— Trágicas visiones lentamente se roban mi vida, arrancando todo, jugando con mi tiempo —
— Así que me olvidaste maldito bastardo...
Esa tarde Dazai sintió que necesitaba tomar la ruta más larga de regreso a su departamento, mientras caminaba tranquilamente por el puerto, se dio cuenta de que sus pies lo estaban llevando por el lado opuesto al que se suponía se dirigía, sin embargo, se dejó llevar, tenía la sensación de saber exactamente a donde dirigirse.
Un escalofrío recorrió su cuerpo de un momento a otro se comenzó a sentir extraño, la memoria corporal de haber experimentado ciertas situaciones lo estaba atacando de repente y de inmediato recordó la primera vez que tuvo contacto con el ruso.
Recordó la calidez de su piel, la corriente eléctrica que recorrió todo su ser cuando sus labios se juntaron por primera vez abandonado todo pudor en el primer contacto, el haber enredado sus largos dedos en el cabello del ruso y lo bien que sus cuerpos se amoldaban como piezas de rompecabezas, la forma descontrolada en la que latía su agitado corazón mientras intentaba acercar sus cuerpos aún más, a sabiendas que no había huecos entre ellos.
Y sin embargo algo había cambiado, desde su regreso a Yokohama con Fyodor, su cuerpo no reaccionaba igual como en el recuerdo que tenía.
No es que el ruso le desagradara, al contrario, lo encontraba extremadamente atractivo, pero simplemente no sentía la misma intensidad de tiempo atrás y era algo que empezaba a añorar.
— ¿Qué haces aquí? — escuchó una voz detrás de él.
Dazai permaneció tranquilo, sabía qué como miembro de la agencia y persona civil era poco prudente haber ido a un lugar cullo dominio era manejado por la Port Mafia, sobre todo por que no tenía una razón para estar ahí.
Debió retirarse en el momento en el que se dio cuenta de que era vigilado, sobre todo por que la persona que notó su presencia, le parecía sumamente peligrosa.
Sin embargo, decidió quedarse y esperar a ser interceptado, la idea de sentirse en peligro le hacía estremecer y entre más se adentraba en el territorio más adrenalina sentía.
— Ah, no me equivoqué —
— ¿Equivocarte? ¿A qué demonios estás jugando? — le contesto la misma voz.
— ¿Jugando? Eres tú el que me ha estado observando desde hace 5 minutos, tienes una presencia que impone para ser alguien tan pequeño —
— ¿Hah? ¿Qué estás diciendo bastardo? ¿Qué es lo que intentas ahora? —
Una descarga eléctrica recorrió su cuerpo, por un momento pensó, que, en efecto se debía al peligro que ese sujeto emanaba, sin embargo, aquel sentimiento eléctrico se repitió, cuando el individuo le habló de aquella forma, cómo si fuera algo habitual.
— Oh, no era mi intensión ofenderte — respondió con una sonrisa, esta situación le parecía sumamente divertida, pero era cierto que no tenía intención de meterse con aquel hombre.
Chuuya no tenía duda alguna de que la persona que tenía enfrente era Dazai Osamu, pero no podía asegurar que aquel hombre parado frente a él fuera el mismo Dazai que él conocía.
Si había alguien el mundo capaz de descifrar cuando Dazai era honesto, era Chuuya y en ese momento Dazai estaba siendo honesto.
— ¿Sabes quien soy cierto? — preguntó Chuuya.
— ¡Claro que lo sé! —
— ...
— ...
— ¿Y bien? — gritó Chuuya impaciente.
— Eres un miembro de la Port Mafia —
Chuuya estaba estupefacto.
— Y por la calidad de tu atuendo debes tener un rango alto —
— Me estas jodiendo verdad...
— Mmmm, tentador... Pero lo siento, no puedo hacerlo —
— ¡¿Qué es lo que no puedes hacer?! — volvió a gritar indignado Chuuya.
— Joderte claro está, verás soy papa casada, pero ¿Te gustaría cometer suicidio doble conmigo? —
— Es verdad...
— ¿Qué es verdad? — preguntó entretenido Dazai y sintiendo ganas de indagar más sobre aquel pelirrojo.
— ¿Dime que haces aquí? — exigió saber Chuuya.
— No estoy seguro, caminaba hacia mi casa y de repente me encontré contigo —
— No tienes por qué estar aquí, vete — pronunció Chuuya con tono firme y tan frio que hizo que Dazai sintiera un espasmo en el pecho.
— Espera — dijo Dazai siguiendo a Chuuya que se alejaba de él — ¿Cuál es tu nombre? —
~ ¿Cómo volvemos a encender la llama cuándo todo está frío? ~
~ ¿Por qué soñamos cuando nuestros pensamientos no significan nada? ~
~ Mientras estoy sentado aquí cierro lentamente mis ojos, el viento pasa a través de mi cuerpo ~
~ Soy yo el que está en tu alma ~
~ Soy yo el que te ama ~
~ No importa si esta bien o mal ~