37. Nervios

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Pov Elizabeth

Hora de despertar, de abrir los ojos y darse cuenta de que el sol ya salió. De que es un día nuevo, con retos nuevos, con misterios nuevos... Con más emociones resguardandose dentro de uno mismo.

Diana estaba a mi lado, dormida profundamente como una bebé. Era una escena bastante tierna.

La luz del sol se colaba por el pequeño espacio que había entre las dos cortinas.

La respiración de Diana era serena y los pájaros cantaban afuera.

Eli-- se nota que al fin tienes paz eh?-- dije mirandola y soltando una pequeña risita.

No sabía que hacer, me volví a acostar para intentar dormir de nuevo, al menos unos minutos, pero no funcionó.

Volví a incorporarme y me fijé en cada detalle de la habitación de mi alocada amiga. Todo estaba limpio, nítido.

Solté un suspiro inconscientemente. Sentía que me faltaba el aire pero no por un mal motivo.

De hecho sí.

Mi miedo era enorme. Lo que había hecho el día anterior no podía pararse ya. Los resultados de ADN estarían en dos días entre mis dedos.

Menos de 48 horas supuestamente, claro, si contamos este día.

Sentía que me iba a ahogar. Tal vez no debí hacerlo. Tal vez simplemente debí dejar que el tiempo transcurriera. Tal vez debía seguir mintiendome a mi misma y haber dejado de pensar en la posibilidad de que yo no era una Liones de sangre.

Suavemente me levanté de la cama. Ya parada, me estiré en silencio para no despertar a mi perezosa amiga y caminé hasta el baño.

Abrí la llave de agua fría y me lavé la cara. Me sirvió para despertarme totalmente y para refrescarme también.

Pero las ideas y pensamientos seguían atormentandome. El tan solo pensar que yo era adoptada lograba causarme gran tensión y presión en el pecho.

Mis manos temblaban así que decidí pensar en otra cosa. Mi cerebro no me ayudó.

Lo primero que vino a mi mente fue él.

Meliodas.

Maldita sea! Busco algo para no ponerme nerviosa y lo primero que hago es pensar en el. Me golpeé la frente por la decepción que sentía hacia mi. Bravo Elizabeth, bravo.

Es que, cómo no me voy a poner nerviosa? Se me declaró, yo me declaré, casi nos besamos.... Pero no sé qué somos.

Novios? No.

Justo lo que quiero y lo único que me haría estar bajo control no lo tengo.

La puta madre!

Golpeé el lavabo y me aguanté un grito. Si, el grito por que había golpeado muy fuerte y como soy idiota no calculé bien.

Solté un suspiro y tomé rumbo a la habitación de nuevo. Se notaba que el verano se estaba haciendo presente ya que el calor había aumentado bastante.

Me hice un moño para que mi cabello no hiciera que me acalorara más y me puse a leer un libro que Diana me había estado prestando desde ayer.

Como se me hacía difícil dormir, ayer por la noche avance casi hasta la mitad. Sorprendente no? Casi no dormí pero tampoco tenía sueño. Supongo que por estar casi dos días inconsciente esto es lo que pasa.

Después de un rato noté que mi amigs empezaba a abrir los ojos.

Diana-- Eli?-- dijo somnolienta.

-"No te quiero perder a ti tambiénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora