-Entonces eran dos?- pregunta Juliana conteniendo una risa e interrumpiendo mi sueño (como ella lo llama) por vigésima vez .
-Annie y Josh- repito sus nombres aun teniendo el recuerdo demasiado fresco de esos dos niños.
-Val, en verdad pienso que enloqueciste , como...completamente- suelta una pequeña risa, de esas que me encantan escuchar negando con su cabeza para despues terminar su café.
No digo nada durante un par de minutos y solo la observo; la forma en como sus manos sostienen la pequeña taza de café expreso, el segundo de la noche despues de dos americanos, sus delicadas manos con su manicura exquisita, su abrigo color arena que seguro le costo una buen parte de lo que gana. Sus dientes perfectamente blancos, su pequeña nariz y la forma tan graciosa en como la mueve cuando piensa en algo... y sus ojos
-Porque te quedaste entonces? si piensas que he enloquecido- pregunto despues y abre sus ojos como si la hubiera atrapado en alguna travesura.
-Bueno, nunca puedes decirle que no a una "Gran historia"-dice ella dejando la taza vacia sobre la mesa y despues mira su reloj de mano; justo 10 segundos despues suena su celular.
-Val... tengo que irme, me han conseguido otro vuelo y sale en 40 minutos-dice ella ahora evitando mi mirada y siento lo que tal vez ella sintio hace años cuando embarque hacia Londres, diciendo promesas que jamas climpliría.
-Lo siento- digo antes de que se levante y me mira nuevamente curiosa.
-Mira, no se si lo que tuve fue un sueño o en verdad estoy demente ya, pero lamento haberme ido y dejarte... sin decir nada, ni una llamada-
-Val como te dije antes, no necesito tus disculpas, ya he sanado y me alegra que nos volvieramos a poner en contacto. La invitacion a Paris sigue en pie cuando quieras- asiento dejando dinero sobre la mesa y levantandome junto con ella.
Salimos del pequeño restaurante sarcasticamente parisino y me acerco detras de ella hasta la linea de seguridad.
-Gracias, por quedarte y... espero que Paris te trate bien- me quedo parada un metro lejos de ella porque no tengo ni idea de como despedirme y tampoco quiero sobrepasar algun limite. Despues de todo, es la primera vez para ella que hablamos despues de tantos años.
Se acerca despacio y toma un mecho de mi cabello suelto colocandolo detras de mi oreja y yo espero que no note lo caliente que estan por la sorpresa.
-Ça va être comme si je n'étais jamais parti ... Cuidate Val-