Kaigaku, era en sí, un Pilar qué no se llevaba bien con nadie. Ni con sus Compañeros Pilares, mucho menos con los cazadores, era en sí, una persona muy difícil de querer.
—K-Kaigaku
La voz del Pilar del Agua se escuchó ahogada, Casi desesperada por tomar un poco de aire. El de cabellos negros no pudo evitar observarlo, con su ceño fruncido y las mejillas sonrojadas.
—Me gustas
Volvió a repetir. Sus gruesas manos se posicionaron sobré las caderas del menor, sujetándolo con firmeza, casi enterrando sus uñas. Kamado volvió a gemir ante la fuerza dada, Muy a duras penas pudo mirarle de reojo y antes de que pudiera decir algo Un fuerte jadeo acaparó el ambiente. Kaigaku besaba su cuello, bajando hasta su clavícula, lamiendo descaradamente su manzana de Adán mientras que sus manos se escurrían por debajo de su ropa. Tanjiro no podía dejar de temblar, su cuerpo no estaba acostumbrado a ese tipo de tacto, mucho menos con ese tipo de fuerza.
—Me gustas mucho
Entonces un fuerte gemido se escuchó. Kaigaku había desabrochado su cinturón y había acariciado la punta de su miembro viril, el cual ya se encontraba bastante húmedo debido a la excitación qué portaba. Como pudo se abrazó a su cuello, casi al borde del llanto ante las sensaciones placenteras, y antes de poder hablar una leve incomodidad le invadió al sentir un dedo del mayor en su trasero.
—E-es...ah...E-espe-ra...Y-Yo...
Entonces un pequeño chillido se escuchó retumbar por todo el bosque. Los ojos rojizos del Kamado se llenaron de lágrimas y se derramaron por sus mejillas, Se sentía incómodo y hasta un poco doloroso.
—Pr-ometo— Mencionó el azabache, Casi gruñendo en su oído — Qué te sentirás bien
La espalda del menor chocaba con fuerza contra la corteza de aquél árbol. Sus labios se encontraban unidos a los del azabache, quién jugaba con su lengua mientras lo embestía con fuerza. Kaigaku había colocado sus piernas en, Prácticamente, sus hombros y arremetía con fuerza. Tanjiro se sentía desfallecer, Claro que primeramente sintió un agudo dolor cuándo El azabache se introdujo en su cuerpo, sin embargó Kaigaku golpeaba un lugar en su anatomía qué lo volvía loco.Su miembro se frotaba con el vientre del Pilar, Casi de manera gloriosa, Y No tardó mucho tiempo en venirse, manchando el vientre y pecho del azabache quién solo aceleró sus embestidas, Corriéndose en su interior luego se unos segundos.
El Pilar del Trueno se apoyó sobre el árbol, Llevándose consigo al Kamado, quién se recostaba en su hombro agitada mente. Ambos Varones regularizaron su respiración, sin notar en todo momento, al curioso muchacho qué los había estado observando varios momentos atrás.
Continuará
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De Pequeños Niños [SabiTan]-[GiyuTan]
Fanfiction«Eran tan pequeños, dulces e inocentes, ¿Entonces como terminaron así?» -------------------------------- 🌸 No se permiten Adaptaciónes sin Permiso previó. 🌸Portada Hecha por mi. 🌸Ninguna imagen y/o FanArt que se encuentra en este Fanfic Me perte...