«Deseo erróneo» [Ai Mikaze x Starish, Quartet Night]

18: ¿Un guion de película con otras intenciones (^•^↓)?

Un pequeño chico de cabellos rubios miraba el guión de una película, por que nuevamente grabaría una.
Entonces, miro a su senpai, quien se había ofrecido para ayudarlo a practicar.
Volteo y vio a un joven de pelos azulados, quien seria el narrador y a la vez, el compañero para esa película.
El rubio, ósea, Syo, dio un suspiro. Más que una película, sería presentada como una obra de teatro. ¿Por que?, por que así dice.
Y, Ai seria la damisela en apuros, por que todo cuento debe llevar una. Syo sería el apuesto príncipe, y Masato seria el príncipe de otro reino. Sí, una comedia romántica, o eso le habían dicho a Syo.
Entonces, Masato dio una señal para empezar a practicar, preparándose para hacer de extra, narrador, príncipe, y de villano. Pobre chico.
  Ustedes, queridos lectores, aprecien esta hermosa historia.
           |1, 2, 3..¡Empieza!|
En un pueblo muy lejano, había una apuesta jovencita de nombre Aikitsune. Ella siempre había soñado con conocer a su príncipe azul, pero eso no pasaría, o eso creía.
Por otra parte, un joven príncipe miraba desde la ventana de su castillo la ciudad, deseando ver otro ambiente. Quería viajar a un pueblo, para conocer otras costumbres.
—¡Príncipe Syokarou!—exclamó uno de los mayordomos del joven, llamando la atención de este—El príncipe Masarou viene de visita, quiere verlo—
—¿Masarou?, dile que venga a mi habitación —ordenó el príncipe Syokarou.
El mayordomo asintió, saliendo de la habitación.
Unos minutos después, llego el príncipe Masarou.
—¡Oh, Syokarou, hace tanto no te veía!—exclamó, fingiendo felicidad —Bueno, a eso no venia. Mira, mi padre dijo que iría a un pueblo, entonces, ya que tu deseo era ir a uno, he venido a invitarte. Dicen que por ahí hay jovencitas muy lindas—
                      |Corte|
Syo soltó una risa, al escuchar eso por parte de Masato.
—Syo, tomate el papel en serio.—habló Ai, regañando al rubio.
Masato, por su parte, intentaba no odiar al personaje que le había tocado.
   |1, 2, 3, ¡Sigamos!, por favor..|
—Masarou, agradezco la oferta, pero no pienso ir con alguien como tú —
—Oh, Syokarou, lo siento, pero no puedes negarte. Ya esta todo listo, vamos.—
Entonces, ambos príncipes se vieron en la necesidad de salir a fuera.
Llegaron a un carruaje, el cual los llevaría a un pueblo no tan conocido.
                    |¡Corte!|
Masato vio el guión, decidiendo que ahora era momento de que Ai hiciera su trabajo.
—Mikaze-senpai, ahora le toca a usted. Pero, primero, permitame tomar algo de agua, no es sencillo narrar algo y hacer de un personaje—dijo, usando una excusa. La verdad, es que no necesitaban practicar. Querían mostrarle algo a Ai. Sentimientos de amor.
Y, el guión servía bastante..
       |1,2,3 ¡Continuemos!|
Syokarou miraba con interés el cambio que había. Por el pueblo, habían casas no tan avanzadas, no había mucho transporte, y las vestimentas eran ligeras, sin cubrir bien el frío.
Al bajar, una muchacha de cabellos marrones los recibió.
—¿Ustedes son los príncipes, no?—dijo, sonriente. Al asentir los dos, la chica volvió a hablar—Entonces, permitanme llevarlos a- —fue interrumpida, por otra chica, esta vez de cabellos celestes.
—¡Kitsu!—exclamó, con frustración —¿Por que no estas ayudando?, ¡Mamá esta muy molesta!—
—¿En serio?..Aiki, debo mostrarle a ellos el pueblo..¿No podrías enseñárselos tu?—pidió, intentando imaginar como le explicaría a su madre.
—Esta bien, Kitsu.—susurro la chica, con desconfianza.
Masarou miro a la joven, preguntándose como es que era tan linda.
—Oh, bella dama, no se preocupe por nosotros, podemos investigar el pueblo por nuestra cuenta, si tiene cosas que hacer—habló Masarou, sonriendo.
La chica de cabellos celestes se sonrojo, mirando hacia abajo y volviendo su mirada a ambos jóvenes.
—No tiene por que preocuparse, puedo ir con ustedes. Evidentemente, necesito saber sus nombres primero, para poder dirigirme a ustedes de forma correcta—esta vez, la joven hablo. Estaba siendo lo mas formal que podía, pues su enseñanza no le llevaba tan fácil eso.
A lo lejos, Syokarou logro ver un cartel que decía: "Baile de encanto. ¡Todos están invitados, en el palacio!"...
      |Escritora, ¡Usa adelanto!|
—Oh, Masato, creo que lo mejor sera empezar por aquí —habló Syo, señalando una parte del guión.
Ai se acerco, para después asentir. Estaba de acuerdo.
—Esta bien, esta bien—dijo Masato, rodando los ojos. En esa parte era donde cada chico se confesaba, pero Syo era cobarde. Y, seguramente, Ai no quería estar en ese momento tan incomodo.
         |Sigamos..Cobardes..|
Aquellas emociones no eran fáciles, eran muy complicadas.
Aikitsune miraba con miedo el palacio. Por deseos de Masarou y Syokarou decidió asistir, pero habían jóvenes mas lindas, cosa que le causaba miedo.
—¡Aikitsun!—habló a lo lejos Masarou, llamando la atención de la dama—Ven, por aquí —.
La joven siguió al chico, sin temor.
Los ojos tan profundos del chico contenían magia, una magia especial.
—¿Aiki?, ¿Por que vas por allá?, Ven conmigo—hablo Syokarou, con la misma sonrisa que tenía Masarou.
Ambos chicos estaban sonriendo, casi sin vida.
Pero, Aikitsune logro ver. Logro ver aquello, aquello que alguien más no lograría ver.
Esos no eran los príncipes. Esos, solo eran títeres.
La chica paso de ellos, entrando a una hermosa habitación, en la cual, aquellos títeres no podían entrar .
Adentro, estaban los verdaderos príncipes.
Cada uno llevaba una rosa en la mano, estando cada uno en un sillón.
Aikitsune miró a los jóvenes.
—¿A quién eliges?—.
      |Ops, ¡Ya no hay historia!|
Masato y Syo miraron a Ai, quien no sabía que hacer.
Su guión...Estaba borrado en esa parte. No había mas.
—Yo..—comenzó a hablar. Tal vez debería elegir al chico mas conveniente para Aikitsune.—Elijo a..—entonces, un chico pelirrojo apareció, salvando el día.
—¡Ai-san!—habló, sin prestar atención a nada—¡Es hora de comer!, Ren hizo la cena—dijo, amablemente.
Masato gruño, mirando mal a Syo. Este, rió un poco. Sabía por que lo miraba mal. Pero no era su culpa, era culpa de su temor..
Y, unos segundos después, la mirada fue a Otoya.
El pelirrojo sonrió, nervioso.
Ni con Ai se les hace.
|Cosa de Yuki, sin símbolos por que no se que poner |
Hey, hola!.
Esta vez tarde mas, pero..¡No me ha ido muy bien!, incluso, diría que solo me va bien por las noches, por que hablo con mi personita especial, y no, no es Masato, jeje..
¡Peero!, eso no importa, pues ya traje el capitulo..Espero este bien escrito..
Ah, y, obviamente, ¡Gracias por leer!