Estaba parada frente al espejo, observando lo maravillosa que estaba, porque era verdad, estaba hermosa, el vestido de novia, le quedaba fantástico, todo, absolutamente todo le quedaba fantástico, sus tacones, el maquillaje, el peinado, estaba mas hermosa que nunca, y debería irradiar felicidad, porque este era el dia mas importante de su vida.
¡Se iba a casar!, si, se iba a casar con un hombre maravilloso y guapo, que la respetaba muchísimo, también podría darle todas las comodidades que ella siempre estuvo a costumbradad , a excepción de los dos años que paso afuera de su hogar, pero , el gran pero, es que no amaba a Utakata, se mordio su labio inferior insegura, suspiro, faltaban unas cuantas horas, pero ya no estaba cien por ciento segura que era correcto casarse, hasta su madre la noche anterior, se lo había vuelto a preguntar, una y otra vez.
—¿Estas segura que quieres casarte con ese joven?.
—Si, lo amo. —Claro que había mentido, y no había dudado en responder, ni hasta cuando llego ese video que Naruto le envio, si, un video, en donde estaban todas y cada una de las fotos , videos, que compartieron juntos, en su noviazgo, y en todos los años anteriores a esos, cuando el la molestaba y acosaba, aparte de una carta , pidiéndole por milésima vez que no se case.
Suspiro, y rogo al cielo por alguna señal que debía hacer, ya no sabia que pensar, su cerebro le decía que si, que Utakata era el correcto, nunca la dañaría , pero simplemente el sentir era diferente, cuando lo besaba , no era ni una sola decima parecida a los que sentía con Naruto, claro tampoco habían hecho el amor, porque ella no se sentía lista, y estaba casi segura, que no seria comparado con lo que aquel rubio la había hecho sentir, como la besaba, como llegaban ambos al climax, la clara de placer de el, como Naruto la veía como si no existiera nadie mas que ella.
Su padre la llamo para avisarle que era hora de salir rumbo a la iglesia, suspiro y se miro por ultima vez al espejo, y trato de sonreir, pero era una sorisa falsa y forzada, luego el camino hacia la iglesia, fue malditamente corta para ella, ya no estaba ansiosa o deseosa de casarse, no, ahora no sabia que hacer para huir.
En el fondo de su corazón quería que Naruto, llegara como en aquellas novelas, que el protagonista impide el matrimonio y saca a su mujer de la iglesia y huyen hacer felices, algo en su mente le decía que no podía perdonarlo de todo luego de haberla forzado, pero su corazón le decía y le imporaba que todos merecemos una segunda oportunidad, todos, porque todos nos equivocamos, claro esta que la forma que Naruto la daño, no era algo que se podría dejar pasar por alto.
Sus pensamientos la confundían, no tuvo tiempo de seguir debatiéndose porque su padre, le extendió su mano , y ella la acepto bajándose de la lujosa limosina, y estaba ahí, ya en la iglesia, con su ramo de flores, y agarrando el brazo de su padre para entrar y unir su vida, con un hombre que no amaba.
—¿Te encuentras bien Hina?, estas pálida. —Su padre le pregunto antes de entrar.
—Si. —Dijo para si mismo, pero era obvio que mentía, sentía una sensación extraña en su estomago.
La marcha nupcial comenzó a sonar, y junto con eso, comenzó a caminar de la mano de su padre.
—Hina querida, estas bellísima. —Hinata lo miro y sus ojos se humedecieron .
—Gracias papa. —Ella apretó su agarre.
—Siempre pensé que te casarías con Naruto, pero parece que no fue asi, pero Hina , siempre voy a desear que seas inmensamente feliz, si este joven te hace feliz, siempre respetare eso.
—Gracias papa.
Llegaron al altar, Hinata no irradiaba felicidad, como otras novias que están brincando de la felicidad por casarse, no ella, tenia una cara de angustia, su padre entrego su mano a su futuro esposo, que sus ojos brillaron al verla con su espectacular vestido de novia.
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Siempre mía (Naruhina)
FanfictionY hay estaba ella una vez más, haciendo su rutina, se colocó los lentes de contacto de color negro, recogió su melena azulina y se puso la peluca, ese era su día a día, tenia que disfrazarse y esconderse, ¿de quien?, pues de su padre, su madre, y de...