The Big Four in Evillious Chronicles {AU}

-• End of the Evil Eater •-

Capítulo IX

Gula: Fin de la Malévola Devoradora

-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-

Narra Merida:

Aún me sentía completamente arrepentida por haberme comido a Once-ler, lo que más me sorprendía era el hecho de que por primera vez pruebo la carne humana...¿Porque siento esta sensación...de querer saborearla más?...no lo sabia todavía...

- Ama ¿Le sucede algo? -preguntó Pollo viéndome-.

- ¿Qué? -pregunté ya que estaba distraída-.

- Ama, es muy extraño que no le gustase ese platillo tan especial -decía Arte poniendo un puchero triste-.

- No es eso...solo que sigo algo insatisfecha... -respondí para no preocupar a ambos-.

- Oh, pues ese era el problema -contestó Arte sonriendo-.

- No se preocupe Ama, dentro de un rato le traeremos más -asumió Pollo-.

- Grandioso ¿Díganme que más tienen para mí hoy? -pregunté animándome un poco-.

- Bueno Ama, por ahora tenemos los siguientes platos: Ensalada Caprichosa con algunas partes restantes del traidor, más que nada cabellos suyos, también tenemos Pasta Larga y Fina ¡muy larga y muy fina!, Plato de hongos bañados de...eso deberá de descubrirlo por su cuenta ya que es una sorpresa, también tenemos Galette Mugrienta al estilo Ratatouille, Sopa de hígados que también vienen siendo sorpresa y de bebida un Vino rojo y muy espeso como la Sangre -hablo Arte entusiasmada-.

- ¿Eso ya es todo? -pregunté-.

- Si, perdona Ama...pero fue lo mejor que se nos ocurrió -contestó Pollo desanimado-.

- No importa, después de todo, me interesa un montón lo que comeré esta noche -respondí alegre-.

Ya desde aquel día, todo parecía que ya volvió a los días normales de siempre, conmigo tragando cualquier cosa que me apetezca, comidas, cosas que no son comidas y quien sabe...platillos más interesantes de probar diría yo...y claro estando al lado de mis dos leales sirvientes, seguía extrañando la pequeña compañía de Once-ler en esta casa, pero ya con el tiempo se me pasó y volví a sentirme bien. Todo marchaba bien como siempre, hasta que un día...

- ¡Ama, Ama! -exclamaron Arte y Pollo corriendo hacia mi-.

- ¿Qué pasó, sucedió algo malo? -pregunté viéndolos-.

- ¡Tenemos noticias terribles Ama! -exclamó Pollo-.

- ¡Ya no nos queda nada de alimentos en el almacén! -asumió Arte-.

- ¿Podrían ser más claros por favor? -volví a preguntar-.

- ¡Ósea, ya no nos quedan condimentos, verduras, frutas, hortalizas, granos y carne de pollo, ganado y res! -respondió Pollo- ¡Nos preocupamos por el hecho de que te sentirás devastada de no tener comida suficiente!