¿Que yo qué?
Creo que no escuché muy bien, o eso creía hasta que lo repitió.
¿Qué hago en este momento?
Puedo fingir que no escuché nada y terminar con éste proyecto, entregarlo a Winston y librarme de Kendall y su ya fallido intento de conquista. O puedo encarar a Schmidt y hacerle saber que nunca caeré en su juego, que es tiempo perdido esto.
Pero la maldita cobardía me abordó.
Bajé la cabeza, casi recargándola en el sofá, buscando un refugio y escondite, a la espera de que James se fuera junto con Kendall. ¡Pero Kevin tuvo que llegar!
-Hermano, ¿dónde dejaste a ______?
-¿Qué?
-Ella llegó hace un rato, te iba a dar un trabajo o algo así.-comentó Kevin rascándose la nuca.
-¿______ está aquí?-dijo Kendall casi pálido.
-Sí, estaba esperándote.
-Oh, creo que lo escuchó, bro.-dijo James golpeando suavemente a Kendall en el hombro.
-¿______ escuchó qué, James?
-Nada, Kevin, los amoríos de tu hermanito.-rió el castaño.
-¿De qué habla Maslow, Kendall?
-Nada.-contestó nervioso. ¡Maldito hipócrita!-¿Dónde estaba ella cuando te fuiste, Kevin?
-Allí mismo, pero quizá te fue a buscar a tu habitación.
-De acuerdo, iré allá.
-Bien, tú sigue jugando al detective amoroso pero yo me voy, Schmidt.-bromeó James.-Luego te veo.
-Sí, adiós.-contestó desinteresadamente.
-Yo tengo que ir con Christy en veinte minutos, así que luego nos vemos.
-Ajá.-gritó Kendall subiendo las escaleras.-No quiero sobrinos aún, Kev.
-Gracioso.-rió con sarcasmo.
Me asomé desde mi escondite para ver que Kendall se alejara un poco. Salí lentamente, como ladrón en banco, hasta llegar al comedor. Me senté y fingí que jugaba con mi celular. Después de unos minutos, él apareció confundido y buscándome con la mirada.
Entró pensativo hasta donde yo estaba y sin ponerme una pizca de atención.
-¿Y si por fin le digo a ______?-dijo mordiéndose las uñas. Reí un poco por su distracción.
Bien, era hora de darle un pequeño susto.
-¿Qué me vas a decir por fin, Kendall?-hablé. Él dio un respingo y maldijo por lo bajo.
-Qué, qué, qué...-dijo nervioso.-¿Podemos poner la carpeta de color verde?
-¿Es enserio, Schmidt?-alcé una ceja.-¿Importa tanto el color de una carpeta?
-Sí.-contestó sonando más bien como una pregunta.
-Hazlo cómo quieras, ¿vale?
-Supongo que gracias, ______.
-Necesito que leas esto y me des tu maravillosa opinión.-le entregué unas hojas.
-Como tú lo hayas hecho estará bien.-sonrió tímido.
-Da lo mismo, quiero que lo leas.
-¿Realmente te interesa tanto mi opinión, linda?
-¿Realmente te interesa mi interés por tu opinión?
-¿Qué?-rió.
-Nada, sencillamente quiero que leas el estúpido trabajo.
-¡Woah!-alzó las manos.-¿Por qué tan agresiva, linda?
-Me jode que me digas como linda, y lo sabes.
-Entonces deja de serlo.
-¡Yo no soy linda!
-Sí que lo eres.
-Soy horrenda.
-¡Maldita sea, tú eres perfectamente hermosa!
-Cállate, soy un asco.
-No, tú eres preciosa.
Me paré enfrente de él y le mostré mi dedo anular.
-Toma tu hermosura.-sonreí irónica.
-Sigues siendo perfecta.
-¡Muérete, Kendall!
-No podrías vivir sin mí.
-Me harías un favor si desapareces de mi vida.
-Sabes que me amas.
-Podrías lanzarte de un puente o algo parecido.
-Tú me quieres aunque lo ocultes.
-O quizá desde un edificio, depende de cómo quieras morir.
-Amas que yo te quiera.
-¿Sabes nadar? Porqué también sería útil un escapismo fallido.
-¡Te quiero, _______!
-¿Qué?-por fin preste atención a sus palabras.-¿Qué mierda dices, Kendall?
-Te quiero.-me tomó de las mejillas rápidamente y me besó.
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"Mía" con Kendall Schmidt♥
Fanfiction(Novela) (Terminada) Género: Romántica//Perversión//Fanfic. Original de MarieBurge.