"Mía" con Kendall Schmidt♥

Capítulo 2

Toda la maldita tarde trabajando con Schmidt, y después de ese comentario, en verdad que me dejó helada.

Nunca pensé que el chico que me molesta desde que nos conocimos pudiera decir algo bueno de mí. Sorprendida era poco para mi estado actual.

Greta llegó más tarde junto con Jany. Me cuestionaron hasta más no poder.

Jany era nuestra vecina y mejor amiga de Greta. Siempre me ha tratado con dulzura y cariño, como una hermana. Ella se casará en poco tiempo con Gale, y esperamos en unos meses después a Inna, su bebé.

Tenía que ayudarla con los preparativos de su majestuosa boda y también al baby shower , todo en insoportables tonos pastel y rosa.

La boda iba a ser en su casa por lo que el jardín tenía que quedar aún más espectacular. Sería decorado con farolillos chinos, luces blancas y orquídeas. ¡Un tremendo derroche presupuestal!

¡Mi vestido, mi vestido, mi vestido!

Una dama de honor, con vestido blanco con morado y beige, y tacones de quince centímetros.

¡Vaya, Jany!

¿No pudiste escoger algo más...humano?

Me veía como la hueca de Wanda, la ex-novia de Logan, mi mejor amigo.

Y para acabar con esto, también tendremos que ayudar a la novia a maquillarse y esas cosas que tanto odio.

¿No podría quedarme en casa a ver una película, con mis Vans y unos jeans?

Obviamente Anahí y Santiago, mis padres, me iba a obligar a ir. Además de que Greta amenazaba cada dos minutos con asesinarme si no voy, y adoro a Jany como para fallarle.

Bueno, dejaré de lado todo este ridículo cuento y pasaré a lo que importa, que es mi historia con el idiota.

Tomé mi bolso y fui a la mansión Schmidt. Son aproximadamente 15 minutos desde mi casa.

Toqué el timbre y Kevin me abrió. Él es quizá el Schmidt más agradable, pues Kenneth es el "hijo de mami", Kendall el idiota y Kevin es un amor.

-Hola, hermosa.-besó mi mejilla.

-Hola, Kevin.-respondí su gesto.-¿Está Kendall por allí?

-Sí, en un minuto baja.-me dejó pasar.-Siéntate.

-Gracias.

Esperé por algunos minutos a que bajara cuando escuché voces. Por alguna razón, sentí la necesidad de esconderme pero era difícil y ridículo. ¿Dónde podría hacerlo, en todo caso?

-Sí, hermano.-rió un chico, James, creo que es su nombre.-Pero, ¿no crees que es momento de dejar atrás ese amor infantil?

-No, James.-dijo Kendall cansado.-Simplemente dejaré que el tiempo me de la razón.

-¡Ya es demasiado, Schmidt!

-¡Pero ahora Winston me dio una oportunidad!

-Solamente es un proyecto matemático, no la clave para que se enamore de ti.

-¡Puedo intentarlo!-se defendió Kendall. ¿De qué hablaban? -Ni siquiera sé por qué te conté, Maslow.

-Porqué soy tu mejor amigo.

-Eso es desgraciadamente cierto.-rieron ambos.

-Haz lo que quieras, hermano.-bufó el castaño.-Igual te apoyo.

-Gracias.-pude casi sentir su sonrisa.-Sé que antes de acabar el mes, ______ será mía.