Nuestro héroe alado tenía un gorro navideño de aquellos que se utilizaban en occidente, de donde provenía su mejor amiga, su familia y la mayoría de sus amigas.
— Quiero dormir. — murmuró la de cabello rosado a su lado haciendo que el la mirara.
— Yo solo estoy confundido apreciando estas tradiciones.
Ella sonrió. Miró a su amiga de cabello celeste preparar la ensalada junto a Izuku que miraba atento al escribir algo en su cuaderno sobre la cultura americana.
— Después de la cena, amo el pollo que hace Shiori.
Hawk negó mientras sonreía por la gula que presentaba esa mujer en ocasiones. Airi ideó una plan que parecía estupido y descabellado.
— No funcionará.
— ¡Claro que si! Es tradición que si dos están debajo del muérdago se besen. ¡No hay fallos!
— Eso dijiste la semana pasada y terminé con puntadas.
Airi sonrió.
— Tu no sigues mis planes al pie de la letra.
Hawks viro los ojos harto de las tonterías de Airi, la cena empezó y con eso el plan de su loca amiga, o eso creyeron cuando empezaron a comer las delicias que Shiori había preparado para todos ellos.
Oh, pollo, pavo, cerdo, lasaña, ensalada de papas, pastelon, tamales, arepas y muchos manjares más. Hawks estaba maravillado con toda esa comida. Allá era un simple pollo frito. Pero toda esa comida.
¡Tardarían días!
Solo había visto tanta comida en lugares donde la vendían.
Tomó mucho de todo, oh si que le gustaba la comida de Shiori. Sabía mejor de lo que lucia.
Comieron el delicioso festín preparado y después el postre.
— Creo que nos desviamos un poco — murmuró Airi acariciando su barriga repleta.
— Valió la pena.
—No tengo objeciones contra eso.
Ambos suspiraron de satisfacción, esperaron a que pudieran moverse y de ese modo intentar poner en marcha su plan. Airi y Hawks terminaron poniendo los malditos muérdagos en cada habitación mientras que Shiori e Izuku los esquivaban sin darse cuenta.
— Me rindo... — murmuraron ambos recostados en la mesa de la cocina.
— Es imposible hacer esto.
— chicos. — llamó Shiori desde la puerta. Tenía un palo enorme en la mano y señalaba hacia arriba.
Airi y Hawks levantaron la mirada encontrándose con un muérdago encima de ellos, causándoles un sonrojo.
— Qué...
— Nadie es más lento que ustedes. — dijo Izuku con una sonrisa.
Ambos sonrieron antes de fundirse en un delicioso beso que debieron darse hace tiempo.
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