De Pequeños Niños [SabiTan]-[GiyuTan]

•|Capítulo 2|•

Sabito miraba atentó como aquél sujeto que lo cuidaba atendía las heridas del joven que había llegado a su casa. Con sus grandes ojos lavandas podía ver como limpiaba su rostro y finalmente le colocaba un par de vendas con agilidad y tranquilidad al mismo tiempo.

-Muy bien, Supongo que solo quedará esperar a que despierte

Su tono melancólico. Sabito aún no entendía cómo Aquél sujetó lograba esconder sus emociones tras su rostro amable, era en si un hombre, uno el cuál no lloraba y era fuerte, tal y como su padre solía decirle.

«—Si eres un hombre. Aguanta el sufrimiento en silencio »

— ¡Estamos en casa!

Un gritó escandaloso se hizo sonar mientras la puerta principal era abierta. Un Rubio de ojos dorados entró feliz, acompañado de una bella joven de ojos rosados y un Sujetó un poco más alto, de cabellos negros. Sabito los observó, sin decir nada antes puesto qué su Sensei se había levantado para recibirlos alegré, no diría nada qué impidiera ver esa sonrisa qué amaba tanto en secretó.

—Me alegra qué volvieran a salvó, Zenitsu, Nezuko, Kaigaku

Los nombrados sonrieron, menos el de cabellos negros quién solo desvío la mirada portando un casi imperceptible sonrojó. Sabito, al ya estar hace bastante tiempo pudo notar esto sin problema alguno, sintiendo un amargo sabor en el paladar al verlo así con Su Sensei.

—Apresúrense, La cena se enfriara si no se apuran 

—Hummm, Entonces tendrás qué esperar a qué despierte

Mencionó Agatsuma, mientras devoraba un poco de arroz. Nezuko, hermana menor de Tanjiro, sólo sonrió.

—Oniichan es una persona muy amable

Sabito, quien se encontraba comiendo entre los mayores, solamente pudo pensar en toda la verdad qué Nezuko decía. De reojo levanto la mirada, observando a su Sensei sonreír mientras negaba sutilmente.

«—Sensei realmente es una persona amable»

Continuará