Mátame Lento

IV

Una maldita cena social es lo que esperaba en la casa del matrimonio Sánchez.

Andrés iba a estar ahí. El mismo le dijo a Joaquín que se tranquilizara porque Emilio no haría nada contra él.

-Esta noche tengo una sorpresa para ti -habló Emilio divertido.

Joaquín quería vomitar lo poco y nada que había comido. Lo único que lo hacía sentir seguro era el traje que le regaló Andrés. De color negro con bordados del mismo color, él saco lucía bastante bien en él.

Se había peinado con una línea al costado y el rolex que tenía de jóven adornaba su muñeca.

-¿No vas a decir nada señor "quiero el divorcio"? - la diversión manchando su voz.

-No puedo creer que seas así - gruñó Joaquín.

- Y yo no puedo creer que seas tan fácil. Pero descuida, tanto que deseabas mi polla, tal vez esta noche la tengas .- y el coche se detuvo.

Joaquín se bajó rápidamente del auto y camino hacia dentro. Emilio se unió a él tiempo después.

Andrés lo estaba esperando con una copa más en su mano y Joaquín se dirigió hasta el, safandose rápidamente de aquel toque tóxico. Tomo asiento al lado de Andrés, feliz.

-Andy - sonrió Joaquín, tomando la copa y mirándolo a los ojos. - Viniste.

-No voy a perderme una oportunidad para verte... estás hermoso - susurró, chocando sus copas

Joaquín ya se sentía en el cielo, ignorando el hecho de que era la primera vez que Emilio estaba observando su interacción.

¿Tan puto resultó ser Joaquín para andar como perro detrás de un tipo que solo le rompió el culo? ¡Oh! Pero si se trataba de hijos de puta, el era el mejor en ello. Se ganaba la vida siéndolo.

Y haciendo memoria en las cosas ridículas de su vida, se encontró de que ese día era su aniversario. Debía aprovechar ese momento, obviamente.

Así que tomó una copa y la alzó.

-¡Disculpen! - habló, atrayendo la mirada de todos, incluso de esos dos idiotas - Hoy es un día muy especial para mí ¿Lo saben, verdad? Hoy decidí unir mi vida a la de Joaquín, mi precioso y fiel Joaquín. - lo miro y le sonrió.

Andrés frunció el ceño y Joaquín tragó saliva. Emilio se acercó hasta el y poso sus labios contra los suyos.

Joaquín liberó sus lágrimas al verlo frente a todos ahí, frente a Andrés.

-Te amo, vida mía. Te amo tanto que daría lo que fuera por tí, lo daría todo. -Emilio habló y lo miró como si de verdad sintiera amor.

Joaquín se levantó de aquella silla y salió corriendo.

Emilio no cabía en su felicidad y salió tras él, Andrés le siguió atrás.

-¡Mi amor! -habló Emilio - Por favor bebé, regresa.

-Basta Emilio, ¡Basta, estoy cansado de ti! -Joaquín se giró y vió a los dos hombres allí.

-¿Por qué mientes bebé? - Emilio frunció el ceño, luciendo verdaderamente confundido.

-¿Joaquín? ¿Qué significa esto? -Andrés frunció el ceño también.

Joaquín camino hasta el y le tocó las mejillas.

-No es lo que crees Andrés. El no es así, Emilio me odia, nosotros nos amam...-se interrumpió por la voz de Andrés.

-Joaquín

-No lo digas Andrés, no lo hagas - rogó Joaquín antes de que aquella voz que estaba matándolo se escuchará

-Hazlo Andrés, la cubierta de amante también la tengo ocupada. ¿Sabes cómo gime Joaquín como loco cuando lo tengo en la cama?

-Joaquín - Andrés se escuchaba algo cansado. Y no era para menos.

- Es mentira, nunca lo amé. Te amo a tí- Joaquín se tiró a sus brazos y chocó sus bocas.

Emilio se sintió molesto, molesto por qué tal vez su cabeza le reclamaba que debía de recibir aquello y no ese estúpido que le estaba dando ganas de ser libre, lejos de él.

- Por favor no te vayas - susurró Joaquín.

- Anoche me dijiste lo mismo - Emilio tuvo el descaro de escucharse herido.

Andrés gruñó y salió de allí, Joaquín sollozó.