Athan Smith
(flashback)
—Creo que deberíamos correr bajo ese otro arbol
—Aquí estamos bien Athan
—Tengo demasiado frío
—Me vale una mierda
—Porfavor James
—Te dije que no estúpido, vayamos al lugar que vayamos es lo mismo, todo es la misma mierda, y cambiarnos de árbol no hará diferencia. Acostumbrate a sufrir porque te tocará soportarlo por el resto de tu vida
—Desearía tener una bonita casa...
—Pues nos tocó vivir como ratas así que no te hagas ilusiones
—Yo... La lluvia... Tengo frío...
—¡Cállate maldita sea!
—Ojalá mamá estuviera aquí, a ella si le importaría
—Mamá también es una mierda, todo es una maldita mierda.
Unas potentes luces de un auto se hicieron visibles a lo lejos de la sola y despejada carretera mientras yo y James mi hermano mayor, estamos bajo un árbol protegiendonos de la fuerte lluvia que azotaba nuestros débiles cuerpos.
Un auto podría ser algo desapercibido para nosotros, en una carretera miles de autos transitan a diario, pero ninguno se detiene a plena madrugada frente a dos hermanos muriéndose de frío.
¿Sería alguien tan humano como para ayudarnos?
Debo admitir que ver a ese auto aparcarse frente a nosotros me provocó un tipo de felicidad, no quería otra de tantas noches iguales, donde el frío me debilita completamente, donde mi estómago gruñe por comida, donde mis pantalones se llenan de hormigas, donde tengo que fingir que estoy durmiendo mientras escucho a James llorar. Por tan sólo una noche no quería vivir como he vivido desde que nací.
Pero a veces soy demasiado iluso.
¿Quizá porque soy un niño? Lo entiendo, pero a pesar de serlo he vivido muchas cosas que otras personas no. Y he aprendido. Quizá a veces sólo sueño mientras mis ojos están parpadeando y pienso que alguien nos ayudaría, pienso que hay personas buenas, y tengo demasiadas esperanzas en ellas.
—¡Levántate Athan!
—James, ¿qué pasa?
—Nos harán algo, debemos correr— dice James en un susurro mientras me empuja detrás del árbol para poder camuflajearnos con la oscuridad.
—James, hay que confiar, pueden ser buenas personas, nunca nadie nos había puesto importancia, estamos tan empapados y con frío, deja que alguien se apiade de nosotros, verás que no es alguien malo hermano, confía en mí.
—Athan, no seas idiota, a nadie le ha importado todo esto, no podemos confiar en nadie, corre, no podemos confiarnos.
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Una Moneda Inolvidable
Teen FictionSi esa tarde en aquel cementerio nunca lo hubiese retado, probablemente nunca me hubiese dado cuenta de quién era ese chico, quizá nunca me hubiese enterado de todos los misterios, quizá nunca hubiese sabido la oscura verdad de quienes nunca sospech...