Fred se paseaba pensativo, nada conforme con mi respuesta, sin apartar sus ojos de mi, me analizaba cómo si fuera un juez, maquilando la peor sentencia para un criminal.
—Pues no sé si Brad, lo tenga muy claro, por que ayer me dijo tantas estupideces mientras lloraba que casi le doy un tiro en la cabeza para que se calle —comentó.
Miré a Fred fijamente. A él qué le importa lo mío con Brad, su actitud me molesta, desde cuando tengo que darle explicaciones. Él volvió a tomar un trago de whisky, el ambiente ya estaba muy tenso entre los dos, y yo comenzaba a fastidiarme.
—No vuelvan a follar —soltó sin más.
Entorné los ojos como si me costara mirarlo con claridad, estaba flipando.
—Intentaré no hacerlo —contesté con sarcasmo.
—¿Así de respondona también eres en la cama? —se mofó.
—¿Qué pasa Fred, anoche no te lo hicieron bien? —repliqué con burla.
Fred, levantó una ceja medio arrogante, y me escaneó de arriba abajo con una lentitud calculada. Movió su vaso mientras se levantaba de la silla poniéndose detrás de mi. Sentí como sus dedos se pasearon por mi pelo, recogiéndolo en una cola. Me levanté para girarme y quedar frente a él.
El sonrió satisfecho y volvió a ponerse lentamente detrás de mi, mientras me toqueteaba deslizando sus dedos por mi brazo, me quedo quieta atenta a todo sus movimientos, siento como pega su cuerpo al mío, posa una mano en mi vientre haciendo presión hacia atrás para pegarme mas a él, pone su labios en mi oreja y dice:
—No quiero que vuelvas a tener sexo con el, es una orden.
—No vas a prohibirme que tenga sexo con mi novio.
—Me has dicho que no era nada serio, ¿ahora son novios?
—Que no sea nada serio no significa que no le tenga cariño, es mi novio y voy acostarme con él cada vez que quiera.
—Te he dado una puta orden Leah, y si me entero que Brad a vuelto a meter su polla en tu culito vamos a tener serios problemas.
Me separo de él en un movimiento seco y rápido, lo miro molesta y digo:
—¿A QUÉ SE DEBE TODO ESTO FRED? HE VISTO CHICOS TENER SEXO CASI EN TUS OJOS Y NUNCA LE HAS DICHO NADA.
He alzado mucho la voz, incluso le he gritado. De repente se abre la puerta y unos de sus hombre entra apuntándome a distancia con su pistola, me encamino para salir molesta.
—Leah, no hemos terminado de hablar…
Lo ignoro, pero antes de que pueda dar otro paso uno de sus hombre me sujeta por el brazo para detenerme, ni siquiera yo fui consciente de la rapidez con la que logre sacar mi cuchillo y ponerlo en su brazo, retando le con la mirada.
Sé qué es estúpido lo que hago, por que estoy rodeada de otros 3 tipos armados; pero no bajo la guardia.
—Suéltala, a ella no quiero que la vuelvas a tocar al menos qué te lo ordene, ni tú ni ninguno de mis hombres —ordenó Fred.
El tipo me soltó en el acto, miré a Fred con mala cara. Y continué mi camino.
Bajo al área de entrenamiento, me visto para practicar un poco de autodefensa con los cuchillos, veo que Brad me mira y sonríe, le devuelvo la sonrisa sin detenerme.
Él está enseñando a una chica nueva, es muy guapa y debe de tener unos 19 años. me concentro en degollar el maniquí qué tengo en frente, estoy un poco molesta por lo que eso me ayuda bastante a clavar el cuchillo con más profundidad.
Después de un rato y con mi cuerpo un poco sudado me detengo para beber agua, giro mi vista, y veo a Fred parado en una esquina, su mirada está en mi, mientras el bebe su vaso de whisky y fuma un cigarrillo.
Veo que está serio incluso parece un poco molesto, cuando nuestras miradas se encuentran el arquea una ceja muestra media sonrisa y levanta su vaso como si brindara por algo. ¿Qué demonios le pasa a Fred?
Giro mi cabeza para continuar, antes de comenzar miro hacia Brad lo veo concentrado en lo que hace y vuelvo a lo que estaba haciendo.
Había pasado casi una hora cuando noté que Fred ya se había ido. Ya casi no queda nadie la mayoría de la banda ya se fueron solo queda la chica nueva dos tipos, Brad y yo.
Entro al baño y tomo una ducha me pongo cómoda y cojo mi dinero, cuando voy saliendo la chica nueva entra, casi nos chocamos, así que me detuve de golpe.
—Hola, soy Kelly —mencionó en un tono amigable.
—Yo Leah —dije cortante.
Veo que ella quiere instalar una conversación pero ahora mismo eso no me interesa, salgo y me topo con Brad, él me coge de la cintura y sin que pueda decir nada pega sus labios a los míos, pongo mi mano en su nuca y profundizo el beso, hasta que nos separemos.
—Has tenido un día muy agitado he visto que no has parado de entrenar quizás deberíamos relajarnos, ven a mi casa.
Asentí con la cabeza.
Brad sonríe le hace un gesto de despedida con las manos a Kelly, quien asomaba la cabeza. Finalmente salimos, y subimos a su moto.
ESTÁS LEYENDO
Más fuerte que mi Enemigo 1. ||Terminada|| ✔
Novela JuvenilLeah Walker, una chica de 16 años con una vida como cualquier adolescente de su edad. Pero todo eso cambia por: •Un amor no correspondido. •Una decisión que la lleva al lugar equivocado. •Odio. •Desesperación y la sed de venganza. Hacen una nueva v...