Capítulo 12

71 6 0
                                    

Silencio...

Un espeso e incómodo silencio abordaba la solitaria y tétrica biblioteca.

Un chico serio y sin emociones a percibir reposaba en el escritorio, perdido entre la infinidad de letras de un libro, mientras una chica común y curiosa lo observaba mientras él leía.

¿Cómo puede perderse tanto en un libro a tal punto que no siente el pesor de mi mirada?

—Deberías irte— me dice sin despegar la vista del libro que reposa sobre el escritorio.

Ok, retiro lo dicho, al parecer si sabía que lo estaba observando.

Ay Megan, claro que sabía que lo estabas acosando...

No lo estaba acosando.

Te quedaste babeada sin saber qué hacer cuando te enteraste de su presencia.

Pero no lo estaba acosando >:v

—No tienes que decirme que hacer, la biblioteca es un lugar público para estudiantes, no tienes derecho de sacarme de aquí, si no quieres sentir mi presencia aquí puedes irte tú— le contesté rápidamente apartando totalmente la mirada sobre él.

—Es mi turno de trabajo— se dedica a responder.

—¿Por qué quieres evitarme Athan?— me atrevo a preguntarle.

A pesar de que lo anterior fue incómodo, yo y él no somos nada, así que no tendría porque afectarle, por lo tanto no tendría que buscar la manera de evitarme.

—No me molesto en evitarte, simplemente te definiría como un fastidio, entiende eres fastidiosa y me estresas— dice simple.

Eso me tomó muy desprevenido.

¿Yo fastidiosa?

Sí querida, tú...

Cállate.

Con qué yo soy su fastidio eh... Creo que me están dando ganas de fastidiarlo de verdad, tal ves así su palabra toma verdadero sentido.

—Pues tú caes mal, viejo gruñón y aburrido— le trato de insultar mientras le doy una mirada fugaz que rápidamente choca con la de él que se despegó del libro tras escuchar mi insulto.

Pero rápidamente trato de evadir su mirada disimulando leer el prólogo de un libro que se encontraba frente a mí.

—Niña infantil, aburrida y sin argumentos— me debate y siento el pesor de su mirada retadora.

—Viejo panzón, feo y... — hice una pausa para observar algo en él que me permitiera darle un broche de oro a mi desquite — ... Y vampiro— terminé por decirle.

—Eres muy original— se burla tomando el libro de regreso y posando su mirada en las letras de el mismo —¿Vampiro?, ¿es enserio? te olvidas que los vampiros son muy sexis, por lo tanto con eso contradices todos tus intentos de desagrado hacia mí. En definitiva y encubiertamente me llamaste sexi y guapo.

—¿Te crees muy gracioso eh?, olvida lo de vampiro, eres un maldito payaso— le digo pasando una página más del libro que finjo leer.

—Un payaso asesino, ujum me agrada la idea— dice mientras deja salir una pequeña sonrisa que de reojo pude observar.

No sé si les dije pero esa sonrisa torcida tiene algo que me hace sentir extraña, su sonrisa por alguna estúpida razón me gusta.

—Pues no eres un asesino, así que solo serás un simple payaso— le aclaro mientras pasó otra página más del libro del cual realmente no he leído ni una sola palabra.

Una Moneda Inolvidable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora