Capítulo 7.

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Le sigo molesta, él me entrega una pistola, me dice que dispare pero no me da instrucciones ni nada cómo estaba haciendo antes, lo hago sin saber que hacer, solo intento dar en mi objetivo.

Veo que él me ignora, desvío mi vista trato de concentrarme, tratando de hacerlo lo mejor posible pero me detengo cuando veo que con las otras chicas él es casi hasta amable. ¿Qué rayos le pasa con migo? Por qué a mi parece odiarme.

Frunzo el ceño y vuelvo a poner mi vista en mi objetivo hasta que por fin después de un largo rato logro dar cerca, no es dónde quería pero al menos he tocado el metal.

Sonrío y me quito los casco cómo celebrando mi triunfo. Me sobre salto al escuchar una voz detrás de mi, me giro encontrándome con la cara juzgadora de Brad.

-Vaya.. ha esté paso van a matarte pero bien. -dice burlón.

-Le he dado cerca, he mejorado-. Sonrío orgullosa.

-¿Mejorado? a eso le llamas mejorar, eres la única qué sólo le ha dado una sola vez al metal -dice cómo si solo estuviera perdiendo su tiempo.

Miro hacia los demás y veo que solo quedo yo, todos ya se han ido. El reloj que cuelga en una esquina, marca las 8 p.m. El día a pasado muy rápido. Giro mi cara hacía los otros metales los cuales parecen coladores.

Le entrego los casco y camino para irme, él no dice nada y yo solo camino, creo que he tenido suficiente de el por hoy.

***

Llego a casa y veo que hay coches de policías fuera. El destello de las luces azul y roja iluminan parte de la oscuridad de la calle, es lo más parecido a una escena de un crimen, realmente no entiendo que hacen en mi casa, acelero mis pasos con curiosidad.

Cuando entro al comedor mi madre y mi hermano ponen cara de tragedia y se precipitan abrazarme. Dos hombres uniformados toman nota de lo que le contaba mi padre.

Mi madre sujetó con delicadeza mi mano y la acarició.

-Cariño hemos denunciado lo que te Pasó. Ellos quieren escuchar tu testimonio y hacerte algunas pruebas -dijo mi madre en un hilo de voz preocupado y un poco apenado.

Miro a mi hermano, luego a mis Padres y camino en dirección al sofá.

Respondo a las preguntas que me hace el agente Beck, le cuento algunas cosas, y obvio otras, las que recuerdo o las que menos me duelen.

Los agentes terminaron retirándose después de hacer una cita, para volver a declarar mañana. Me levanté del sofá del cual llevaba casi media hora y me encaminé hasta las escaleras.

-Por cierto ¿Leah dónde has estado todo el día? -preguntó la voz de mi madre a mi espalda.

-En casa de Carla -respondí sin girarme, refiriéndome a mi mejor amiga.

Me quedé unos segundos parada esperando que mi madre diga algo pero ella también permaneció en silencio, di un paso más y volví a escuchar su voz.

-No vas a cenar, la cena está lista, come algo.

-No tengo hambre mamá. -Giré mi cabeza apoyando la en mi hombro para mirarla-. Quiero descansar ¿puedo?

Más fuerte que mi Enemigo 1. ||Terminada|| ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora