Cap. 24

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Jungkook

La semana pasó demasiado rápido, era viernes y necesitaba por lo menos hablar con mi madre para decirle que llevaria a mi chico a que los conociera.

Ellos han sido unos padres muy comprensibles conmigo y con mi hermano, cuando les confesamos que nos gustaban los chicos se lo tomaron muy bien.

"No es como si no lo hubiéramos notado, hijo, Seokjin se comía a Hoseok en el porche de la casa"

Esa fue la respuesta de mi madre.

También nos dijo que eramos sus hijos y nos amaría igual o más sin importar nuestras preferencias, que al final de todo, Amor es Amor.

En cambio papá, tardo un poco en asimilar que a mi también me gustaban los chicos como a mi hermano, él esperaba otra cosa de mí, una esposa y que le diera muchos nietos, eso quería.

Pero no tardo tanto en aceptarlo, pensó que cambiaría mi forma de ser o que sería diferente a como habia sido siempre, que yo trataba de ocultar que era gay.

Pero mamá le hizo ver que esos son solo malos estereotipos que se ha creado la gente, que el ser gay te debe convertir en un chico tierno, delicado y femenino.

Pero eso son solo malas ideas que tiene la gente, que me guste un chico y que sea gay, no quiere decir que me quiero convertir en una chica, eso es otro género, al cual también respeto mucho, pues como dice mi mamá. Cada quien sus gustos.

Le he pedido permiso a mi lindo boss para que me dejará salir temprano para ir a casa de mis padres, claro que tuve que darle una buena sesión de besos para que no se negara.

SeokJin hyung, me ha mandado el pastel favorito de mi madre con Namjoon, desde que llegamos de la casa del lago, han estado inseparables.

En este momento ya me encuentro manejando hacia la casa de mis padres, con el pastel en el asiento del copiloto.

Le llamé a mi madre a la hora del almuerzo para avisarle que iría a comer, casi me deja sordo de los gritos que pego con la noticia, prometió cocinarme algo delicioso, y la verdad es que extraño mucho su comida.

Doblo en la primera esquina del fraccionamiento y miró la casa, esa casa dónde viví por muchos años, dónde creé todos los bellos recuerdos de mi niñez junto a mi hermano Seokjin y mis padres.

Estaciono el auto en la cochera y el bonito aroma a rosas me recibe en cuanto bajo de este, mamá es amante de esa bellas flores, asi que el jardín esta lleno de ellas, tiene prácticamente de todos tipos y de todos los colores posibles.

El pequeño camino de piedras me lleva directo al porche, ahí subo los tres escalones para estar frente a la puerta, toco el timbre un par de veces para después oir unos pasos acercarse.
En el momento que mi madre abre la puerta sus ojos se agrandan y pega un fuerte grito para después tomarme de un brazo y jalarme hacía ella y abrazarme fuerte.

-Mi pequeño conejito- Dice sin dejar de abrazarme y llenarme se besos el rostro- Mi bebé a venido a visitarme-.

-Ya mamá, no exageres tanto, parece que tiene años que no me vez-.

-Pues para mi parecieron años, te extrañe mucho, Jungkook-.

-Y yo a ti mamá-.

-¿Estás bien, mujer?- La voz de mi padre rompió la burbuja en la que nos encontrabamos mi madre y yo- ¿Que fue ese grito?, oh, hijo, que bueno verte- Mi papá no es de muchas demostraciones de afecto-.

-Gusto de verte también papá- Sólo estiro su mano para darme un apretón, para mi es más que suficiente-.

-A que se debe tu visita- Mi padre siempre tan directo-.

Solo fue una noche KOOKMIN♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora