, pues ya son varias las razones por las que me tiene así.

-Tranquilizate amigo, estas exagerando un poco.- dijo él entre risas, pero esta situación ya no esta para reirse.

-No Diego. Salieron a pasear, él le compró un regalo a Aristoteles, muy bueno.......eso ya no es normal. Además todo el tiempo se la pasa tras de él.-

-Pero, ¿acaso no te había comprado algo a tí también?.- yo asentí, pero ese no era realmente el punto. Para mi todo parece ser que él siente algo por Aristoteles.

-Me molesta mucho, no debería ser así.- Diego estuvo pensativo un momento, y espere alguna ayuda de su parte.

-Eso quiere decir que aún sientes algo por Aristoteles, y tienes miedo a que él te cambie por el extranjero......- por más tonto y vergonzoso que parezca, creo que así es y contesté asintiendo de nuevo. -¿Recuerdas de lo que hiciste con Yolo?, tienes que hacerlo de nuevo, marcar tu territorio amigo.- la idea no me parecia mala, pero tampoco es la mejor.

-No voy hacer pasar lo mismo, me arriesgaría a que Ari no obtenga su beca. Necesito algo más precabido, pero que sea efectivo y que él entienda que no tiene oportunidad.- comenté aún tratando de hallar una manera correcta de alejarlos.

-¿Si le dices la verdad hacerca de que tú y Aristoteles son pareja, y que además estan esperando un hijo?, entonces así pintas rayita.-esa no era la mejor idea, pero estoy seguro que de que funcionaria. Solo que no quiero hacer que Aristoteles empieze a ser igual que antes, una vez que yo le de entrada.

-Lo tengo, que tal si mejor hacemos que Lorenzo se enamore de alguien más, y así sejará de seguir a Ari.- dije analizando como seria esto posible.

-Ni pienses en Mateo, ya casi me lo gano. ¿Quién podrá ser?- yo pensaba en varias opciones de la universidad, y fue así como lo obtuve.

-Ya se, que tal Mario el de deportes. Él es alguien super buena onda y buen candidato.- dije con una sonrisa.

-¡¿Qué?¿Él?!, jaja amigo te fuiste lejos, el ni siquiera nos habla. Además es super cotizado, y un hijo de su quien sabe que, es fuego jugar con él.- de eso estaba seguro, pues tiene su pinta de ser mujeriego.

-Bueno yo he hablwdo algunas veces con él, por trabajos. Una vez le ayude en algo, y él me dijo que cualquier favor que necesitara, este es uno.- hasta a hora es lo único que tengo en mente.

-Si es eso, pero ¿A él le vendran los hombres?. Si eso es posible, la tienes ganada. ¡Imaginate, hasta le pido su número y salgo ganon yo!-

-No por ahora, necestitamos su ayuda en otra parte.- dije y los dos nos dirijimos hasta el gimnasio en busca de nuestro ayudante.

Los dos nos pusimos algo nerviosos al verlo pues no es como que tengamos una relación con él, además saber como responsería era vergonzoso, pero no hay opción necesito esto.
Él se encontraba entrenando a solas, pero en el lugar había varios otros haciendo otras cosas, algunos nos miraron con muecas, seguro es porque no nos habian visto antes por aquí.

-Hola....Mario.- saludé con algo de pena, y el reaccionó a este, poniendose de pie y sonriendo.

-¿Qué hacen aquí chicos?¿Quiéren hacer ejercicio?, digo porque han venido a lugar apropiado.- el se  le notaba agitado, y por su puesto tenía un físico increible.
No es muy de mi gusto su tipo, no por el físico, si no su actitud tan prepotente que suele tener. No es privilegio si te habla bien, solo es pura farsa, así se le conoze. Varios advierten que hay que tener cuidado con él. Las chicas se atraen de su cabello negro y lasio, su piel blanca, y su según hipnotizantes ojos azules, pero solo es la imagen, su caracter es otra cosa.

¿Qué te paso? (Aristemo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora