|A D R I E L|
Delgados brazos rodearon mi cuerpo con cariño, aquel cariño y afecto que no imaginé que aquella pelirroja podría demostrarme pero no dude en sostener su cuerpo contra el mío, necesitaba ese abrazo y por supuesto quería que alguien me hiciera sentir mejor.
Mis fosas nasales se llenaron de aquel perfume dulce y floral que su cuerpo desprendía, quería sentirla y tenía esa necesidad de que mi cerebro recordara este olor que me tranquilizaba. Sus dedos frotaron con suavidad mi espalda y dejé que el momento fluyera entre nosotros, me sentía bien, me sentía lleno y pleno.
—Estoy segura que mañana lo olvidará—susurro con dulzura, como aquella pegajosa y líquida miel que amo untar en mis tostadas por las mañanas, me recordó a ese buen momento que tanto disfruto.
—Eso espero.
Él océano limpio, tranquilo y esperanzador me observaba con cautela. Blair era maravillosa y me quedaba corto de palabras al ver tal belleza que podía desbordar, ella irradiaba aquella sensualidad que me era imposible ignorar.
—Vamos ¿Dónde ha quedado aquel Adriel que se burló todo el día de mi?—sonrió con picardía y se alejó de mis brazos para sentarse cómodamente en el sofá a comer.
—Esta aquí, solo un poco confundido. La verdad a veces, no comprendo a Freya.
—Ni yo, que la conozco desde que tengo uso de memoria, pero no dejes que te funda el cerebro intentando comprenderla—se encogió de hombros y acomodó aquella larga cabellera sobre su hombro izquierdo—. A veces solo necesitamos nuestro espacio.
Cogió las bolsas y recipientes en donde se encontraba la comida hace algunos momentos.
—Iré a dormir, estoy algo cansada—vi su rostro desanimado al murmurar aquello. Sentí sus cálidos labios sobre mi mejilla y sonrió como siempre, esa sonrisa de niña que poseía.
—Descansa.
Dije manteniendo mi vista en la silueta que se formaba a través de las luces. Me quedé por unos minutos en el living con los fideos chinos a medio comer, mi estómago estaba apretado y simplemente opté por echarlos al bote de la basura.
|B L A I R |
—Me vine por ti, ¿Cómo puedes pensar que puedo tener a alguien más?
El murmullo ronco consiguió abrir mis ojos, dolían, quería volver a dormir, por favor quería seguir durmiendo. Mi batería aún no se ha cargado, gracias.
—¡Tú ni siquiera me das tiempo! ¡Pareciera que no te importo!—vamos Freya baja los decibeles a tu vocecilla.
Me senté sobre la cama oyendo los gritos que provenían de la cocina. Tomé mi celular comprobando la hora, las nueve de la mañana, perfecta hora para una discusión matutina.
Conseguí aventar mis frazadas de mi cuerpo y salí de mi habitación, adiós sueño.
—Freya, me cambie de ciudad para estar más cerca de ti, además el tener que ocuparme de mi trabajo y ¿Aún así crees que tengo tiempo de poder engañarte?
—Cuando uno quiere se hace el tiempo.
Vi a mi hermana hecha un mar de lágrimas en cuanto la vi apoyada sobre la mesa. Adriel simplemente era otro asunto, ni yo reconocía su rostro, estaba demacrado.
—Deja de desconfiar, deja de pensar cosas que no van al caso, te estás comportando como una niña.
Aún así discutiendo conseguía mantener la calma, y por dios ni siquiera yo sabía cómo podía. No quería seguir viéndoles, no era mi problema pero me detuve en cuando vi la cabellera platino acercarse a su novio con ira, el sonido de su mano impactando con la mejilla de aquel chico me dejó estática y no supe qué hacer, no sabía si acercarme a mi hermana a calmarla o ver Adriel para comprobar que estuviera bien, sin embargo, Freya se acercó a mí lado necesitando un abrazo.
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A D R I E L ©
Fiksi RemajaAdriel sería su perdición. Aquello que Blair intentó repudiar y alejar de su vida, había aparecido como un estúpido deseo que nunca pidió. ¿Qué tan malo podría ser el enamorarse de la persona equivocada? El amor que él le entregó solo consiguió de...