SONRISA

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Son las 04:03 am. De un fastidioso lunes con resaca, no puedo dormir, en cuatro horas debo alistarme para ir a trabajar y al salir la escuela me espera, pero estoy completamente... Fuera de... Como si no pudiera tener el control de mis sentidos, estoy consciente pero la realidad está completamente distorsionada, no recuerdo en que momento sucedió, pero da igual, eso pasa por andar de fiesta, ¿cuantos días van? No lo sé, pero de una cosa estoy seguro, los gatos no hablan y las imágenes estáticas no tienen sonido, el ronroneo que no se de donde proviene me suena a canción de elvis y el oleo de reloj hace ruido. Mejor será tomar una ducha. Mientras alisto mis cosas pongo musica, el piso está mojado, puedo sentirlo porque estoy descalzo cada paso se desprende la planta de mis pies del agua y hace ese sonido -¡clap!¡clap!- pero con eco, me dirijo al espejo de la sala antes de tomar el baño, y veo mis pupilas, abarcan todo el iris, no puedo ver lo marrón de mis ojos, en cambio logro distinguir una silueta, me acerco al espejo, esa silueta es mickey mouse, impreso en una blusa, es increíble, me río un poco y camino hacia el baño, abro la puerta la cual la perilla se siente tan suave como terciopelo, entro y el gato sale no sin antes frotarse por entre mis pies, no entiendo que hace en el suelo si todo esta mojado, menos aun el hecho de que su pelaje es de colores, pero no importa ahora, hay una bolsa de dormir bajo la regadera con alguien adentro, pero si el gato es de colores no dudo que esa bolsa también sea la ficción de mi mente, quiero cantar la canción que suena desde mi habitación pero no recuerdo la letra, solo se me eriza la piel.
Abro la llave para que salga el agua fría, al caer el agua sobre el sleeping un grito que al escucharlo mis papilas gustativas interpretaron el sabor a moras, de la bolsa de dormir se levanta alguien, es una mujer con un extraño aspecto, su piel es roja y sus ojos enormes como los de un extraterrestre de caricatura, se levanta me dice algo en un idioma que no conozco y se sale. Al entrar bajo la lluvia artificial mi visión se torna en matices de verde, lo que ven mis ojos es de distintos verdes, mis manos, los azulejos del baño, todo bajo el agua es verde. El tiempo corre pero no entiendo como, me salgo de la regadera escurriendo y me dirijo al cuarto a vestirme, la chica extraterrestre esta en mi cama con un pavo real, no les tomo importancia, meto a la mochila unos plátanos, un plato y al gato, cierro la mochila y al cruzar la puerta una ráfaga de aire que arrastra sonidos de xilófonos golpea mi rostro, camino como todos los días, evitando las lineas de las aceras pero estas se mueven como serpientes, parecen enojadas por las veces que las pisé sin darme cuenta y ahora ese es un gran problema, sé que me dirijo a algún lugar pero no recuerdo a qué, debí ver este extraño mundo por la ventana antes de salir y quedarme con el extraterrestre, pero ya no importa ya espero sentado a que llegue el transporte que a lo lejos veo aproximarse mientras mis manos se sienten húmedas, recién mojadas, siento que necesito secarlas porque mientras no lo haga, los seres no entienden mi idioma.

Se detiene frente a nosotros un perro enorme, seguro es el transporte y pensé subirme sobre su lomo para dirigirlo, pero en lugar de eso hice como los demás seres, entré por su oreja y tomé un asiento en las entrañas del perro,  veo como sobre la barra de hielo en la que esperaba el transporte esta mi mochila moviéndose, el perro avanza y no le tomo importancia, no estoy en mí, no poseo nada porque nada es relativo ahora o no estoy muy seguro, o salchicha.

Llego a este lugar que ya conozco pero no recuerdo avanzo hasta entrar, es una atmósfera tensa pero confortable con sonido de ferrocarril pero apenas audible, al entrar me saludan varios personajes de sesame street, pero no hablo su idioma solo asiento con la cabeza, me detengo en un escritorio y tomo un portarretrato que esta junto a la planta que no recuerdo su especie, al mirar la fotografía se escuchan motores de potentes autos y hace mucho frío, siento mareos volteo a ver a todos lados y los muñecos que hace un rato me saludaron ahora se derriten como cirios, todo empieza a girar en un espiral, cierro los ojos pero no funciona, todo sigue girando, la temperatura se volvió loca, hace frío pero me quema la piel, prefiero no moverme y seguir con mis manos al frente pulsando botones de extrañas figuras.

10 horas después de la ducha.

Me siento cansado, acabo de terminar mi turno de trabajo y me dirijo a la escuela. Al parecer perdí mi mochila con mis notas, va empezando el semestre y es poco lo anotado, lo transcribiré después. Al llegar a la cafetería de la escuela escucho los gritos de Lola desde la calle.

-¡Roood! ¡Tus cosas!- y ahí estaba Lola con cara de zombie salvando mi día otra vez.
- Tu vecina me dijo que la encontró en la parada de autobús, la reconoció por el parche, no se si te hayan robado algo, estaba abierta y tenia un plato y plátanos con pelo de gato.- Me dijo mientras me daba la mochila por la ventana de la camioneta.
- Gracias lola.
- ¿gracias? Sigo molesta eh, mira que buena onda la tuya tomándote un ácido ya cuando se acabo la fiesta solo porque te sonreía esa chica.
- ¿Cual chica?
- La de la blusa de mickey.
-No recuerdo. Ya me voy a clase.
- Si ya vete, ah y otra cosa. Que lindo por despertarme con agua y dejar abierta la puerta de tu casa.- me dió una sonrisa burlona y arrancó.
Me sentía cansado y mareado, me dirijí a vomitar en los arbustos y de ahí fui a enfermería. El doctor estaba ocupado, esperé mi turno sentado, frente a mi un reloj amarillo con el número 6 enorme, una fotografía de un balde viejo de madera y un dispensador de agua fría y caliente.
Me dio medicamento para gripe y resfriado, al tiempo que habría la puerta me dijo.
- joven, cuando se drogue le recomiendo no presentarse a la escuela, ya que el personal como yo le va a pedir le consiga un par de acidos. Me guiñó el ojo y fuí a tomar mis clases.

Los Dias De Un LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora