Seokjin❤ [3]

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Quiero respirar, odio esta noche
Quiero despertar, odio este sueño
Estoy atrapado dentro de mi mismo y estoy muerto
No quiero estar solo, sólo quiero ser tuyo
¿Por qué está tan oscuro cuando no estás? Es peligroso lo derrumbado que estoy
Sálvame porque no puedo controlarme
Dame tu mano, sálvame, necesito tu amor antes de que caiga
Save Me

La apariencia que solía guardar Seokjin de chico perfecto se había caído hace mucho. Se había quebrado por completo, trayendo consigo una marea de inseguridades que había conseguido retener detrás de esa barrera por mucho tiempo.

De un momento a otro se había venido abajo, se había deteriorado por completo, estaba tan acabado, y ya no había nadie que lo salvara.

Desde hace dos meses atrás Seokjin incluso se cortaba, sus muñecas parecían una jaula debido a la gran cantidad de cuadros que las rodeaban, y eso no distaba de como se sentía, atrapado y encerrado dentro de sí mismo. Por un momento, mientras la sangre corría por sus brazos, por ese pequeño momento mientras ardía y dolía como el infierno, por ese pequeño momento, se sentía libre, liberado de sus voces internas por escasos pero gloriosos segundos, por ese pequeño momento entonces su dolor físico superaba su dolor interno, y le encantaba. Por ese pequeño momento Seokjin se sentía aliviado, quizás incluso extasiado con la sensación tan pasajera de tranquilidad que le daba.

Se había vuelto adicto a ello. Se habla vuelto adicto a esos pequeños momentos.

Pero no era suficiente, ese pequeño momento no era suficiente, la sangre corriendo nunca era suficiente, porque su dolor cada vez era más profundo, sus voces cada vez más potentes, y nadie lo ayudaba, nadie lo rescataba de sí mismo.

Hace 8 meses, Seokjin había conocido a la chica más maravillosa de todas. Él podía jurar que cada vez que sonreía el sol sentía envidia de ella, pues su sonrisa alumbraba mucho más que el sol en todo su esplendor. Era tan hermosa, tan pura, tan sensible, tan amorosa, estaba tan llena de vida y de colores, parecía que no conocía los grises, pues por donde pasaba dejaba un rastro de luz. Seokjin había visto en ella una heroína.

Una salvadora...

En ese momento el aún no había caído, a pesar de que estaba podrido por dentro se esforzaba por mantener su desastre oculto detrás de una sonrisa, y nadie jamás sospecharia nada. Cualquiera que lo viera en ese entonces habría dicho que era un chico lleno de aspiraciones, perfecto y lleno de vida, pues era lo que daba a demostrar. Si tan sólo supieran que él ponía de todo su empeño solo para salir de la cama cada día...

Ella había alumbrado la oscuridad donde se había metido Seokjin hace mucho, y entonces por un momento pensó que quizás no era tan malo, que quizás tenía cosas buenas, pues ella las veía. Lástima que él no lo hiciera. Lástima que cada vez que ella susurraba palabras amorosas a sus oídos y cumplidos él creyera que eran mentiras. Si tan solo se hubiese visto con los ojos con los que lo veía ella.

A su lado, Seokjin se sintió más vivo de lo que se había sentido en 5 años, a su lado los días habían recobrado sentido, a su lado el mundo no parecía tan malo después de todo, a su lado Seokjin descubrió razones para seguir viviendo. Se descubrió a sí mismo otra vez, y descubrió un lado que había dado por muerto, un pequeño lado dentro de todo el desastre que era.

Pero su flor era tan hermosa, y Seokjin estaba tan roto...

Él la amaba tanto, tanto como para no querer mancharla, tanto como para no querer amarrarla a él, tanto como para salvarla del desastre que era él.

Si tan sólo él hubiese sabido que ella podía desaparecer sus días oscuros, entonces no la habría dejado ir. Si tan sólo él hubiese sabido que ella quería enfrentar todos sus demonios entonces no le hubiese pedido que se marchara. Si tan sólo él hubiese sabido que ella estaba dispuesta a permanecer despierta con él cuando sus pesadillas lo alcanzaran a mitad de la noche, entonces él se habría aferrado a ella.

Pero él nunca lo supo, y ella se marchó.

Desde entonces, cualquier fachada que él sostuviera se volvió insostenible, desde entonces sólo había caído en un abismo que no parecía tener fin, pues cuando creía que había tocado fondo algo nuevo le demostraba que no era así, que era posible estar más profundo. Desde entonces nadie lo podía salvar.

Seokjin tenía miedo de si mismo, le aterraba los pensamientos que invadían su mente en las noches y los intentaba callar como fuera, pero no podía escapar de sí mismo.

Estaba atrapado.

Odiaba las pesadillas, pero no podía escapar. Desde que ella se había ido sus días se habían vuelto noches sin fin. Había perdido incluso el control de sí mismo.

Él quería gritar: sálvame, necesito tu amor antes de que caiga.

Pero ya no había nadie que escuchara.

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Sí, está corto, lo sé. Pero pensé que no era necesario agregar más.

De verdad es difícil escribir estas cosas, me hacen conectarme con un lado oscuro de mi misma, pero está bien que salga.

Espero que voten y me den sus opiniones❤

El siguiente shot si es más alegre pues es ship, y será con mi amado Jikook❤

Kisses.

BTS One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora