La mejor amiga de mi hermana • (AU Supercorp)

Capítulo 20 "Viaje"

Dos semanas después...

— No sé como le diré esto a mis padres— Me encontraba caminando de un lado a otro.

— Con palabras— Habló la ojiverde, dándole una mordida al pequeño cupcake que le había ofrecido mi madre— Mmm está delicioso.

— Es que le puse un toque de agua de calzón— Bromeé sin detenerme.

— Cof cof... ¡Kara!— Regañó.

— ¡Lena!— Respondí de la misma manera— Ash... Te juro que en cualquier momento se me escapa un pedo, de los puros nervios que tengo. ¿Ya te he dicho que se me escapan cuando estoy nerviosa?.

— Por eso siempre que me veías escuchaba sonidos raros— Se burló.

Justo en ese momento se abrió la puerta principal.

— ¡Hola holaa!— Escuchamos, era papá que llegaba del trabajo.

— ¡Papito lindo! Cada día más hermoso, ¿qué te hiciste? ¿Te cortaste el cabello? ¿Tal vez te salió una nueva cana? Porque esas se te ven maravillosas.

— No tengo dinero, así que no me pidas— Fue lo primero que dijo.

— Oh, no te preocupes, no es eso.

— ¿Entonces?— Colgó las llaves y se quitó el abrigo.

—Tengo que hablar contigo, bueno, ¡Tenemos!— Miré a Lena.

— ¡OH! Estabas aquí querida, no había notado tu presencia, es que como casi no hablas— Se encogió de hombros.

— Créeme papá, tal vez no sea buena hablando, pero con esa boca hace cosas mejores que hablar— Solté una risita.

Mi pobre novia se sonrojó a más no poder.

— En fin, como ya dije, queremos hablar contigo y con mamá.

—Así es, señor Danvers, suegrito, o... nunca se lo había preguntado pero ¿como prefiere que lo llame?— Se sentó un poco más derecha y tomó el control remoto para bajarle el volumen de la televisión.

— Ay Lena, nos conocemos hace años— Rodó los ojos— Solo dime Jeremiah, por favor.

— Como usted desee— Le dedicó una sonrisa.

— Bien. Por cierto, el estilo de hoy te queda maravilloso.

— Gracias, Jeremiah.

Vimos desaparecer a papá, de seguro para ir en busca de mi madre.

— ¡Uy! Que niña más bien portada— Reí y caminé hasta ella para sentarme a su lado— Si solo supieran las cosas que me dices al oído mientras lo hacemos.

— ¡Kara!— Escuché a mis espaldas.

— ¡Mamá!— Toqué mi pecho para dar a entender que me había asustado.

— No expongas a la pobre Lenita de esa manera... además todos sabemos que tu eres la pasiva, hija— Se burló.

— ¡No es verdad!— Regañé de brazos cruzados— Somos versátiles, ¿verdad, bebé?— Miré a Lena.

— Si, cariño, como tu digas— Me abrazó— No es verdad, señora Eliza— "Susurró".

— Ya lo sé— Respondió de la misma manera— Chicas, solo venía a decirles que la cena ya está casi lista, así que váyanse preparando.

— Uy, que bueno, porque estaba al borde del desmayo por el hambre— Sonreí.

— Siempre tan exagerada— Rodó los ojos—Eso lo heredaste de tu padre.