Extra: Final Alternativo.

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Ai, miraba su ventana. Ya era de noche..
Ese día tenia que confesarse. Y, ¡Quería hacerlo!.
No sabia como, pues desconocía del horario de aquel chico que se había robado su corazón.
Miro su celular, y buscó en sus contactos el nombre del chico.
Le envió un mensaje, diciendo donde podrían quedar .
Cuando se dio cuenta de lo que hizo, se puso nervioso.
—¿Y cual es mi plan?—susurró Ai, con sus mejillas color rojo.
Al recibir una respuesta, se puso aun más nervioso.
El chico que había robado su corazón, le comento que podía ir al Máster Course, sus amigos aun no llegaban.
Ai, suspiro.
Busco algo que poder dar.
No quería ir con las manos vacías. Aquel chico, por esperarlo el tiempo necesario, merecía algo más que un amor correspondido.
Sin embargo, Ai no sabia que dar.
Abrió su cajón, viendo una pequeña hoja color verde. Y, recordó en que escenario se había confesado el chico.
Se puso manos a la obra, e hizo un lindo árbol.
Cuando termino, lo decoro con esferas de color rojo. Como el cabello y ojos de su amado.
Sonrió tontamente, y se dirigió al Máster Course.
En todo el camino, iba pensando que debía hacer.
Como decir sus sentimientos. Tenia miedo. Miedo de que fuera una broma. Miedo de que el chico de cabellos rojizos solo hubiera mentido y no lo amara. Miedo de ser rechazado.
Ai, negó con la cabeza.
¡Otoya no era capaz de eso!.
El, lo había cautivado por su sonrisa brillante y llena de amor. Por su sinceridad y su torpeza. Por ser, como un ángel.
Ai, suspiró. Estaba pensando mucho las cosas.
Cuando se dio cuenta, ya estaba en la entrada del Máster Course.
Toco la puerta.
Entonces, un chico de cabellos rojizos apareció frente a el.
—¡Ai-san!, pase , pase—dijo el pelirrojo, con emoción.
Ai, se quedo sorprendido por la normalidad de aquella bienvenida.
—¿Que sucede?, ¿Por que necesitaba verme?—preguntó Otoya, sonriente.
Pero, a diferencia de lo que el chicos de pelos celestes pensaba, Otoya estaba más nervioso de lo normal.
Esperaba que la razón de aquel citado fuera para darle una respuesta. Y, esperaba que fuera una aceptación a sus sentimientos.
El, tenia esperanzas altas, debido a que Ai le había enviado aquel mensaje.
Esperaba que no todo fuera un pensamiento suyo.
No lo quería. ¡El quería ser aceptado!, por más egoísta que fuera.
Sus sentimientos eran muy fuertes, al grado de que, cuando veía alguna sonrisa de Ai, se sentía dichoso. Su corazón latía con fuerza, y sentía ganas de compartir esa sonrisa.
—Bueno..Primero que nada..Quería darte esto..—dijo Ai, entregándole un pequeño árbol navideño de papel.
—¡Muchas gracias, es muy lindo!..como usted..—susurro lo último, aceptando el regalo.
Ai, se sonrojo.
—Otoya, yo..—empezó a hablar, Ai—Se que..Tal vez te hice esperar mucho por una respuesta, ¿No?, lo siento por eso. Mis sentimientos eran muy confusos.—Ai, suspiró, con nerviosismo—Y, aunque no los he comprendido todos, se que puedo darte una respuesta con seguridad. Otoya, en verdad, yo..Llegué a tomarte mucho cariño. Estos días, ese cariño se intensificó. Tu sonrisa, acompañada de una linda risa por parte tuya..Me cautivaron. Considero, que eres el único que me ha hecho sentir cosas como el amor..—se confesó, Ai—Tu, eres una persona muy honesta y amable. Y, eso, es uno de los motivos por los que siento tales cosas hacia ti...A lo que quiero llegar, es..Otoya, te amo.—dijo, decidido y con un gran sonrojo.
Otoya, se quedo callado.
Ai empezaba a sentirse tenso.
—Ai-san..—escuchó la voz de Otoya. Estaba quebrada.
Ai, miro a Otoya, quedándose sorprendido al verlo con lágrimas en los ojos y con una sonrisa.
—¿Otoya?, ¿Estas bien?—preguntó Ai, sorprendido.
—Si, si, estoy muy bien..—habló Otoya, limpiando sus lágrimas—Solo, estoy muy feliz. ¡Espere tanto este día!—exclamó, abrazando al chico que tenía enfrente.—¡Gracias por corresponderme!—
—No, Otoya, gracias a ti por esperarme...—susurro Ai, aceptando el abrazo.
Otoya, separo un poco su cuerpo de Ai, para acercarse a su rostro.
—Ai-san..—murmuró Otoya, para después cerrar los ojos y darle un pequeño beso al chico. Un beso inexperto, pero lleno de dulzura.
Ai, correspondió, de la misma forma.
Al separarse, Otoya mantenía una sonrisa dulce.
—Ai-san..Lo amo. ¿Sería mi pareja?—preguntó.
—Otoya..Claro que si—susurro Ai, avergonzado.
Una vez más, Otoya abrazo a Ai. Sus lágrimas habían acabado. Ahora solo había una sonrisa que expresaba su felicidad.
Por fin..Por fin había obtenido una respuesta.
Y, había sido la que esperaba. Por fin podría pasar las escenas más acarameladas posibles.
Estaba feliz. Muy feliz...

«Deseo erróneo» [Ai Mikaze x Starish, Quartet Night]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora