Yoongi❤ [1]

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Cuando desperté, allí estaba él. Su piel aun brillaba gracias al sol que iluminaba las gotitas de sudor esparcidas por su cuerpo. Su cabello negro como el carbón se había pegado a su frente, su respiración era tranquila, lenta, pausada; incluso dormido lucía tan bello como siempre, tan tranquilo, inmutable.

En mi mente aún seguían frescos los recuerdos de la noche anterior. Pase mi mano derecha por mi brazo y recordé la manera en la que el había pasado su mano por allí, su dedo recorriéndolo de arriba a abajo, haciendo mi piel estremecer y erizarse, cada parte que tocaban sus dedos ardía, pedía más de su contacto.

Toque mi cuello, y ardió. Recordé como sus labios se habían posado allí, como su lengua lo había recorrido, como sus dientes lo mordían, la manera en la que mis jadeos salían sin control y mis manos se aferraban a su espalda.

Mis labios ardieron como brazas cuando las yemas de mis dedos hicieron contacto con ellos; Yoongi definitivamente había dejado su marca en ellos, los había mordido, los había explorado con su hábil lengua, había recorrido cada parte de ellos y ellos pedían más. Nunca era suficiente de sus besos. Nunca era suficiente de su contacto. Nunca era suficiente de su piel. Nunca era suficiente de Yoongi.

Mi mente trajo a colocación la forma en la que sus hábiles manos habían recorrido mi cuerpo entero, cada curva la había resaltado, se había encargado y le había dado un especial trato a cada parte. Nuestros cuerpos se acoplaban a la perfección, y en el silencio solo se escuchaba nuestros cuerpos colisionando, nuestros jadeos entrecortados.

Sus gotas de sudor se mezclaban con las mías, su mirada permanecía fija en mi mientras me embestían una y otra vez, una mas intensa que la otra. Mi espalda se arqueaba en respuesta a la misma vez que mi respiración se hacía mas agitada, Yoongi mantenía su ritmo implacable, y simplemente me encantaba. Me dominaba, me sometía, y me recordaba al oído que era suya, de nadie más.

Siguió su ritmo desenfrenado hasta que ambos llegamos juntos al éxtasis, su frente pego con la mía, y su pecho que subía y bajaba frenéticamente comenzaba a disminuir su ritmo. Me dio un largo y dulce beso en los labios, sabía a gloria.

-Jamás podría cansarme de ti -susurro contra mis labios una vez que se alejo.

-¿Enserio? Porque yo creo que estas actividades recreativas te dejan bastante cansado -le respondí pícaramente.

Me dedicó una mirada lasciva y respondió:

-No me tientes, cariño. Fácilmente podría tomarte otra vez, y estoy seguro de que no pondrías ningún tipo de resistencia.

-¿Que te hace estar tan seguro? -pregunte desafiante.

-Pues fácil, te encanta que lo haga -me besó con exigencia y yo no puse ningún tipo de resistencia, Yoongi sabía exactamente por donde atacarme.

Hablamos durante un rato, pero el sueño nos venció, y me sentí complacida de quedarme dormida entre sus brazos.

Yoongi se removió en la cama, sus ojos comenzaron a abrir lentamente. Paso una mano por su cabello, y una sonrisa perezosa se plasmo en su cara al verme.

-Hasta despeinada luces increíblemente sexy -murmuro cerca de mi oreja con voz ronca, una corriente recorrió todo mi cuerpo.

-Pues tu tampoco te ves nada mal

-Nena, yo nunca luzco mal -respondió al mismo tiempo que me guiñaba un ojo.

Le di un ligero golpe en el hombro, el cual acompañe con una mirada asesina, lo cual solo le causo gracia.

-Tambien te ves hermosa incluso cuando tus ojos parecieran querer destruir medio universo -dijo riendo mientras rodeaba mi cintura con fuerza y daba un beso en mi mejilla.

Tome la sabana y la aferre a mi cuerpo, mientras intentaba levantarme para ir a darme un baño.

-Mmmm... quedate aquí -dijo atrayendome nuevamente a su cuerpo haciendo un puchero encantador.

-No podemos quedarnos todo el día en la cama, me voy a dar una ducha -dije mientras le daba un casto beso en los labios.

-¿Te acompaño? -preguntó en un tono seductor.

-Bobo -respondí sacándole la lengua.

Intente levantarme otra vez, y esta vez me dejó, pero no de la forma que yo esperaba. Se levanto rápidamente y me tomo por los muslos hasta ponerme sobre su hombro. No me malinterpreten, desde allí tenía una perfecta vista de su trasero que me hizo morderme los labios intensamente, así que no puse objeción, su trasero me tenía embelesada.

Mi mente salio de embelesamiento cuando escuche que la puerta se abrió. Y no, no era la del baño.

-!YOONGI! ¿¡QUE RAYOS HACES!? -pregunte alterada, pero el no respondía, seguía caminando-. ¡YOONGI!

-Ya, calma, solo quiero darte algo -dijo calmado.

Entramos a un cuarto, el llamado cuarto de fotos. Una pared estaba llena de fotos de nosotros juntos. Fue tan extraño verme en todas esas fotos, pero Yoongi las mejoraba en gran manera; cada una de un día diferente. Todos los días a su lado, eran para recordar, todos merecían estar enmarcados en una fotografía.

Me bajo lentamente, y yo seguía observando las fotos mientras el revolvía algunas cosas buscando algo.

-Nena...

-Dime -dije mientras volteaba a verlo.

-Quiero darte esto -dijo entregándome lo que parecía ser un libro. Lo aferre a mi pecho.

-Yoongi... Esto es un gran detalle de tu parte -dije mientras lo observaba, dedicándole una de mis mejores sonrisas.

-Mira dentro -dijo ansioso.

Abrí el libro, y estaba en blanco. Mi mirada fue de pura confusión.

-Esta en blanco, lo se. Y es por una razón. Se que amas leer, y quiero que acá, en este libro, escribas nuestra historia. Porque, al igual que todas estas fotos, merece ser enmarcada. No es suficiente con que leas todas esas historias, quiero que las vivas. Quiero hacerte vivirlas. Quiero ser el que te haga suspirar. Quiero ser el que vuelva realidad todo lo que lees en esas historias -dijo con una mirada pervertida-. Quiero ser tu historia, una historia sin fin.

-Yoongi yo...

No sabía que decir, mis ojos se cristalizaron inmediatamente. ¿Y como no hacerlo? Aquel hombre me había dado el mejor regalo de todos. Lo abrace inmediatamente y el deposito un beso en mi cabello, me tomo de la barbilla y me miro con esos condenados ojos que me desorbitaban, que me ponían en un estado pudin, derritiendo mi cerebro. Me beso suave y al separarse dijo:

-Este, es solo el comienzo de nuestra historia.

BTS One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora