Y es...

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Mi vikingo Lauri estaba callado, observándome mientras me acomodaba en la camilla.
Me descubrí mi vientre algo prominente.

La doctora me puso gel y comenzó a poner un aparatito.

- Veamos a éste pequeño - dijo ella.

- El anterior ultrasonido no mostró nada anormal - dije para hacer plática.

- Bien... Por lo que puedo ver es una preciosa niña - dijo la doctora sonriendo.

- Oh...

Lauri se me acercó y le sonreí.
Me apretó la mano y después hizo la pregunta que me esperaba.

-¿Cómo puede saberlo?

- Este aparato nos muestra a detalle parte de su anatomía. Además... - dijo la doctora mientras se detenía.

Se quedó callada. Comenzó a asustarme,eso no era bueno.

-¿Pasa algo?- le pregunté.

- Resulta que hay algo extraño - dijo ella mientras revisaba a detalle.

-¿Es malo?- pregunté asustada.

- No... Oh,eso no lo había visto.

-¿Qué pasa?

- Son mellizos - dijo ella - acabo de encontrar al niño.

-¿Qué dijo?- preguntó Lauri.

- El niño se escondía detrás de su hermana. Felicidades,son un niño y una niña.

- Vaya... Eso sí que me sorprendió - dije mientras Lauri me abrazaba.

- Creo que la abuela querrá saber - dijo la doctora.

- Saldré por ella - dijo Lauri.

Dos bebés. Eso sí que no me lo esperaba. Demasiado sorprendente.

Mi mamá entró haciendo escándalo. Estaba tan feliz que no dejo de preguntar cuándo vería a sus nietos.

Diez minutos después salí aturdida por la voz de mi impaciente madre.

Lauri me sonrió y Pauli me abrazó.

- ¡Felicidades!

- Dos bebés - dije con cansancio - ¿Cómo vamos a atenderlos?

- Tendrás ayuda de sobra - dijo mi madre.

- Mamá... ¿Le dijiste a papá?

- No. Sabes que no hablo con él desde hace seis meses.

Lauri me miró esperando una explicación. No le dije nada. En realidad,mi padre no era mencionado en ningún momento. Pauli sabía porqué.
Mis padres estaban separados desde hace dos años, y apenas hace seis meses firmaron el divorcio.

- No le digas nada aún.

- Pero...

- Por favor.

Fuimos a comer algo,para celebrar que eran dos bebés,aunque no sería nada agradable para mí.

Me perdí en la plática de mi madre con los chicos,hasta que una voz me saco de mi ensoñación.

-¡Erandi!- grito mi padre.

Mi madre se silenció al instante.

¿Qué demonios hacía por estos rumbos?

Sentí la mirada de los cuatro sobre mí.

-¿Qué haces por aquí?

- Vine a ver a alguien - dijo con tranquilidad.

Me sentí incómoda,era notable mi embarazo.

-¿Quién es el padre?- me preguntó mientras miraba a los chicos.

Era normal que ignorara a mi madre.

-¿No te da igual si es Pauli?- dijo mi madre de pronto- ¡Nunca te preocupaste por tu hija!

- Mamá ...

- Estoy hablando con Erandi - dijo mi padre.

- Eso es algo que solo me incumbe a mí - dije molesta - y mi esposo.

Maldición. Las cosas estaban saliendo mal.

Me levanté y me alejé de él. Seguía molesta por la última vez que lo ví. Pauli se acercó a mí y miró feo a mi padre.

- Se que estás viviendo con Pauli.

-¿Entonces para que preguntas? ¡Déjame tranquila!

Comencé a caminar lo más rápido que pude,con Pauli detrás de mí.

Me detuve cuando sentí que estaba lejos. Fuera del centro comercial. Trate de serenarme.

-¿Estás bien? - preguntó Pauli.

- Si. Nunca pensé que lo encontraríamos aquí.

- Si que te ha investigado.

- Piensa que fui un error - dije mientras las lágrimas me salían lentamente.

- Estarás bien - dijo Pauli.

El teléfono de Pauli comenzó a sonar.

- Si,estamos afuera. Esta bien.

Lauri llegó unos minutos después.

- Vamos a casa - dijo Lauri.

- Iré por el auto - dijo Pauli.

-¿Dónde está mamá?

- Se fue a casa - dijo Lauri - estaba pálida por lo que le dijo.

-¿Qué le dijo?

- No lo sé. Se acercó a ella y le dijo algo en un susurro.

Me limpio las lágrimas.

-¿Quién es el que te hace llorar?

- Es mi padre.

- Me tomó por sorpresa, hasta que tú madre mencionó que él creia que Pauli era tu esposo.

- He pasado demasiado tiempo con Pauli. Era lógico para él.

- No lo es para mí. Soy yo quien te embarazo.

- Vamos a casa. No quiero hablar de él.

Cuando llegue a casa no me sorprendió ver a mi padre esperando por mi.

Pauli le ordenó que se fuera de su casa, mientras Lauri estaba a mi lado, apretando mi mano.

-¿Quién es él?- preguntó mi padre fulminando a Lauri.

- Te presento a Lauri,mi esposo.

- Tenemos que hablar - dijo mi padre serio - no puedes tener a ese bebé.

-¿Qué te pasa? No puedes venir y decirme qué hacer de mi vida.

-¡Eres muy joven para tener esa responsabilidad!

-¿Qué es lo que quieres de mí?- dije enojada.

- Eres la única que puede ayudar a tu hermano.

- Busca a otra persona. Porque no puedo deshacerme de mis hijos,los amo mucho y falta poco para que nazcan.

- Erandi...

- No voy a discutir, tengo seis meses. No es opcional.

- Por favor váyase - dijo Lauri mientras se interponía entre ambos.

-¿Cómo puedes ser así?

- Lo siento,pero mi padre dejo se ser mi figura paterna cuando lo ví con otra familia.

Pasé junto a él y escuché que peleaba con Lauri. No miré hacia atrás.
No entendía qué quería de mi,pero si eso implicaba no tener a mis hijos,primero moriría.
Moriría por ellos.

Vikingo hechizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora