Capítulo 2: Desayuno amargo

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Me desperté muy tarde hoy, olvidé por completo que esta no es mi casa, voy a terminar perdiendo el empleo sin haberlo comenzado. 9:30 horas, aquí se levantan a las 6:00 horas para irse a trabajar, yo tuve el lujo de quedarme en cama hasta que quise.

Me preparé y fuí a la cafetería, había mucha gente, claro era una agencia, obviamente no iban a trabajar únicamente 10 personas aquí. El equipo especial era el único que viajaba, me pregunto cómo se acostumbraron tan rápido.

Regresé al piso de los agentes especiales, me metí a la sala de descanso buscando aunque sea unas galletas, no quise molestar a Marina por eso, ella tenía trabajo.

—Buenos días Ailyn. —Me habló la Jefa Ripley. —¿Ya desayunaste?.

—Señora, lo siento, me he despertado tarde hoy... —Traté de explicarle.

—No te preocupes, eres nueva, sé que te estás adaptando a este cambio. —La Jefa Ripley se mostró comprensiva mientras pasaba a la sal de descanso. —Pero no respondiste la pregunta.

—No, aún no. La cafetería está llena, quizá espere un momento a que la multitud disminuya.

—Bueno, mis agentes no pueden pasar hambre, hay que investigar, localizar. Todo es agotador. —Me explicó. —Usualmente ordenan algo o bien salen por su comida. No quiero que mueras de hambre así que... ¡Elliot! Ven acá. —Desvió la palabra a un jovencito que recién pasaba por el lugar.

—¿Qué pasa Jefa? —Preguntó con la voz cansada. —Necesito regresar a mi laboratorio, me quedé toda la noche actualizando mis dispositivos.

—Eso explica tu cansancio, quiero presentarte a alguien. Ella es Ailyn Morgan, estará en pruebas para ver lo de su contratación. —Le dijo la Jefa Ripley.

—Una novata. Bueno que una de sus primeras tareas sea llevarme el desayuno al laboratorio, aún tengo pendientes. —Dijo Elliot.

—En realidad, estaba pensando en que la lleves a comer por ahí. —Le sugirió, mientras buscaba algo en sus bolsillos. —Tu conoces Inglaterra, sabrás de un lugar donde puedan desayunar, ambos lo necesitan.

—¡¿Qué?! —Exclamó el chico con molestia. —Jefa Ripley, no soy una niñera.

—Señora, no se preocupe, yo puedo regresar a la cafetería.

—Sin más. —Nos detuvo la Jefa. —Toma este dinero Elliot, llévala por ahí y punto.

Sin más opciones o excusas, Elliot accedió a llevarme a desayunar, desde ahí ya todo era incómodo, era obvio que no quería salir y yo menos con alguien tan grosero como él.

***

Fuimos en un taxi hasta un establecimiento, el lugar se veía agradable, pedimos una mesa y tomamos asiento sin dirigirnos la palabra.

—¿Les tomo la orden? —Nos preguntó una mesera. —Tenemos paquetes para parejas, incluso decoramos sus alimentos si desean celebrar algo.

—Gracias, pero no somos pareja. —Dijo Elliot. —Quiero una sopa sencilla.

—Una ensalada con nueces para mí, por favor. —Le dije a la señorita.

—Añada dos cafés, para comenzar —Solicitó Elliot.

—En seguida traigo su orden. —Tomó nuestras cartas y se fué.

Nuevamente hubo un silencio incómodo, sobre todo por la confusión de que ambos éramos pareja.

—¿Y tú tienes? —Me preguntó Elliot.

—¿Tener qué?

—Pareja, no es que me importe tu vida personal, pero no quiero esperar en silencio. —Dijo Elliot mientras recibíamos los cafés. —¿Tienes pareja?.

—No, nunca lo he tenido —Le dije y tomé un poco de mi café.

—¿Qué? No te creo, todos nos enamoramos en algún punto de nuestra vida. —Opinó mi compañía. —Además, no eres fea.

—¿Eso es un cumplido? —Le pregunté con Sarcasmo. —Bueno, si te hubieras presentado ayer cuando yo llegué, sabrías que pasé mi vida en un orfanato siendo atendida por una terapeuta. No tengo tiempo para el amor.

—Lo siento. —Dijo Elliot con algo de pena. —No quise estar ayer porque, tenía cosas más importantes por hacer.

—Lo sé. ¿Y tú tienes pareja?.

—Actualmente no, yo también estuve mucho tiempo encerrado, mis padres me mandaron a un internado y en los colegios a los que asistía, las chicas eran muy superficiales. —Dijo Elliot. —Solamente salí con una chica, pero me vió cómo un cajero automático, no es la relación que quería a los 15 años.

—Eso significa que no tienes mucho tiempo en 'El Departamento'. —Le pregunté nuevamente.

—No, ingresé hace un año. —Me explicó. —Los agentes especiales son llamados por sus dotes o habilidades, por ejemplo Carmen Martinez, fué fotógrafa de guerra, maneja muy bien la información y luego está Ángela, quién ganó un premio Nobel de biología. En mi caso, me atraparon hackeando su tecnología, cuando me identificaron casi me meten en prisión, pero me dieron una oportunidad.

—Me hace ver más inútil. —Le dije. —Yo sólo fuí recomendada por Marina.

—Aunque es increíble que aún así estés dentro del equipo, o algo así. —Me dijo Elliot. —El talento está en dónde sea, aprecia las oportunidades y listo.

Él tenía razón, Marina me había recomendado por algo, si no aprovechaba el trabajo, sólo sería una carga, además, este fué mi sueño desde siempre, ¿O no?.

Trajeron nuestro desayuno, detuvimos nuestra conversación para poder comer. Sinceramente, es algo que no esperaba vivir en mi primer día, un desayuno con alguien que no conozco y posiblemente nefasto cómo Elliot, tenía un humor ácido y una actitud narcisista. Espero no prejuzgarlo mal.

Aún no terminaba nuestro desayuno, cuando mi teléfono comenzó a Sonar. Era Marina.

—¡Ailyn! ¿Dónde estás? —Me habló con pánico.

—Lo siento, estoy con Elliot. ¿Qué pasa? —Respondí algo asustada. —¿Por qué hablas así?.

—Que bueno que Elliot está contigo, escucha, deben venir de inmediato, ha ocurrido algo grande. —Me ordenó Marina. —¡Han asesinado al príncipe!

¿Quién es el culpable? || Elliot Clayton; Criminal Case: Save the WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora