«Deseo erróneo» [Ai Mikaze x Starish, Quartet Night]

21: Otoya, el lindo Otoya U//u//U

Al día siguiente, después de la pijamada, y de que Ai regañara a Reiji por que no dejo entrar al pobre Tokiya, el robot se encontraba en un restaurante con Otoya. Que cambio tan drástico, ¿No?.
Los pondré en escena, mostrando como Otoya invito a Ai y eso, de ahí, proseguiremos con la cita.
             |Tiempo antes|
—¡Ai-san!—llamó Otoya, al pequeño niño.
—¿Que sucede, Otoya?—preguntó el nombrado, dirigiendo su mirada al pelirrojo. Este estaba un poco sonrojado. Se veía tierno, muy tierno..
—B-bueno..—la voz de Otoya tembló un poco, pues estaba nervioso —Yo..Esto..Bueno, quería..Invitarlo a..A salir a..c-comer, ya sabe..Para fortalecer lazos entre. kouhai y senpai—sí, estaba muy nervioso.
Ai, enternecido por el nerviosismo de Oto-..Sí, el sintió ternura. Es el fin del mundo..No, de hecho no. En fin, el caso, es que acepto.
—¿En serio?—dijo Otoya, más feliz de lo normal. Que lindo—¡¡Muchas gracias!!—
                |Tiempo actual|
Ahora, Ai estaba un poco arrepentido. A veces se le olvidaba que había deseado algo erróneamente, pobrecito.
El restaurante era muy bonito, había que admitirlo. A diferencia de otras veces, el restaurante era uno familiar, por lo que el sonido de los niños alegres se hizo presente. También, se escuchaban las pláticas existentes. No era el mejor ambiente, pero era bonito.
Otoya había pedido un menú Winter, el cual consistía en un poco de comida que se podía comer fría, jaja. La bebida era chocolate caliente, con un hielito, para que el niño no se quemara.
En cambio, Ai pidió el menú Tradicional, el cual era Sushi con Ramen, y, la bebida era té de manzanilla.
—Oiga, Ai-san—habló Otoya, con sus mejillas rojas, a pesar de que hacia un poco de frío. Diciembre había empezado, y el frío había aparecido. Ri-mi-ta—Yo..Le quería preguntar algo. ¿Que diría usted, si algún amigo cercano se enamorara..Pues, de usted..?—susurro, sin saber explicarse. Ay, Otoya, disculpame, pero eres muy obvio.
Ai supo rápidamente las intenciones de aquella pregunta.
—No sabría muy bien. Quiero decir, si hablas de aceptar estar en un relación, depende de la persona. En cambio, si hablas si lo aceptaría o acabaría la amistad, yo..Realmente, creo que seguiría manteniendo una amistad con esa persona. Nadie elige de quien enamorarse, los sentimientos solo existen.—habló, intentando explicarse bien. Esos eran sus verdaderos sentimientos. Eso, era lo que el creía.
Un brillo en los ojos de Otoya apareció, y antes de que dijera algo, el mesero de la nada salió.
—Disculpen la tardanza, aquí tengo sus pedidos—dijo este, sonriente.
Ai se sintió salvado, por lo que una sonrisa se hizo presente.
Agradeció, y miro el rostro de su acompañante.
Este, solo sonrió.
No se sentía mal por no poder decir lo que quería, al contrario, se sentía más que feliz. Aun podría atrasar su confesión.
—Disfrute de la comida, Ai-san—susurro Otoya, y tomo un poco de su chocolate caliente. Delicioso.
        |Después de la comida|
Ai termino de comer, por lo que miro al otro chico. Este disfrutaba del chocolate. El hielo se había derretido, pero seguía tibio.
—Estuvo bastante rica la comida, gracias, Otoya—agradeció, con un rubor en sus mejillas. El té estaba caliente, así que ese calor se mantenía en su rostro.
Se veía adorable, muy adorable.
Otoya, sonrió, asintió, y tomo lo último que le quedaba a su chocolate. Llamó al mesero, y pago la cuenta.
Salieron, y, Ai, no estaba tan en ese mundo, pues estaba asombrado por lo que estaba afuera del restaurante, al igual que Otoya.
Un árbol navideño, bastante grande.
Las luces se venían de forma asombrosa, juntos a las decoraciones.
—Ai-san...—susurro, algo temeroso—Tengo..Algo que decirle..Pero..—se arrepintió, por lo que decidió improvisar—Vayamos a un lugar antes, por favor..—
Ai accedió, rogando sólo algo:
«“Por favor, que no sea aquello. Aun no estoy listo..”».
            |Un rato después|
Luego de que Otoya buscará un buen lugar para..Eso, y, lo encontrará, se sentó en una banca junto a Ai.
Ya estaba oscureciendo, pues no es que hayan salido especialmente temprano del Master Course.
—Realmente..No se como salga esto..—murmuró Otoya, llamando la atención del más pequeño—Tampoco, espero una respuesta rápidamente, así que mantendré mis expectativas altas, y, esperare haciendo como que nada paso, el tiempo que tardes..En darme una respuesta..—
Ai, ya lo venía venir.
Seguramente, Otoya se confesaría.
Ai no quería eso. No por que Otoya no le gustase..Es más, ni el mismo sabia que sentía. No sabia a quien amaba. No tenia ni una idea.
Por ello, quería evitar lo máximo posible que alguien se le confesará.
Quería evitar eso, por que no sabría que responder.
Gracias al cielo, Otoya haría como que nada hubiese sucedido.
Pero, en caso de que alguien más se confesará, ¿Que haría?.
No..No sabía como hacer todo..
El también estaba preocupado..
—Solo..Espere a que se vean las estrellas. Eso me lo facilitará..—dijo Otoya, algo nervioso. Ai, asintió.
Dios, era muy incómodo.
Por suerte para Ai, pronto se hicieron presentes, aquellos brillantes puntos blancos.
Era una vista linda. Muy linda.
Otoya se aclaró la garganta.
—Yo..Realmente, no se como hacer esto..—comenzó, viendo el cielo.—Ni siquiera se que piense usted. Y, no me quiero arriesgar..Pero, lo haré..—dió una pausa—Últimamente, cuando estoy con..contigo, siento mi corazón latir fuertemente. Me siento feliz, y, aunque casi ahora no tengo tanto tiempo libre, aprecio el poco tiempo que tengo contigo. Es difícil de explicar, pero...Yo..Yo creo que estoy enamorado de ti. Quisiera estar en una relación sentimental contigo. Evidentemente, como dije, no espero una respuesta rápida. Entiendo si..Si no me aceptas y..—
—No es que no te vaya a aceptar, es más, tal vez lo haría, si tuviera claros mis sentimientos. Otoya, eres importante, aunque casi no hablamos y eso..Pero, realmente, apreció todos tus sentimientos. Tal vez..Pueda aceptarte..Solo, quiero preguntarte algo—interrumpió y hablo, Ai, serio.
—¿Si?..—pregunto Otoya, con una pizca de esperanzas.
—¿Podrías esperarme?, yo..No se que siento. Quiero..Que sigamos siendo amigos, aun si no llego a aceptarte.—susurró Ai, con gentileza.
Otoya, asintió.
Al parecer, Otoya estaba bien con eso. Tenia esperanzas. Y, siempre iba a confiar en ellas.
El camino de regreso al Master Course, fue silencioso, incómodo.
|Nota|
Hola!
Bueno, este es el episodio con Otoya.
Vino un poco más rápido de lo normal, pero me inspiré.
Y, aquí viene lo que quería decir.
Otoya, aun tiene oportunidad.
Y, uh..
Como dije, en el penúltimo capítulo, quiero que tengan sus opciones.
Otoya, va a ser parte de esas opciones, ¿O no?.
En fin..Eso es todo, ¡Gracias por leer!.
|Fin de la nota.|