Prólogo
Para la hermana Consuelo, de 26 años con la piel ya demacrada y arrugas en la frente de tanto fruncir el ceño, se le estaba acabando la paciencia.
Ella estaba temporalmente a cargo de el orfanato ya que la Madre Superiora se encontraba gravemente enferma, y ahora mismo se preguntaba como había llegado a parar allí, con una panda de críos que no los quiere nadie y con ella teniendo que aguantar su lloriqueo.
Recordó como se llamaba el recinto que ahora pisaba: Orfanato de Santa Maria de los Desamparados. Se llevo la mano en la frente y empezó a señarse.
-Perdone padre estos pensamientos indebidos -volvió a coger su rosario y a rodar una de las bolitas-. Usted, Dios, me ha puesto aquí para guiar a los nuevos niños a sus brazos, y eso mismo estoy pensando hacer.
El orfanato religioso no contaba con demasiados niños, pero los pocos que había se cuidaban unos a otros. Las monjas podían llegar a ser demasiado estrictas en cuanto se requiere consolación.
Ese día, el 31 de octubre de 1981, un repiqueteo en la puerta principal la hizo bajar a regañadientes hasta el vestíbulo sobre las doce de la noche. Con la túnica torcida y un zapato desabrochado.
Abrió la puerta y estuvo a punto de cerrarla si no hubiera bajado la mirada. Un bulto enrollado con una manta blanca.
Se agacho, y frunció el ceño, un bebe de no mas de un año con un trozo d papel desigual y arrugado con unas letras que, por como habían sido escritas con la tinta negra, habían sido rápidamente garabateadas.
Lilianne
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Lilianne y la Piedra filosofal
FanfictionLilianne, confinada en unas cuatro paredes de lo que ha sido su hogar durante once años. Apartada por sus sucesos inexplicables hasta que un día, un hombre entrara en su infierno entregandole la libertad en forma de carta. Bienvenida a Ho...