Ochako revisó la heladera, estaba más vacía que su corazón, se rio por su chiste, cerró el artefacto y pensó en buscar en los estantes.
- No encontrarás nada - Dijo Jirou entrando a la cocina - Está cocina está más vacía que el cerebro de Kaminari...
- Puedo oírte Jirou! Pero de acuerdo -Se escucho el grito del rubio a lo lejos-
Ambas rieron suavemente
- A quien le tocaba hacer las compras? - Pregunto la castaña-
En el dormitorio habían decidió que cada dos semanas (o si se acababa la comida) uno tendría que hacer las compras, se iban turnando, a Iida le había tomado toda una noche organizar todo el año escolar, había un calendario con el nombre del afortunado de comprar comida para 20 personas en la cocina, ambas lo miraron y se sorprendieron...
- Midoriya?/Deku-kun? -ambas se miraron extrañadas, por lo general el héroe nunca tardaba, además la bolsas reutilizables que había hecho Yaomomo estaban aún en el lugar que las había dejado Bakugo hace dos semanas-
- Llamaré a Deku-kun, algo debió haber pasado para que se olvidara
- Esta bien, nos vemos luego - Dijo la de pelo morado
Ochako subió el ascensor hasta el piso del chico, esperaba que el de ojos verdes tuviera una buena excusa, suspiró y tocó la puerta. Una ves, dos veces, a la tercera estaba algo enfadada y asustada. Tomó aire, se dio unos golpecitos en el pecho, bajo la manija, dándose cuenta que la puerta estaba sin seguro, pestañeo y ingresó en al habitación. Estaba oscura, pero un pequeño rastro de luz matutino del colaba dejándole ver un poco a la castaña, vio que el de pelo verde estaba completamente dormido, cerró la puerta y se sentó en la cama de el. Acaricio con cuidado sus indomables rizos, el sonrió ante la dulce, la castaña se sonrojó y quitó la mano. El despertó casi al instante...
- Ura-Uraraka-san?!? - el casi salta de la cama-
- De-Deku-kun esto yo...- ella no sabía como excusarse, estaba en su habitación, sentada a su lado, observándolo dormir, ya parecía Perla, se levantó de la cama- S-sabes no hay nada en la heladera y-y bueno té toca - Exclamo sonrojada-
- Eh?! Era mi turno?! -El peliverde casi se cae de la cama, que irresponsable había sido, juro que no volvería a entrenar hasta tarde, pero todos sabemos que iba a romper esa promesa- Lo lamento Uraraka-san, enseguida iré! -Se iba a levantar de la cama, cuando recordó...no tenía pantalones, se sonrojó y se cubrió con la sábana- Uraraka-san
- Si Deku-kun? - Ella había estado consentrada en las figuras de acción que el tenia de All Might, sin prestarle total atención al de ojos verdes-
- Podrías salir...debo cambiarme
Ochako se sonrojó al instante, comenzó a balbucear y salió casi corriendo de allí. Dando un portazo que seguramente todos habrán escuchado.
En cuanto al dueño de la habitación, se levantó sonrojado, tomó una ducha y se cambió. Se miro al espejo, se veía bien, sonrió y bajo a la sala comun. Allí abajo lo esperaba la castaña, con ropa distinta a la de hace rato y una bonita mochila transparente.
- Uraraka-san? Vas a salir? -Pregunto el agarrando la lista de compras y la bolsa amarilla-
- Este...te acompaño Deku-kun - Dijo sonrojada, el se sonrojó al mismo tiempo-
- No hace falta Uraraka-san -Dijo el mientras agitaba las manos-
Ella hizo un lindo puchero al que el de pelo verde no se pudo resistir y en menos de 10 minutos estaban ya saliendo juntos de la AU. En el camino la castaña se frotaba los brazos, tenía algo de frío, el de ojos verdes lo noto, se sacó su campera y la puso sobre los hombros de esta.
- Toma Uraraka-san, no quiero que te resfríes - Dijo sonriendo -
Ochako casi muere de ternura, ese había sido el gesto más lindo del mundo para ella, estaba a punto de replicar, pero vio la cara de preocupación que tenía y se la colocó. Cuando vio que le quedaba larga sonrió y miro al pecoso.
- Gracias Deku-kun - Dijo mientras se colocaba un mechón detrás de la oreja-
El se sonrojó, ella rio y siguieron su camino hacia el mercado. Con los pasos, sus manos se iban acercando, el tomo valor y tomó la mano de ella. Ochako lo miro, Izuku le devolvió la mirada, ella reforzó el agarre entrelazado sus dedos, no necesitaron palabras, se entendían tan solo con una mirada.
Luego de varias compras, solamente faltaban las manzanas, mientras Izuku compraba, Ochako vio un gatito, el cual se acercaba a ella con curiosidad, se agachó y le brindó una suave caricia. El de ojos verdes veía la escena enternecido, nunca había visto algo tan bonito y tierno. Sentía que moriría de diabetes en cualquier momento.
- Hola pequeñito, estás solo? - le pregunto cariñosamente la castaña al gatito-
El felino respondió con un maullido alegre
- Que lindo eres -Lo tomó en brazos y lo abrazo- Deku-kun mira lo que encontré
Ella lo volteó a ver, avellana y bosque se cruzaban. El sonrió nervioso, acarició la cabeza del gatito y suspiró.
-Sabes que no podemos llevarlo - Dijo rompiendo las esperanzas de la Mochi - Aizawa-Sensei jamás nos dejaría tenerlo y seguramente tiene alguna familia...
Ochako sabía que Deku tenía razón, acarició por última vez a su amigo felino, lo dejó en el suelo y se incorporó. Lo vio partir llendo para un callejón, lo miro al hijo de Inko Midoriya y suspiró triste.
- Lo siento Uraraka-san -Dijo y la abrazo- Ese gatito también me parecía muy bonito -le susurró y la soltó - Enseguida regresó -Ingresó a la tienda a pagar las manzanas-
Sonrojada la castaña sonrió, tal vez su pequeño amigo tenía un hogar, lo confirmo cuando lo vio entrar a un departamento de la calle de enfrente, estaba feliz de que aquel animal tuviera unos dueños que le daban comida y refugio.
El peliverde salió y volvió a tomar su mano. Le sonrió y ella le devolvió la sonrisa. Volvieron a los dormitorios con una sonrisa, habían compartido una mañana juntos y habían conocido a un nuevo amigo.
