Mi nueva suit privada

733 25 4
                                    

Había escuchado a unos doctores decir que una cama esta desocupada en piso y solo puede subir el paciente más grave. Lamentablemente era yo el más grave.

Mamá me estaba esperando en mi nueva suit, cuando entre al cuarto donde esperaría para que me operaran, lo primero que vi fue una cama oxidada y una ventana sucia, donde se miraban los espectaculares de la ciudad de México.

Había en la misma habitación 3 personas postradas en una cama y cada uno con sus familiares, un señor llamado don Juan; con un carácter fuerte, enojon y todo el tiempo hablaba por teléfono. El lamentablemente tenía una pierna lastimada. Su esposa doña Tina lo acompañaba; ella era muy simpática, carismática y animaba a los demás pacientes que se encontraban dentro de la habitación.

Esa noche mamá lloró, mis hermanitas se rompieron, todo se salió de control; éramos una familia rota, mi voz se quebrantó y quería llorar, mi alma se rompió.

El teléfono de mamá empezó a sonar, ella estaba a un lado mío sentada, era la primera noche que mamá me acompañaba, me sorprendió que mamá  recibiera muchas llamadas, el teléfono no paraba de sonar la gente preguntaba cómo estaba, era extraño por qué nunca antes tanta gente se había preocupado por mi.

Esa noche platique con muchas personas y todos me dijeron una cosa en común:

" Que todo iba a estar bien"

Terminando de platicar y de explicar lo que había sucedido a los que preguntaban por mí, me concentré en mis pensamientos.

No sé lo que es lo que va a pasar mañana, pero creo en un Dios que ha prometido estar junto a mí, todos los días de mi vida.

Mamá se acostó en el piso frío a un lado de mi cama y se puso su bolso cómo almohada y se quedó dormida.

Me preguntaba despacito porqué nunca le había escrito a mamá, me gustaría decirle que nada le alcanza, que no hay algo que le haga justicia a la fuerza con la que se levanta cada mañana, nos sonríe y hace como si el mundo  no lo fuera llevando en la espalda.  Querría contarle que su sonrisa es lo que me hace seguir adelante, superar mis miedos, vencer dragones, y creerme un príncipe y guerrero al mismo tiempo.  Intento describir el sentimiento de tenerle en mi vida, pero es que es tan sublime y brutal a la vez que me es imposible hacerlo.  No te preocupes, que yo siempre te llevo conmigo, a donde quiera que llore, y a donde quiera que triunfe, está a mi lado, mientras me hace sentir la persona más importante del universo.  Ojalá pudiera verse con mis ojos, y mirar que todo es perfecto si ella está.  Que si no fuera por ella, yo no estaría aquí, así de sencillo.  Gracias, mamá.

Aun tenía el collarín en el cuello era muy incómodo, me lastimaba al igual que la dura cama donde me encontraba postrado y no podía dormir; hice lo que pude para entrar en descanso pero era imposible por el miedo que sentía dentro de mi, pensaba en la escuela y las tareas que tenía pendientes, pensaba en mi concurso de oratoria, pensaba en el trabajo y los zapatos que dejé en el casillero, pensaba en mi cámara y donde había dejado el cargador, pensaba en mi celular perdido y las fotografías que tenía en el, pensaba tantas cosas que no me dejaban dormir.

—¡Buenos días! Mi nombre es Bety y voy hacer su enfermera y ya despiértense que no están de vacaciones —dijo una enfermera con voz enojada.

Después de un rato se acercó Bety y me pregunto qué si ya me había bañado a lo cual yo le respondí que no y se retiró para preparar las cosas para bañarme.

—Hoy te toca baño.-dijo el camillero mientras me llevaba al baño en la camilla.—No por favor, qué pena! Me quito de encima la sábana y después me despojo de la bata blanca que cubría mi cuerpo desnudó y me pasó a la tina.

Me llene de impotencia y vergüenza al ver que la enfermera y una pasante vieran mi miembro rasurado.

—¿Y ese asunto tan rasurado?.—preguntó la enfermera.
—yo me quedé callado y avergonzado.
—Es por higiene.=respondió el camillero por mi.
—yo me reí mientras me secaban.

Cuando me terminaron de bañar me llevaron a mi cama para que descansara.

Lo bueno de mi suit era que en todo momento podía entrar y salir familiares; una amiga me sorprendió con su presencia en la habitación "Nisdel" es su nombre, una muchacha de ojos verdes y todo el tiempo sonreía; en ese momento no podía explicarme como había podido entrar en la habitación donde me encontraba, si solo mayores de edad podían entrar y ella apenas tenía 16 años.

La vi con sus ojitos verdes y su sonrisa ladeada. Sabía que estaba prohibida porque hay cosas que simplemente está mal hacer. Pero ella brillaba, su piel suave y su voz profunda me parecían irresistibles hasta un punto en que sentí que ya era mía, que la había sido siempre, que no había forma de huir de ella y su encantadora alma sincera, yo estaba en mi cama mirando el techo con una sonrisa estúpida de oreja a oreja mientras hablábamos de cualquier idiotez, ella medio ánimos y me dijo que todo estaría bien, de la misma manera su mamá y su papá entraron.

La mamá de Nysdel me hizo una oración y me dijo que no me preocupara al igual que su papá. Yo no los conocía muy bien, solamente los había visto una vez en mi vida.

Después de unos minutos me lleve una gran sorpresa; yo estaba quedándome dormido cuando escuché en un susurro mi nombre.
—Uli, Uli, Uli despierta —me susurró al oído con una voz muy tierna.
Yo abrí mis ojos y la vi; era mi novia me emocioné por qué no podía creer que ella estuviera enfrente de mi, en una ciudad tan lejana.

–¿Que haces a qui? –le pregunté sonriendo.
– ¿Como que, qué hago aquí? pues vine a verte, vine a ver a mi hermoso novio, ¡me preocupo!
–¿Y cómo llegaste aquí? ¿quien te trajo? –le pregunté
–les comente a mis papás que si me podían traer y aquí estoy, pero eso no importa mejor dime ¿cómo estás? ¿cómo te sientes?
–Yo creo que estoy bien, pero me duele mucho el cuello, y no siento mi cuerpo del pecho para abajo, ni siquiera puedo mover las manos. La verdad nose por qué no siento la mayoría de mi cuerpo –le contes un poco triste

Seguimos hablando durante una hora; y me contó todo lo que había sufrido cuando se enteró de la noticia, y también todo lo que tubo que hacer para estar ahí, después me abrazo y nos tomamos una fotografía para después despedirse.

Después de unos 15 minutos entro mi hermana mayor "Tamara" la que todo el tiempo a estado al pendiente de mí al igual que mis otras hermanas "Birsabit y Fátima" ellas lloraron al verme.

Por último entró por la puerta de la habitación Paco "el novio de mi hermana mayor", el me miró y me dijo que el iba a estar conmigo y que no me preocupara.

14 de Mayo del 2017

El arte de vivir en una silla de ruedasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora