Changkyun pensó que el último día del año lo pasaría junto a su novio, pero desde que se despertó todo lo que vio fueron cartas, luces y lo que parecía ser una inminente ruptura.
¿Realmente todo acabaría así?
Su último panqueque se había enfriado mientras él leía el papel una y otra vez. Estaba bastante enojado aunque no sabía si aquel sentimiento era correcto, quizá solo debía admitir que estaba preocupado sin motivo.
Jooheon nunca se había apartado de su lado en mitad de la noche sin decirle y cada vez que habían tenido una emergencia, lo hacían juntos. Pero Jooheon había cambiado el orden de las cosas radicalmente dejando una carta sobre su cama pidiendo que no se preocupara por él, aún cuando se había ido quizá en mitad de la noche y había dejado su celular en la mesa.
Nada tenía sentido.
¿Por qué saldría a esa hora? ¿Qué era tan urgente para irse de esa forma?
Suspiró mirando el reloj y después de meter un último bocado forzado a su boca, decidió que iba a dejarlo pasar de momento, pero apuntando mentalmente que debía reclamarle a Jooheon en cuanto lo viera.
Se fue a la habitación sin ánimos de nada y aún con la molestia latente en su pecho, pensó en que quizá debería mirar una típica película navideña de esas que lo aburrían en minutos para hacer la espera un poco más corta porque estar solo era aburrido, pero en cuanto se sentó en la cama acomodándose para por fin poner la película en su televisor, un sonido lo alertó.
El celular de Jooheon notificó un mensaje de WhatsApp de un número desconocido que decía: “Recoge la información, lo he dejado en el buzón para ser más discretos...”
Al leer aquello, sintió un escalofríos recorrerlo entero. No quería pensar mal de su novio, él había sido excelente en todo momento pero ese mensaje era demasiado extraño para ignorarlo así que si no se trataba de algo ilegal o raro, él podía verlo y no habría problema ¿verdad?.
Sé levantó de la cama con una repentina energía que no sabía que tenía y aunque no se había quitado el pijama, salió afuera importandole muy poco que los vecinos lo vieran. Estaba enfocado en el buzón que no tardó en abrir para encontrarse con otro papel.
“El tiempo contigo ha sido demasiado especial, eres alguien increíble. Te lo juro.
¿Puedes ir a nuestro lugar especial? Ese parque a dos horas de tu casa se ha convertido en mi mayor fuente de recuerdos a tu lado...
Llega a las 11 en el lugar de siempre. Te amo bebé.”
Así que... ¿Había alguien más?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
