Oh no

368 26 0
                                    

- Ah... Por Dios... Que bueno eres - dije relajada.

-¿Interrumpo algo? - preguntó Pauli al entrar.

- Nada - dije con cansancio.

Lauri estaba a mi lado masajeando mis pies. Pauli me sonrió en complicidad.

- Hablé con unos contactos, podría hacer una audición.

-¿Una audición?- dije extrañada.

- Normalmente piden fotografías de su cuerpo... Pero como es apresurado...

-¿Estás vendiendo a mi hombre?- dije mirando a Pauli.

- Lo llevaré a una agencia,pero vendremos solos.

- Es lo mejor - dije con cansancio - o me pondré celosa.

- No le hagas caso - dijo Pauli mientras Lauri le miraba.

Era cierto. No soportaba que otra mujer le mirara. Era mío. Y sin embargo no éramos nada.

Y yo estaba muy gorda.

- Ay no... Ahí vas de nuevo - dijo Pauli antes de abrazarme.

Lauri le miro con celos.

- Ninguno de los dos te dejará - dijo Pauli - y menos él...

- No soy la chica de antes...

- Para mi eres muy guapa - dijo Lauri.

- Estoy gorda - dije desanimada.

- Te robaré a tu chico - dijo Pauli.

- Bien, estaré bien. No saldré - dije viendo a Lauri y luego a Pauli.

Era cierto, últimamente no me gustaba salir. Era agotador.

Me enfoqué en pensar qué podía cenar. No tenía intensión de cocinar así que le mandé un mensaje a Pauli ya que ellos me dejaron hace unos minutos. No correría detrás de ambos.

Me metí a bañar tratando de relajarme. Esos kilos de más no se notaban con la ropa holgada,pero desnuda me veía muy gorda.

- Descuida,no tienes la culpa - le dije a mi pequeño.

Sentí una patada y sonreí. Me puse un camisón y ví la hora. Había pasado hora y media desde que se fueron. Verlo de pronto me asustó. Creí que era una visión o una alucinación mía,pero cuando lo sentí... El miedo se esfumó.

El timbre me saco de mis ideas locas. Abrí la puerta y me encontré con mi madre.

- Mamá...

-¿A quien más esperabas?¡Ah,ya sé... Al que te dejo así!

No dije nada. Nunca le dije su nombre,solo mencioné que fue un romance fugaz... Y el se fue a arreglar pendientes con su familia.

Todo era cierto. Pero no admitiría que era un vikingo viajero del tiempo.

- No te alimentas bien... - dijo mi madre empujándome.

- Pauli me cuida lo suficiente.

-¿Pauli cubre tus necesidades físicas?

-¡Mamá! Pauli es mi amigo. No soy una adicta al sexo.

- Alguien debe satisfacer tus... Ya sabes.

Le mire molesta.

- Puedo cuidarme sola.

- Si claro... Ni siquiera puedes mantener a un hombre cerca.

-¿Y qué me dices de Pauli?

- Tu amigo es... Dudoso.

Al final ella empezó a preparar la cena y me sentí mal porque los chicos traerian comida.

Entonces recordé que Lauri regreso. Eso me traería problemas.

- No debo comer tan pesado en las noches - me quejé.

- Solo das excusas.

- Es cierto. Yo... A veces tengo acidez por las noches.

- Prueba un poco,el resto lo guardas para mañana.

- Está bien.

Entonces escuché que Pauli llegó con Lauri, ambos reían.

Mi madre observó con rayos X a Lauri. ¡Oh por Dios,ese sentido que tienen las madres!

Ella lo sabía.

- Señora - dijo Pauli mientras la saludaba.

- Lauri Ylönen - se presentó mi vikingo.

-¿Quien es él?- me preguntó mi madre.

-¡Ah,comida casera! - gritó Pauli tratando de aligerar la confesión.

Lauri se acercó a mi sonriendo.

- Es mi madre - le dije a Lauri nerviosa.

Lauri se hincó y con una enorme sonrisa me entregó una cajita.

- Quiero desposarte - dijo Lauri- ¿Aceptarías unirte a mí?

- Yo...

- Maldición acepta - dijo mi madre -¿Qué hombre te pediría matrimonio embarazada?

- Uno que la ama - murmuró Pauli.

- Si. Pero es apresurado - dije riendo.

Lauri me besó la mano y después me puso el anillo.

-¡Que chico tan caballeroso!- dijo mi madre.

- No dirás lo mismo cuando sepas que es el padre - dije con cansancio.

Mi madre me miro sorprendida.

-¡Pero que buenos genes tiene el bebé!- dijo mi madre mientras se acercaba a Lauri.

¡Ay,no tragame tierra!

- Unos genes muy fuertes - dijo Pauli riendo.

Mi madre nos dejó cenando,alegando que tenía cosas qué hacer. Entonces Pauli no dejo de burlarse sobre lo que pasó.

-¡Basta! No dejará de llamar en toda la semana - dije enojada.

- Ahora si conoce al padre de tu bebé.

-¿Eso es malo?- preguntó Lauri.

- No. Pero ella estaba a punto de convencerse de que usé un donador anónimo.

-¿Se puede hacer eso?- preguntó Lauri confundido.

- A menos que tenga una noche loca con alcohol - dijo Pauli - si es lo que crees Lauri.

- Dudo que lo entienda - dije sin darle importancia.

- Te vió cara de hambrienta - dijo Pauli - nos quedó mucha comida.

- La mayoría ya la traía consigo - me quejé - así es ella.

-¿No te importa que mañana vaya a trabajar?- me preguntó Lauri.

- No,por supuesto que no.

- Descuida, en esa agencia casi no trabajan chicas - dijo Pauli.

-¿Lo llevaste dónde creo?

- No preguntes - dijo Pauli.

Lauri nos miro esperando otra explicación. Pero no le diría que la agencia dónde terminó un 60% de los que trabajan ahí son gays.

Al menos me hacía sentir más tranquila.

- Mañana tiene que ir por la mañana, puedo pasar a dejarlo,pero...

- Yo pasaré a recogerlo.

-¿Segura?

- Todavía puedo usar mi auto. Iré con precaución.

- Pero ten cuidado - dijo Pauli.

- Sí,hermano mayor - dije bromeando.



Vikingo hechizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora