¿Qué te paso? (Aristemo)

15.

Lorenzo.

Esta es mi última semana acá en México,  me le he pasado muy bien acá. En verdad no me gustaría regresar a Argentina, yo me siento muy bien aquí, además creo que tengo un sentimiento por Aristoteles, es lo mismo que aquella vez con Caito. Claro que Aristoteles es diferente, me hace sentir bien y es muy amable.

Yo no estoy seguro si vos siente algo por mi, yo no soy capaz de decirlo, esta muy díficil y prefiero no arriesgarme a hecharlo a perder.

-Sabes Lole, estos días que has estado aquí me la he pasado super bien.- Ari y yo estabamos tocando un poco de música en la sala  de la casa.

-Si ha sido increible, lastima que esta por acabarse.- dije con una sornrisa algo triste.

-Eres una gran persona.......y pienso que deberias volver alguna vez.- yo asentí más animado.

-Claro, cuando vos me invites.- él sonrio junto conmigo. Los dos estabamos sin decir nada, que hasta la cosa se puso incomoda.

-Pero.........tal vez.....si lo piensas bien.......tú quieras quedarte.- yo no entiendí bien a que se refiere, no quiero pensar algo más.

-¿Vos queres que me quede?.- pregunté riendo.

-Eh.....bueno......me somos amigos y si tú quisieras sería genial.- yo me sonrrojé en pensar lo que él pensaba de mi.

-Te has sonrojado, jejeje......te ves muy lindo.- esto solo empeora las cosas .

Yo me quede callado y Ari igual, algo muy extraño me hizo sentir que tenía que algo.

-Che' podes cerrar los ojos, porfavor.- Ari me miró raro, pero hizo lo que yo le pedi.
Con valentia acerque mis labios a su mejilla y deje un pequeño beso. Ari abrio los ojos con sorpresa, y yo repondí con miedo.

-Yo lo siento.- dije bajando mi rostro.

-Esta bien.- Ari puso su mano en mi hombro, y al mirarlo me sonrio, con esa sonrisa maravillosa. -Yo tengo que ir hacer algunas cosas de las compras. ¿Esperarias aquí por si Temo regresa?- yo asentí.

-Sabes, enserio deberia pensarlo bien.....sobre quedarte aquí.- Ari me sonrio al decir eso y salio a hacer lo que había dicho.

Mi cuerpo se estremecio, y pequeñas corrientes se deprendian desde lo más profundo. Era inexpicable aquella sensación, pero era hermosa.
Solo que aún no estoy seguro de que Ari sienta lo mismo, recibio mi beso y aunque no dijo que le incomodara, tampoco lo alago.
Es tan raro y difícil.

Temo.

-Bueno Diego, nos vemos, tengo que ir a casa.- mi actitud no era la mejor en estos días, pero estoy seguro que en unos pocos más podre estar más estable

-Lo dices como si no quisieras ni llegar.- Diego solto una risilla, y yo rodé los ojos.

-Ya sabes es Lorenzo, no se le despega a Aristoteles. Yo si presiento que él siente algo, solo espero que Aristoteles no se deje engañar, o haga algo para corresponderle.-

-Enserio amigo, estas demasiado estresado por esto. Esta era tu oportunidad de dejar a Aristoteles, y más lo quieres ahora. No entiendo nada.- Diego tenía razón en esa parte, pero el hecho de que Aristoteles sea tan cariñoso y entregado con alguien más, como no lo hizo conmigo me hace sentir mal.

-Y pienso que si quieres que Aristoteles ponga más atención en tí deberias ser tú asi con él. Tal vez así deje a un lado a Lorenzo.- yo le di vueltas al asunto y al final no me parecio tan mala idea.

-Lo voy a intentar.-me despedí de Diego y fui directo al departamento.

Cuando entre Aristoteles no estaba dentro, pero encontre a Lorenzo preparando comida, al verme me sornrio y conteste de la misma forma.