Eleven

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Pasado un mes del beso, las cosas entre __________ y Tom surgían con naturalidad. Cuando estaban juntos hablaban como siempre, aunque sabían que estaban nerviosos. No volvieron a repetirlo por miedo al rechazo. El ruloso había visto varias veces a su enamorada con Andrew, lo que le causaba bastantes celos, pero se controlaba y lo dejaba pasar. Nunca le había preguntado a la chica porqué era que hablaba tanto con él, aunque no sabía que era porque el pelinegro la estaba ayudando a seguir adelante con el castaño.

Ese era el último día del curso en el que tendrían un examen, por lo que faltaban pocas semanas para que terminara su último año de preparatoria. Tendrían que buscar una universidad para luego de las vacaciones de verano. ___________ ya estaba viendo algunas especializadas en veterinaria, y Tom tenía repartidas algunas solicitudes a universidades de actuación. Ninguno tendría que mudarse si los aceptaban, por lo que no tendrían que decir adiós a sus amigos, familia y, sobre todo, al otro.

Al terminar el examen de Español, lo cual le resultó bastante fácil a _________ por sus conocimientos avanzados del idioma, lo entregó y se sentó de nuevo en su silla. Miró su teléfono y chequeó la hora, faltaban todavía treinta minutos para que terminara la clase. Resopló y desbloqueó el dispositivo. Por suerte, se sentaba en la última fila del salón y el profesor le tenía cariño. Comenzó a mirar historias de Instagram y, cuando ya habían pasado más de veinte minutos, una notificación se deslizó de arriba a abajo en la pantalla. Era un mensaje de Tom.

Sonrió, ya que hace mucho que no hablaban por chat.

"¿Necesitas asistir a la última clase del día o puedes faltar?" Decía el mensaje del ruloso.

El corazón de la chica se detuvo durante un segundo y tecleó sobre la pantalla de su teléfono rápidamente.

"Puedo saltarla. Ya terminé el examen. Por qué?". Envió ella.

"Te espero en el sanitario de mujeres en tres minutos. Trae tu mochila". Respondio él.

La adrenalina y el misterio se hicieron parte de la chica. Pidió permiso al profesor para salir de la clase y este se lo concedió sin siquiera mirarla. Recogió sus cosas y salió por el pasillo.

Abrió la puerta del baño y no llegó ni a respirar cuando sus labios fueron atacados. Correspondió inmediatamente luego de que unas manos tomaran su rostro de ambos lados. La chica se dirigió a la pared y se apoyó ahí. Se separaron por falta de aire y se miraron a los ojos.

—Hola —susurró Tom. Plantó un beso sobre la comisura de sus labios—.

—Hey —susurró también la chica, quien enredó sus dedos en los rulos del muchacho. Él bajó sus manos hasta arriba de la cintura de ella y las colocó sobre su espalda. Los ojos de Tom se posaron sobre los de _________ y luego, sus suaves labios sobre los de ella. Era sólo contacto, no existía movimiento—. No creo que —dijo ella cuando se separó, pero fue interrumpida por un corto beso— esto —él la besó de nuevo— sea muy —y otra vez— apropiado.

—La idea es que no lo sea, cariño —contestó Tom. Él sonrió de lado y la chica casi perdió la cordura. Tomaron aire y volvieron a juntar sus labios—.

Ambos sabían que ellos estaban hechos el uno para el otro, sabían que se daban la luz que necesitaban en un día lluvioso, sabían que sus manos habían sido creadas para entrelazarse, sabían que tenían que estar juntos, porque con cada contacto lo sentían en lo más profundo de ellos. Estaban seguros que tenían que pasar el resto de sus vidas al lado del otro y no querían perder más tiempo, se necesitaban a un nivel desconocido.

𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 - Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora