Capítulo 14

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A través de la trampilla

     Mi travesía por el bosque había ido de maravilla. Soltando la parte donde mataron al unicornio y, lo más espeluznante: al llegar a mi habitación descubrí que el mordisco de mi brazo era de un humano. 

     Era extremadamente extraño, al igual que la actitud de Harry, Hermione y Ron hacia mi persona. Me seguían por los pasillos, y cuando me giraba hacían como si nada. Hasta que me cansé. 

     Esperé detrás de una columna y ellos pasaron de largo.

     -La hemos perdido otra vez -maldijo Harry-. Como puede moverse tan rápido por los pasillos?

     -Puede que se haya dado cuenta de que la seguimos -rodé los ojos ante el comentario de Ron.

     -Pues claro que nos ha visto -agradecí la confianza de Hermione-. Hemos sido demasiado obvios. 

     -Pero tenemos que hablar con ella -insistió Harry-. Ya la oíste en el bosque, lo sabe todo. Puede que incluso lo de Fluffy. 

     -No lo creo -rechazó Ron-. Dijo que no era Snape, y si lo supiera ya lo habría dicho a sus compañeros de casa. 

     -No -intervino Hermione-. No parece esa clase de gente. 

     -Eso es porque no parece humana -la zarandeó Ron-. ¿Acaso no te fijas en su cara cada vez que la ves? Parece no tener sentimientos, está siempre seria. Estática, como un cachivache de esos muggles que fascinan a papá. 

    -Se llaman robots, y por eso mismo pienso que no se lo ha dicho a nadie -el tono de Harry prometía más información-. Tu no la viste en el bosque Ron. Cuando nos lo dijo todo, habló de forma pomposa, ella dijo que nos estaba dando una pista.

     -¿Una pista? -entonces abrió los ojos el pelirrojo- Puede que intentara deciros que Snape no quiere la piedra para él, sino para Quien-vosotros-sabéis. Ella ya lo sabía antes que vosotros.

     Quería pegarles en la cara. Me refería a que el profesor Snape no tenía nada que ver, sino Quirrell. 

     -Si -confirmó Hermione-. Y a demás fue la primera vez que vimos una mueca que no fuera seriedad. Lo dijo torciendo una sonrisa, pero no amable si no burlona y terrorífica. Para ella todo esto es un juego.

     Ron se quedó unos segundos mirando a sus compañeros, pensando en sus palabras. Parecía que se iba a reír, pero la seriedad en los rostros de sus amigos le izo retractarse.

     -Si es cierto lo que decís -habló finalmente el pelirrojo-, aún hay más motivos para hablar con ella.

     -Yo ya expuse mi opinión -empezaron a irse-. Creo que en realidad es buena persona.

     -Vamos Hermione -oí de lejos a Ron-, solo porque en el baño de las chicas ella te...

     Y ahí la conversación se quedó. Era interesante la forma de verme que tenían. 

     Para Hermione era alguien que miraba el terreno de juego estudiando los movimientos, pero que estaba de su lado. Ron pensaba que era un robot sin sentimientos que se turnaba la personalidad con un perro faldero de Slytherin. Y Harry era el más fácil: el no sabía que pensar de mí.

     Las semanas siguientes, los exámenes se hicieron notar.

     Hacía mucho calor, en especial en el aula grande donde se examinaban por escrito. Nos entregaron plumas nuevas, especiales, que habían sido hechizadas con un encantamiento antitrampa. Muy bien pensado. 

Lilianne y la Piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora