29: Reiji, lo último que se pierde es la esperanza..

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Ai, despertó. Sus ojos estaban algo hinchados.
No había logrado dormir bien. También, era cierto que no se había esforzado por hacerlo.
Suspiro y se levanto. Tenia ganas de ir a comer.
Arreglo su cabello, y se cambio.
Se puso su vestimenta normal y, unas botas largas.
Camino hacia la puerta, notando como sus botas sonaban demasiado.
Abrió la puerta, y metió su mano en su bolsillo. Si, traía su cartera. Salio.
Se dirigió a la sala principal, para salir.
En ella, estaba cierto castaño. El veía su celular sin mucho interés.
—¡Oh, que lindo!—exclamó, al ver en su celular una foto de un plato decorado, haciendo una forma linda.—Podría intentarlo..Son fresas, mandarinas y uvas. Sí, se ve bien.—
Ai, se quedo quieto. ¿Que sería aquello?.
—Pero, mejor voy a comer. Mañana lo intentare..—susurro Reiji, ordenando lo que haría en voz alta. Apago su celular y se levanto del sillón donde estaba sentado, dio media vuelta para recoger su cartera y vio a Ai.—¡Oh, Ai-Ai!—exclamó—¿Quieres acompañarme a comer?—
Ai, dudo un poco. Pero, al ver que no sabia a que restaurante asistir, o a que puesto, asintió.
—¡Excelente!, ven, sigueme.—dijo Reiji, caminando a la puerta—¡Pasemos un buen día juntos!—exclamó, y salió.
Ai, lo siguió, sin mucho interés.
¿Pasar un buen día juntos?, eso no seria posible. Eso, debido a su falta de sueño.
Un camino largo y silencioso. Solo se lograba escuchar el caminar de ambos jóvenes. Bueno, de un joven y un hombre. Por que aunque Reiji fuera infantil, era mayor de edad.
Ai soltó una risita al imaginar eso.
—¿Uhm?, ¿De que te ríes, Ai-Ai?—preguntó Reiji, con calma.
—De nada..—contestó Ai, algo frío. Pero eso era por que intentaba ocultar su sonrisa estúpida por pensar tal cosa.
Reiji, siguió caminando.
Por su parte, aquel castaño tan infantil, también tenía sus problemas y pensamientos.
El había estado sintiendo un amor al joven Mikaze, que se hacia mas intenso al pasar de los días en el trabajo. Cuando empezaron con sus vacaciones, pensó que ese amor se esfumaría y no tendría que tomarle importancia. Pero no fue así.
Al final, se encontró a el mismo pensando una y otra vez en pasar tiempo con el joven.
Pero, no quería ser insistente.
Por ello, solo había estado conviviendo con el menor tres veces en casi un mes.
Pensó que sería buena idea invitarlo a ver una película, o a simplemente pasar el rato en el Máster Course. Pero, la idea de ir a comer se presentó, y por ello se realizó.
Decidió ir a una cafetería cercana, la cual vendía pasteles bastante buenos, y se le había antojado uno con aquel plato que vio.
—Hey, Ai-Ai—dijo Reiji, al llegar al lugar donde comerían.—Esta..Algo vacío, ¿No?—susurró, con sorpresa. Ese lugar siempre estaba lleno.
—A decir verdad, sí.—comentó Ai, igual de sorprendido.
—Bueno, como sea, vamos a sentarnos.—sugirió Reiji, caminando a una mesa oculta en un pequeño rincón.
Ai asintió y lo siguió. Agradecía que elegiría esa mesa, por que de esa forma podría quitarse su cubrebocas.
Se sentó, al mismo tiempo que Reiji se sentaba. Cada quien agarro el menu y vieron que podían comer.
Ai, eligió un pequeño trozo de pastel, sabor fresa, pues lo vio muy elegante y dulce. Le gustaban las cosas dulces, por alguna razón. De bebida, un frappe de fresa. Muy rosita todo.
Reiji, decidió un pastel de kiwi. Algo muy raro de ver, pero sabia bien. De bebida, un té verde. Le pondría bastante azúcar, no le gustaban las cosas amargas.
Una vez pidieron su comida, se les retiraron los menu's.
—Dime, Ai-Ai.—habló Reiji, captando la atención del joven—¿Que opinas del sitio?, ¿No es muy lindo?—dijo, con entusiasmo.
—Es solo una cafetería..—susurró Ai, pero, con una pequeña sonrisa, dijo—Pero, aún así, es cierto que es elegante. Me gusta la decoración y el ambiente.—
Reiji, sonrió. Sus comidas habían llegado.
El pastel de Ai, era bastante bueno. Tenia la leche suficiente como para que no estuviera muy liquido, ni muy seco. Las fresas estaban dulces y cubiertas por mermelada de la misma. Su frappe era bastante exquisito, pues no era muy empalagoso.
La comida de Reiji, era igual. Sabia bastante bien, y lo agrio del kiwi se hizo agridulce por la forma en que estaba combinado. Sabia muy bien.
Al terminar de comer, Reiji pago la cuenta, sin importarle cuantas veces Ai le dijo que el pagaría su parte.
Salieron de la cafetería, para ir de regreso al Máster Course.
—Reiji, deja que te de mi parte. Me parece injusto que tu pagues todo.—dijo Ai, buscando el dinero—¿Cuanto fue?—
—Ai-Ai, esta vez, invito yo.—dijo Reiji, negando el dinero.
—Reiji, ese dinero lo puedes usar en otra cosa. No tienes aue invitarme la comida—
—Ai, claro que tengo que invitarte. Tu presencia es suficiente para pagar la comida.—dijo, con una sonrisa.
—¿Eh?—dijo Ai, sin comprender aquello.
—Ai-Ai, tu eres muy importante para mi. Más que un amigo, te veo de otra forma. Aunque se que no soy correspondido, el tiempo contigo es mayor que cualquier cosa. Ai-Ai es como una bella obra de arte para Rei-chan.—se confesó, de alguna forma. El ya se había resignado a no ser correspondido por Ai.
—Nada dice que no pueda corresponderte...—dijo Ai, buscando palabras.—Quiero decir, aun no se bien que siento, pero nada evita que tenga más cariño por ti, o por otras personas..Quiero que, me esperes un poco más..—dijo, en un pequeño balbuceo.
—¿A que te refieres, Ai-Ai?—un pequeño brillo de esperanza se logró ver en los ojos grises del castaño.
—Me refiero a que..No se bien que siento, y quiero aclarar mis sentimientos. Así que, espera a que tenga una respuesta..Por favor..—suplico Ai, algo nervioso. No quería dar mas esperanzas de las debidas, por que su corazón robótico no se decidía.
—Esta bien. Rei-chan esperara a Ai-Ai cuanto tiempo sea necesario.—dijo Reiji, con una sonrisa sincera.
Ai, miró hacia abajo, y empezó a caminar, siendo seguido por Reiji.
Tranquilo Reiji, lo ultimo que se pierde es la esperanza.
| Nota |
Penúltimo capitulo protagonizado por: Camus.
Vayan pensando sus respuestas..Si no recibo ninguna, tendré que ir pidiendo opiniones y no se con quien terminara Ai..

«Deseo erróneo» [Ai Mikaze x Starish, Quartet Night]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora