❝Querida _______:
Bienvenida a una nueva etapa en nuestra divertida dinámica. Hoy decidí enviar esta carta el mismo día de la semana que la primera, es decir, un martes, porque hace exactamente un mes que te entregué el primer sobre.
Esto es algo extraño, pero me gustaría que lo hiciéramos. Yo dejo esta carta en tu casillero, como siempre, y tú dejas un mensaje "subliminal" sobre el metal. Puede ser algún objeto o simplemente un papel que diga: "eres de lo peor que me pudo haber pasado, deja de molestar". No lo sé, cualquier cosa puede salir de tu imaginación, eres una chica muy creativa.
Por supuesto que si no deseas hacerlo, comprendo totalmente. Ni siquiera es obligatorio pero, ya sabes, me haría muy feliz.
Ansío ver lo que haces.
Con amor y ansiedad en las venas,
tu admirador secreto❞.Todo sucedió demasiado rápido, ella tuvo la idea perfecta y solamente la puso sobre su casillero al mediodía del martes. Se alejó de allí, no quería ver quién era el escritor de aquellos halagos. No estaba lista para saber su identidad. Sentía que podía malinterpretarse la situación. Si alguien más veía sus notas y sabía que ese casillero le pertenecía a ella, quizás hasta se mezclaban los interesados. Aún así, no pensaba que sucediera, pero debía estar con los ojos bien abiertos por cualquier mínimo detalle que sucediera.
Por otro lado, Tom se fijó en el metal de la chica y encontró un papel que decía "Mira al techo", escrito en la letra de _________. Obedeció a las órdenes de la chica y leyó otra nota: "Ahora camina hasta la próxima columna de tu izquierda". Pensó que era divertido, por lo que se dirigió hasta allí y encontró una caja amarilla con un listón negro en el suelo de los solitarios pasillos. Ella le había hecho un regalo a él y había tenido en cuenta hasta los más mínimos detalles. Sacó de su bolsillo un bolígrafo, una nota que tenía preparada desde antes por si algo se eso llegaba a suceder en algún momento -y quién sabe cómo se le ocurrió hacer tantas cartas para tantas situaciones distintas que podrían haber sucedido- y su regalo. Lo dejó donde estaba el suyo. Se retiró de allí y sonrió a más no poder.
Cuando dejó de escuchar pasos en los corredores y supo que el chico se había ido, __________ se acercó de nuevo a la pared en donde había dejado su propio presente. Tomó la caja con los típicos colores, negro y amarillo, y también sonrió. Se sentó en el suelo y lo abrió. Dentro del cartón duro había un anotador con una margarita dibujada al frente, un bolígrafo amarillo y negro con la cabeza de una abeja al final de este, la cual se debía apretar para que la lapicera funcionara, y una camisa roja y negra a rayas de verano, similar a una que había llevado hace unos días a la escuela y que el anónimo había aclarado que le encantaba como le quedaba. Chequeó el talle de la camisa y, sí, era el suyo.
Por otro lado, su mejor amigo entró al sanitario de hombres y se encerró en uno de los cubículos. Abrió su presente, que se encontraba apoyado sobre sus piernas. Se encontró con otro papel, escrito con un bolígrafo azul.
❝Hola, anónimo.
Espero que te guste lo que preparé para ti. Tuve en cuenta las pocas cosas que me contaste en las cartas para encontrar el regalo perfecto.
Quizás no te guste, pero lo he hecho con cariño, considerando todas las cosas que has hecho por mí.
Con amor, _________❞.
Tom sonrió al leer la carta. Segundos después, abrió lo que tenía con él y vio lo que se encontraba en el interior: una bufanda negra y una cajita de una fragancia con olor a margaritas para hombre, la adaptación del perfume que usaba ella. Sonrió, la chica recordaba que él era friolento y que le encantaba su perfume. Apretó la prenda entre sus manos y mordió su labio, la chica lo hacía perder la cordura con tan sólo una mirada o, en ese caso, un presente.
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𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 - Tom Holland
Fanfic"-Extrañaba mucho esto, ¿sabes? -el chico frunció el ceño y ella sonrió con dientes-. Estar sola contigo -el corazón de Tom se paró durante unos segundos -se sentó y apoyó sus manos detrás de su cuerpo-. -Oh -dijo Holland, al mismo tiempo que imita...