capitulo 50: El perdón llama

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La brisa fría de esta mañana toca mi rostro, son éstos momentos en los que extraño un abrazo amoroso y un delicioso chocolate para compartir con el amor de mi vida. Estar en la ciudad del amor no es posiblemente el mejor lugar para estar sola, extraño demasiado a Elliot, pero mi fuerza de voluntad es sólida, no niego que he intentado doblegarme, pero el hecho de pensar que en 'El Departamento' mis compañeros de equipo me odian, no me da la satisfacción que busco, sobretodo de ellos antes fueron mis amigos. Cuando hablo con mi novio, regularmente está ocupado, pero yo sé que miente, él está sufriendo así cómo yo, lo veo diferente, es cómo si estuviera deshidratado y yo lentamente voy cediendo al dolor.

Ya casi se cumplirán 4 semanas de mi llegada a esta ciudad, en ese poco tiempo yo he hecho mucho, pues, al estar lejos del trabajo, decidí aprovechar mi tiempo; estoy continuando mis estudios de criminología, aún tengo el apoyo del Orfanato, antes era más fácil, pues me evaluaban con mi desempeño en el labor, pero ahora, debo rendir más, conocer teorías, hacer prácticas y cumplir con un horrible horario estable, pero, también estaba al pendiente de SOMBRA, al llegar a París, recordé que la Jefa Ripley y yo acordamos teber una reunión con mis antiguos tutores del Orfanato, nunca se concluyó porque muchas cosas se atravesaron, desde quedarnos varados en un ferri, hasta un accidente de avión, así que ahora, me tocaba ir sola, les conté lo que había descubierto, que mis padres no fueron atacados por error, si no de manera intencional, les dije que capturé a una agente de SOMBRA y ella me reveló todo, no les conté más, pues en mi ética estaba el mantener detalles en secreto, para mí fortuna, ellos también seguían de cerca a la organización y me dijeron lo que ya conocía, que era un grupo que esclavizaba niños y adolescentes, lideraban cárteles y alianzas terroristas, con mi aporte y sus habilidades logramos aclarar el fallecimiento o secuestro de varias personas, padres, madres o niños, nuestra búsqueda nos llevó hasta Colombia, lugar donde se originó el movimiento, pero ¿Exactamente en dónde?

—Colombia, ahí está mi amor. —Dije frente a mi taza de café. —Ahí también están mis colegas, si supiera lo que están haciendo, podíamos aclarar nuestras misiones. —La pantalla de mi móvil se iluminó, anunciando un mensaje entrando, era Elliot deseándome buenos días, me tomé una Selfie y una foto a mi desayuno para que supiera que estoy bien. —Los husos horarios son distintos, ¿Se habrá levantado temprano?, ¿O más bien se está durmiendo tarde?

Recordé lo hermoso que era despertar a su lado cuando nos quedabamos a dormir juntos, salíamos a desayunar cómo el día en el que nos conocimos, a veces salíamos a comprar, yo lo conocía tan bien que sabía que estaría pendiente del área de moda o belleza, pues siempre revisaba si había una camiseta con el logo o nombre de una de sus bandas favoritas o bien si una nueva chamarra temática había salido a la venta, de Igual manera, nunca faltaba en que él comprara tinte para el cabello, sus mechones morados ya eran característicos suyos, a veces lo ayudaba a teñirse mientras me daba indicaciones claras para no arruinarlo, me reí frente a mi desayuno casi terminado, pero también dejé salir una lágrima, el amor puede ser cruel, ya lo había descubierto, pero la distancia me estaba superando, quería tenerlo junto a mí, verlo y sentirlo, extraño a Elliot, extraño al amor de mi vida.

—¡Ailyn! —Escuchué a alguien decir mi nombre. —¡Ailyn! —Repitió, me dí cuenta de que sabía de quién era esa voz.

—No puede ser. —Me dije a mí misma y me levanté de mi silla, estaba desayunando en una terraza así que busqué al rededor mío para encontrarme con esa persona. —Elliot... —Dije cuando lo ví y una enorme sonrisa acaparó mi rostro.

—Ya voy. —Me dijo y corrió hasta dónde estaba y me dió un fuerte abrazo, incluso me levantó y escuché su hermosa risa, cuando me bajó al suelo, nos dimos un beso necesario. —Te extrañé mucho, deseaba tanto verte.

¿Quién es el culpable? || Elliot Clayton; Criminal Case: Save the WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora