Capítulo 9

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______ es mía. Todo fue tan rápido que resulta difícil asimilar; me aborrecía totalmente, y en tan sólo unas horas terminamos haciendo el amor de la manera más tierna que sé que puede existir. Hoy por la mañana amaneció enrroscada en mí, su cabello alborotado y sencillamente preciosa. Desayunamos juntos y después fuimos a casa de sus padres. Explicó una historia casi increíble pero que, pese a que dudaron, Anahí y Santiago creyeron. La lleve más tarde con Jany (sí, la que fingí como una diosa) para que se disculpara. Greta nos echó una mirada acosadora y sonrió con satisfacción, susurró algo a Jany y ambas rieron con las mejillas sonrojadas. _______ bufó y rodó sus lindos ojos, y cínicamente besé su mejilla. Las tres chicas me miraron con asombro y más color en el rostro que un tomate.-Hermosa.-pensé.

Salimos de allí unas horas después, casi a medio día, así que le pedí permiso a sus padres para llevarla a dar una vuelta y a almorzar. Con gusto aceptaron y me permitieron regresarla hasta las diez. Anahí me codeó justo antes de salir y susurró:-Cuídense, chicos.-como si supiera lo que ayer hicimos, pero bueno, no importa. Ó éso creo...

-¿Y a dónde iremos, Kendall?

-Un lugar, bonito, lindo. Tú sólo espera, linda.-sonreí.

-¿Puedo poner música?

-Claro. Busca en la parte trasera, hay algunos discos y ésas cosas.

-Gracias, lindo.-besó mi mejilla. Por pura inercia sonreí como un estúpido, y bueno, junto a ella tratándome así siempre lo hago.

Encontró un viejísimo disco de Kiss y reprodujo I was made for loving you. Cantó un poco los coros; cuando yo de reojo la miraba, se teñían de rosa sus mejillas y bajaba la mirada, pero no se desanimaba tanto como para dejar de cantar.

-Te ves hermosa siendo tú, siendo felíz, _______.-comenté.

-Sí, haciendo el ridículo en tu auto.-rió.-No es mucho tiempo desde que estoy contigo, pero me atrevería a decir que tú me haces felíz, Kendall.

-Tú a mí, linda, me haces el hombre más inmensamente felíz. Te amo, ______.

-Odio no poder aún responder lo mismo, Kendall. Pero no quiero jugar contigo, aunque ten por seguro que te quiero infinitamente y pronto, muy pronto diré lo mucho que te voy a amar.

-Me basta con tu cariño, linda. Éso es lo que me hace sentir bien.

-Te quiero.

-Te amo, princesa. Te amo, _______.-sonreí y besé sus labios rápidamente.

Después de casi cuarenta minutos de camino, llegamos a un restaurante campestre en las afueras de la ciudad. Tenía unas cabañas cerca y un lago muy lindo a unos metros. Pedimos lo que queríamos y platicamos de todo y de nada: de nuestro proyecto socioeconómico, de nuestras familias, sueños... en fin, soltamos varias cosas. Pagué la cuenta (pese a que no me dejaba ella hacerlo) y salimos a caminar por el lago. Ya estaba anocheciendo, pero con calidez. La abracé de la cintura y recargué mi cabeza en su hombro:-Oportunidades como ésta aparecen sólo una vez en la vida y cuando pasan, las debes de tomar con ambas manos y hacerlo en grande.-pensé justo antes de arrodillarme frente a ella y tomar sus manos entre las mías. Y sí, por fin me atrevería.

"Mía" con Kendall Schmidt♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora