La mejor amiga de mi hermana • (AU Supercorp)

Capitulo 1 "Primer día de clases"

Primer día de clases, me emociona y me asusta a la vez ya que no estoy segura si será normal como los anteriores, o quizás será un asco ¿quién sabe?.

Mientras pensaba eso, mamá estaba peleando conmigo e intentando sacarme a rastras de la cama, el primer día siempre era un lío para mi.

-Mueve tu enorme culo, Kara. Se nos hace tarde- Alex entró de golpe a mi habitación, como siempre. Esa chica no conoce la privacidad.

-¿Te di permiso de entrar a mi santuario?- Pregunté levantandome de golpe y dejando a mamá con la boca abierta por la rapidez en que lo hice- Vayan saliendo las dos, juntas como hermanas y miembros de una iglesia- Tomé a ambas del brazo y las llevé hasta el pasillo.

-¿Acaso podemos encontrar un juguetito o algo?- Preguntó mi hermana con una sonrisa traviesa mientras movía las cejas de manera juguetona.

-¡No seas asquerosa!, yo no uso esas cosas del demonio- Con una mueca de desagrado tomé la perilla de la puerta preparándome para cerrarla.

-No hablaba de ese tipo de juguetes mal pensada. ¿Que le hiciste a mi hermanita? Últimamente te has vuelto una depravada sexual- Habló con un falso tono de preocupación.

- ¿Sabes qué? Mejor vete sin mi y aprovecha de besuquearte en paz con medio instituto- Cerré la puerta en su cara y le puse seguro en caso de que quisiera vengarse.

Rápidamente caminé hasta uno de mis cajones para sacar un poco de ropa y buscar con desesperación hasta el fondo de este.

-Aquí estás seguro bebé- Dije con una sonrisa al ver aquel juguete. Era mi preciado cochecito que mamá me había regalado de pequeña.

Luego de dejarlo seguro y darme una ducha rápida me alisté y bajé a desayunar con mi linda y molestos familia. Como todas las mañanas comí entre algunas peleas con Alex y risas con mis padres, eso era pan de cada día.

- Llegó la hora de decir adiós- En cuanto estuve lista le di un beso en la mejilla a mamá y papá para luego salir rumbo al instituto junto a Alex.

••

-Adiós nerd- Alex se despidió con un movimiento de cabeza apenas llegamos a nuestro destino.

Era obvio que quería ir a besar chicas antes de que tocaran el timbre, de seguro las únicas personas que se habían salvado de ella eramos mis amigos y yo, gracias al cielo.

-Adiós, perra-Le mostré el dedo mayor y di un suspiro antes de poner un pie dentro del establecimiento.

Lentamente y mirando hacia todos lados caminé hasta mi casillero, una vez estando allí me puse delante de este para poder abrirlo, cuando me percaté del candado que lo aseguraba me saqué la mochila y busqué la llave por todos lados.

-¿Donde estas, maldita?- Pregunté por lo bajo- No me vayas a dejar en vergüenza el primer día... Yo y mi mala suerte-Susurré.

De pronto recordé que antes de salir de casa la había guardado en mi bolsillo, así que la saqué y finalmente pude abrirlo. Estaba muy concentrada en lo que hacía cuando escuché la voz de Alex a mis espaldas, sin embargo no me hablaba a mi, sino a su querida amiga.

Puedo jurar que sentí mis piernas fallando, incluso pensé fingir que estaba buscando algo dentro del casillero para no caer en la tentación de voltear a verla pero lamentablemente el desgraciado estaba totalmente vacío... ¡Mierda!.

Al no tener más opciones, tomé el celular y me quedé como estatua para que no me notara, le di como diez vueltas a mi galería completa, al desierto que tenía por WhatsApp y luego abrí Instagram, gran error, el perfil de la pelinegra estaba abierto allí y lo primero que vi fueron sus fotos tan lindas que tenía, ¿lo malo de esto? Se me cayó el celular con la pantalla hacia arriba y Alex lo vio. Luego de recoger el celular más rápido que Flash lo guardé y saqué un libro para fingir leer, dos minutos pasaron y ya no las escuché hablar más.