Capítulo 23 - ¿Amigos?

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Con el plug metido en la boca, YoonGi casi no era capaz de retener sus gemidos al sufrir las fuertes embestidas de su dominante. Mantenía las manos apoyadas en la pared de baldosas de aquel frío baño para mantener el equilibrio mientras HoSeok le penetraba duramente una y otra vez. Los pantalones y el suspensorio por las rodillas. HoSeok sostenía en una mano la jaula para el pene de YoonGi y en la otra masturbaba a su sumiso enérgicamente. YoonGi no tardó en correrse. El miembro de HoSeok golpeaba certeramente en su prostata. HoSeok eyaculó poco después que él. Entonces, antes de salir de su interior, retiró el plug de la boca de YoonGi y este jadeó exhausto por el fuerte y rápido encuentro.

- ¿Se siente caliente mi esperma, bebé?

- Si, señor. Es agradable sentirlo dentro.

- Pues vas a sentirlo por un buen rato. - Le advirtió. Usando su propio semen como lubricación, introdujo de nuevo el plug en la ahora sensible y maltratada entrada de YoonGi. Después le dio la vuelta y le empotró la espalda contra la pared dejándole sin aliento. Le besó con fuerza. Su lengua resultaba tan abrumadora que YoonGi sólo podía pensar en lo poderosa que era dentro de su boca. Mientras, con sus habilidosas manos, HoSeok le colocó la jaula para el pene sin dejar de devorarle. Antes de cerrarla se separó de él.

- Respira. - Dijo cerrando el candado. - Recupera el aliento. - Le aconsejó. - Lo he apretado un poco más que antes así que calmate y no pienses en cosas atrevidas o vas a tener un problema aquí abajo. - Dijo sonriente.

Pero ahora, con esas palabras resonando en su cabeza y con la constante presión en sus zonas erógenas resultaba muy difícil mantenerse cuerdo en medio de la aburrida clase de economía. YoonGi cogió el móvil, escribió un mensaje a HoSeok y observó la reacción de su dominante. Tuvo que morderse el labio para no reír cuando le vio, desde el fondo de la clase, atragantarse con su propia saliva y toser violentamente al haberse sorprendido con el mensaje.

- ¿Se encuentra bien, señor Jung? - Le preguntó la profesora.

- Sí, sólo me dio tos. - Formuló disculpándose. Y en cuanto todo volvió a la normalidad, HoSeok se giró hacia su sumiso, quien le miró de reojo y le otorgó una sonrisa pícara, de refilón. Lo último que esperaba era leer: "Te quiero dentro", en medio de clase. HoSeok volvió a coger el móvil disimuladamente y le respondió.

"Vas a pagármelas. Eso no se hace, bebé travieso"

"Como usted diga, señor", respondió.

Sumidos en sí mismos, ninguno de los dos se percató de que había dos personas muy observadoras, que se estaban percatando de sus miradas cómplices.

Tres clases aburridas más y YoonGi hacía rato que se sentía incómodo. No podía concentrarse en los estudios aunque lo intentase para complacer a HoSeok. El lubricante que HoSeok había usado esa vez no eran tan eficaz como el que había usado en la mañana. De hecho, YoonGi no se había vuelto a ofrecer voluntario para levantarse o salir a la pizarra más veces debido a eso. O quizá, eso le sirvió como excusa, porque aún no se sentía cómodo con ese tipo de situaciones.

Ya no quedaba demasiado para el descanso de la comida y YoonGi volvió a escribir a su dominante:

"Señor, mis juguetes empiezan a ser incómodos. Me siento irritado. ¿Va a quitármelos para la clase de gimnasia?"

HoSeok no tardó en responder:

"Te voy a dar la llave de la jaula de castidad y te vas a quitar tus juguetitos durante la comida. Luego hablaremos de qué ocurrirá durante la clase de gimansia."

La respuesta de YoonGi tampoco se hizo esperar:

"¿No va a ayudarme a quitármelos? Aún le necesito. Mucho."

Sumisión ocultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora