Ando un poco perdida entre la multitud de gente y mi mente desvaría en la llamada que había recibido esta mañana.
La gente comienza a agobiarme de nuevo. Siento la presión en mi pecho pero consigo salir a tiempo del tren como para poder respirar un poco de aire fresco antes de recibir un ataque de ansiedad.
Camino con mi única bolsa en la mano hasta llegar a mi casa y caminar hasta mi cuarto. No hay nadie, así que, me tumbo tranquila en la cama dejando que mi respiración se acompase.
No había tenido el mejor año, eso desde luego, pero la llamada me había dado nuevas energías para pensar que podía tener el mejor fin de semana de mi vida.
Camino de aquí para allá en mi cuarto, nerviosa, cuando la puerta de mi habitación se abre. Ni siquiera había escuchado entrar en casa a mi madre y eso denotaba lo nerviosa que estaba.
-Mira lo que tengo. –Me dice mi madre con una sonrisa mientras eleva unos papeles.
-No tenías por qué hacerlo. –Le sonrío y le doy un gran abrazo para arrebatarle el billete de avión y la reserva de hotel de la mano.
-Lo sé, pero lo hice igual. –Se burla un poco de mí sin borrar la sonrisa, pero deja de sonreír para ponerse seria. -¿Seguro que vas a estar bien? Yo no estaré cerca para poder ayudarte si...
-No te preocupes. –Le corto. –Estaré genial. Lo prometo. –Levanto la mano en señal de promesa y sonreímos mientras nos abrazamos nuevamente.
Mi madre sale del cuarto para preparar la cena, dejándome sola.
Camino hasta el espejo y me observo completamente.
Mis ojos azules se mueven contemplándome de arriba abajo frente al espejo. Peino con mi mano mi pelo de color castaño rojizo que me cae con ondas hasta casi la cintura, y sonrío débilmente.
Hace un tiempo, no pensaba que podría gustarme, ni mínimamente, a mí misma.
Sacudo la cabeza ligeramente para desvanecer cualquier recuerdo que me ponga de mal humor en estos momentos y bajo a cenar con mi madre, ya que mañana cogeré un avión a México y no sé si le dará tiempo a salir del trabajo y acompañarme al aeropuerto.
Cuando terminamos de cenar, ambas nos despedimos para acostarnos.
-Descansa todo lo que te dejen los nervios. –Bromea ella.
-Eso intentaré. –Le sonrío yo.
Me recuesto en mi cama y pienso en despedirme de alguien, pero pronto recuerdo que ya no hay nadie de quien tenga que despedirme, más que de mi madre.
Sin darme cuenta, mis ojos se cierran y mi mente se queda en blanco, dejándome dormir plácidamente durante toda la noche hasta que mi alarma suena en la habitación, haciendo que me sobresalte sobre la almohada.
Abro mis párpados pesadamente y miro sin ganas la hora que refleja mi móvil. Doy un suspiro de cansancio pero, enseguida, me levanto de la cama y camino hacia el baño.
Son casi las doce del mediodía, así que, me doy una ducha relajante y pienso cómo será cuándo llegue allí. ¿De verdad los conoceré personalmente? Tal vez, solo les vea cantar, aunque eso sería más que suficiente para mí. También estaba la posibilidad de que no les gustase la idea.
Salgo de la ducha, me visto y bajo para comer a solas y pasar la tarde antes de emprender mi viaje.
Mi madre me llama para avísame de que sí llega a tiempo, por lo que, la espero ya preparada para salir. Cuando ella llega, se cambia y cenamos algo juntas a modo de despedida. Al terminar, limpio los platos y coge el coche para acercarnos hasta el aeropuerto y se despide de mí.

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Summer Love 1 ~H.S.~ (TERMINADA)
FanficA veces, el destino te sorprende con una jugada que no esperas, aunque sientas que tu vida no avanza, quizás tenga algo esperándote. Esta vez, Keyra tiene la oportunidad de conocer a sus ídolos y entabla cierta amistad con ellos, llegando a sentir a...