Capítulo 5

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¿Tendrás escapatoria?

Me sentía encerrada en una cárcel de libros, realmente no podía salir, aunque por dentro moría por irme corriendo, pero los besé, y esta es la paga de besar a dos sexis desconocidos en la biblioteca de tu preparatoria. Te llevó a las nubes, pero aterrisaste en una isla de cristales rotos, donde tienes que tener cuidado con que pisas. Y yo tenía que tener cuidado con que hacía porque quería salir viva de esa biblioteca.

Quise buscar espacio entre esos viejos estantes con libros para tener una buena visión y armar un plan de escape que me salvara la vida. Cuando tuve un buen ángulo, observé a la directora sentada en el escritorio con 5 libros, de los que parecía estar buscando algo dentro de ellos, hasta que lo encontró. Al parecer era una hoja la cual comenzó a leer y luego a escribir algo que supongo que era acerca de esa hoja.

Evalúe el lugar, y realmente no tenía escapatoria, la única salida estaba a la par del escritorio donde se encontraba la directora, y no había forma de salir de allí sin que me viera, y esperar que se fuera sería un problema, porque no era una cerrajera experta en abrir puertas bajo llave, y para salir de la preparatoria habían muchas puertas, así que quedarme encerrada no era una opción y claro que no lo consideraría como una.

Así que me esforcé en pensar algún plan que no sonara tan ilógico...

Podría fingir que hay fantasmas y ella saldría corriendo dándome la salida...

Podría buscar en YouTube musiquita de miedo que la haga cagarse...

Podría invocar a los marcianos para que se la lleven jsjs...

Definitivamente tengo que dejar de pensar tantas pendejadas cuando estoy en problemas serios, SERIOS.

Apoye mis brazos contra el estante y un libro cayó de arriba pero lo agarré con mis brazos antes que cayera y produjera algún sonido que me delatara.

¿Alguno de ustedes es alergico/a al polvo?. Porque yo sí.

El contacto con ese polvoso libro, me hizo mal. Empecé a sentir como mi nariz empezó a llenarse de cosquillas que bailaban por mis fosas nasales preparándose para un ruidoso estornudo, pero con todas las fuerzas del mundo, logré evitarlo antes que pasara alguna tragedia. Lo que no sabía era que no solo era un estornudo, porque en la vida de Megan Agea Johnson, nada sale bien, y cuando piensas que lo está, te viene una cagada que te demuestra que te has equivocado.

La vida de Megan es muy interesante..

sí que lo es...

Siempre la caga, por cierto.

Volví a sentir ese cosquilleo insoportable, que no pude sostener, realmente lo intenté, juro que lo intenté, pero no pude.

De forma inevitable inhale tanto aire y... —¡Aaaachuuuuuuuuuu!

Las luces se apagaron. No señores, no fui yo, ni tampoco la directora. Tras mi estornudo una oscuridad fulminó el lugar. Estaba cagada, mi estornudo fue tan claro, que no había que dudar que había alguien escondiéndose. En cualquier momento, ella podía encontrarme y estaría en graves problemas.

Pero, ¿y el apagón?, ¿Quién lo había causado?

Se escucharon los tacones de la directora resonar rápidamente contra el piso, sus pasos no estaban cerca, traté de verla, pero la oscuridad era tan espesa que apenas podía distinguir su silueta de la negrura en que nos encontrábamos. Escuché como ella trató de encender las luces, pero éstas no encendieron, entonces unos gritos salieron de su boca:

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