Letter Three

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Querida _______:

Hey, me alegra poder contactarme contigo de nuevo.

¿Cómo has estado? Últimamente no te visto mucho por los pasillos, y si estabas, Andrew estaba a tu lado. ¿Eres feliz con él? Porque lo único que quiero ver en ti es una sonrisa, y si es él el que hace que esos hermosos labios que tienes se curven, entonces por mí está bien. Quiero lo mejor para ti. Siempre.

Cambiando de tema y dejando de ponernos tan cursis, noté que casi no hablas con Hannah en los recesos. ¿Sucedió algo? Ustedes dos son muy unidas y solían hablar cada vez que se veían. Posiblemente no quieras contarle todo esto a alguien que consideras un extraño, pero me preocupa que te sientas mal. Ella te hace reír y se entienden muy bien. Necesitas a tu mejor amiga de tu lado. Es muy importante tener amigos. No te das cuenta de ello hasta que los pierdes.

Ni siquiera sé porqué estoy escribiendo esto. Quizás estás muy ocupada manteniendo tu promedio casi perfecto. Envidio eso de ti, ¿sabes? Tienes mucha facilidad para el estudio. No puedo decir eso de mí.

La camisa a rayas que llevabas el viernes te quedaba muy bien ;)

Con amor y preocupación,
tu admirador secreto.

Tom sabía que ella no se había peleado con Hannah, mas necesitaba retirar algún tipo de duda de él. Temía que ella se enterara antes de lo planeado de su identidad y eso podía ser algo desastroso. Preguntándole aquello, si su mejor amiga y ella habían discutido, quitaría sospechas. Era estúpido, sabía bien que _________ era inteligente y se daría cuenta de su identidad tarde o temprano. Más bien temprano, aseguraba Thomas.

___________ recibió su carta semanal y la leyó. Agradeció que aquella vez viniera sin regalo alguno, su madre ya estaba preguntándole si Andrew estaba cariñoso con ella, porque, claro, debía decirle que todos los obsequios eran de parte de su novio. No podía ir y decirle: "sí, son de un admirador secreto que se dedica a regalarme flores". De todos modos, le seguían pareciendo bonitas las margaritas que le había regalado en la anterior carta. Aún las tenía en un jarrón en su habitación; perfumaban el ambiente y se veían bien a la vista, eran bastante decorativas. No le avergonzaban, pero se le hacían extrañas. No eran distantes, por alguna razón. Sentía una conexión con ellas, como si ya las hubiese olido millones de veces, y, por más que lo había hecho porque eran sus flores favoritas, el olor era diferente.

𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 - Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora