Vida moderna

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Le sonreí mientras me alejaba de sus intenciones. Estaba cansada y probablemente sin ánimo de una sesión se salvaje sexo.

Fui a la cocina y calenté la comida que me trajo mi mamá.

- Te extrañé mucho - me dijo mientras me abrazaba.

- Yo también te extrañé. Pauli noto que me deprimí.

Le servi la comida y me senté con el a disfrutar.

- Me habría deprimido más de no ser porque me enteré del bebé.

- Soy un patán, debimos unirnos antes de que yo...

- No importa, es otra época,estamos bien.

- Quiero que me enseñes a conducir - dijo él - en caso de emergencia.

- Necesitas clases sobre cómo vivir en mi época.

- Pauli me está ayudando.

- Cuando estemos juntos yo te ayudaré.

- Me gusta vivir contigo.

- Soy una rara,te lo dije.

- Eso no importa.

- Mañana tengo cita con la doctora - le comenté - veré al bebé.

-¿Se puede hacer eso?

- Sí. Revisan sus órganos,su corazón... Puedo saber qué es.

- Que sea una niña,igual de linda que tú.

- No se que sea,eso ya lo decidiste tú en el momento de la concepción.

Me miró con cara de ¿Qué?

- Que Pauli te lo explique luego.

Al terminar la comida me ayudó a lavar los trastes.
Me sentí torpe y lenta con un bebé de cinco meses. El cansancio y el sueño me mataban lentamente.
Me puse ropa cómoda y me miré al espejo. Se notaba mi bebé,pero no mucho.
Sonreí distraída.

- Eres hermosa.

-¿No tienes miedo de ser padre?

- No. Tener hijos significa abundancia y fertilidad en mi cultura.

- Vas a ser celoso si es una niña.

- Si no lo fuera, me gustaría tener muchos hijos.

- No lo sé... Necesito tiempo para reponerme.

- Se cómo puedo ayudarte - dijo mientras me besaba el cuello.

Unos besos y unas caricias y me calentó con rapidez.
Lo jale y lo empuje a la cama.

Hice las cosas tan rápido que me sentí como una violadora.

Me sentía ansiosa por sentirlo dentro,por experimentar placer con él. Mis hormonas me estaban enloqueciendo.
Y que el tocara mis sensibles pechos me enloqueció un poco más.
El sexo me canso más de lo esperado. El quería más,pero yo me acomode (estar encima era de por sí cansado) a un lado y me quedé dormida mientras me besaba la piel.

Desperté en la mañana con una nota de él. Qué le llamara. Anotó su número y me metí a bañar.
Pensar en el desnudo, a mi merced no me ayudó nada. No pude evitar divagar con él.

Cuando fui a desayunar encontré a Pauli tomando café.

- Hola.

-¿A qué hora se fue?- dije pensando en él.

- Hace media hora. Dijo que alguien venía a recogerlo.

- No comentó nada.

-¿Ustedes están bien?

-¡Claro! Ayer tuvimos sexo... No hemos peleado.

- No deberías contarme eso - se quejó.

- Lo siento.

- Hoy puedo pasar a recogerlo. Saldré antes.

-¿A qué hora llegaste? No te escuché.

- Tarde, descuida, cene algo.

- Tengo cita con la doctora - comenté - dije que le llamaría antes de ir.

- Yo lo llevo,no te preocupes.

- Gracias Pauli.

Vikingo hechizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora