Especial Año Nuevo

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Joel.

De un lado para otro, que estresante es hacer compras para navidad, aunque a decir verdad una parte de mi, sí le gusta y la otra no, por toda la gente acumulada.

–Otro año, como pasa el tiempo.

–Uno de tantos, en los que pasaremos juntos. –sonrío

–Me alegra estar aquí contigo, nunca pensé conocer alguien que realmente cambiara mi vida por completo.

–A mí me alegra poder encontrarte, poder enamorarme y sentir esa magia.

Le abrazo, fuerte. Me gusta sentirlo cerca, me gusta tenerlo conmigo.

–Ya he comprado tu regalo para reyes. –comenta sonriendo

–Estamos a 31, todavía falta. –suelto una pequeña risita

–Me gusta poder hacer las cosas con tiempo.

–Debo confesar que también tengo el tuyo.

–Oh, ¡viste! –niega, me mira y planta un pequeño beso en mis labios

Nos encontramos en el balcón de mi casa, ahora, ya nuestra casa. Aquí vivo desde que nací, me encanta, es muy linda.

–Tienes una sonrisa tan linda. –comento observándolo

–Tú y tus cumplidos, me agradan, aunque siempre me da vergüenza.

–Sigues siendo muy tímido, aunque no pienso lo mismo cuando estamos en la cama.

–¡Joel! Iré a comprar lo que falta con Diego.

–Admite Erick, soy un encanto. –sonrío– Ahora dime, ¿por qué mierda Diego te pide a ti que lo acompañes y no a mí?

–Pregúntale a él. –me mira, y da unas vueltas a mi al rededor, sonriéndome descaradamente– Me contó un pajarito que Diego ha dicho que yo era muy, ¿lindo?, no te preocupes, lo confirmaré hoy.

–Oh no, de aquí no te vas sin mi. –niego varias veces

–¿Si? De aquí no te vas, sin mí. De aquí no me voy, sin ti... –canturrea una canción– ¿Eres Nacho?

–No estoy para tus canciones. –suelto molesto

–¿En serio estás celoso por Diego?

–No. –respondo serio

–¿Pero?

–¿Por que debería de haber un pero?

–Joel.

–Ve tranquilo, cualquier cosa me llamas. –responde a los segundos

–Ok, nos vemos en unas horas.

–Cuídate.

–Te amo.

–Te amo más.

Al irse Erick me quedé envolviendo unos regalos para reyes, así ya me olvido de eso, y si encuentra un paquete de casualidad no sabrá que es.

Llamada de Ali:

–Habla Pimentel.

–Siempre cambiando los saludos

–Me gusta, pruebo cual queda mejor.

–¡Es genial! –suelta una pequeña risita– Llamaba para avisarte que en 30 minutos estamos ahí.

–¡Aquí los espero!

Llamada finalizada


Dejo el celular de lado, y me pongo a pensar en todo lo que ha pasado en mi vida, en todo lo que cambió y está por cambiar.

¿Y si me abrazas?   ~Joerick~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora