Capítulo 45

818 85 1
                                    

- Espero haber llegado a tiempo.

- ¿Qué...? - Me quedo sin habla.

- Feliz cumpleaños. - sonríe encogiéndose de hombros, mi vista se centra en alguien detrás de él. Era una chica rubia esperando en un auto. - ¿Podemos hablar? Por fin noté que...

- ¡¿Qué demonios haces aquí, Dave?! Primero dices que tienes mucho qué hacer por el mundo... - lo miro directamente a los ojos. - ¡¿Qué demonios haces aquí?! ¡Tienes cosas muy importantes las cuales hacer, ¿no?!

- Anne, yo...

- ¿Por qué vienes en el momento menos indicado? - pregunto con lágrimas en los ojos.

- Anne. - volteo al escuchar mi nombre y veo a James bajando de su auto acercándose a nosotros. - Dave... Pensé que estabas en Canadá.

En primer lugar, ¿por qué pensé que fue James el que me mandó el mensaje? Quizás porque James tiene dos teléfonos, uno que usa para su trabajo y el otro es personal... Evidentemente, no tengo el de su trabajo. En segundo lugar... ¡¿Qué demonios hace Dave aquí?! Además está con esa chica... Mi estabilidad emocional y las citas con la psicóloga a la basura. ¡Gracias!

- Que bueno que pienses, antes respondías de golpe.

- ¿Todo bien?

- No sé, tú dime. - frunzo el ceño.

- ¿En serio? - pregunto irónica. - Vienes a mi casa, el día de mi cumpleaños... ¿Y te portas así con James?

- Tu novio, ¿no? - Lo quiero matar... ¡Lo quiero matar! - Sé porqué estás con él, Anne. Tú misma me lo dijiste.

- ¡Dave, sólo lárgate! - cierro la puerta de mi casa. - Sácame de aquí, por favor. - Él asiente.

- ¡Hablaré contigo luego!

- ¡Púdrete! - le enseño mi hermoso dedo del medio.

- ¡No quería que fuera así, pero no tuve otra opción! ¡Sigue esforzándote, hermosa! - volteo sobre mi hombro unos segundos y luego veo a James. Él miraba a Dave, mientras abría la puerta del auto.

Coloco mi mano sobre la suya y niego con la cabeza como diciendo que solo lo ignore. James sube al auto, lo enciende y arranca.

Cierro los ojos y me recuesto sobre el asiento.

¿Por qué tuvo que venir? Aún no deja de gustarme y maldita sea... Todo esto es mi culpa, gracias a que propuse arriesgarnos en un principio.

- Aún te gusta, ¿cierto? - lo miro. - Tranquila, me lo advertiste y entiendo.

Advertir, advertir, advertir... ¡Estoy cansada de esa maldita palabra!

- Que me siga gustando no significa que quiera una relación con él. - «¡Mientes! Le mientes a él y te mientes a ti misma.» - Además, es un descarado. No sé si notaste que había una chica en el auto en el que venía. - niega con la cabeza. - Sólo quería un poco de paz para este día, apenas inicia y ya se está yendo todo a la mierda.

- Ehhh... Puede que pueda arreglarlo. - me mira un par de segundos. - ¿No te preguntas que hago aquí si hace unos segundos me fui?

- Es cierto... ¿Qué haces aquí? - sonríe.

- Pues... Todos queremos compañía el día de nuestros cumpleaños, así que... ¿Qué te parece si vamos a algún lugar? No lo tenía planeado, pero a dónde tú quieras iremos.

- Sé que es muy muy tarde, pero quisiera estar con mis abuelos.

- Vaya impresión tendrán de mí al llevarte a esta hora. - sonrío. - Pero está bien, vamos.

¿Quieres saber quién soy? | (Saga Sueños)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora