EPÍLOGO "UN NUEVO HUMANO"

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Todo pareció volver a la normalidad en el paraíso, Arthur había luchado mucho con el estado de ánimo de Alfred, quien desde ese dia tenía un semblante distante, nunca parecía estar en el lugar que pisaba, a veces pensaba que su mente volaba tan lejos en busca de ese ser amado que perdió. No había nada que pudiera hacerlo sonreír, así que por lo menos le daban trabajos pequeños, desde cuidar a los animalitos de un bosque o vigilar que los humanos recién nacidos no sean asechados por entes.
 
Cierto dia solicito salir del paraíso para visitar un lugar que añoraba, con varias dudas Ludwig acepto finalmente dejarlo salir fuera de sus labores y del cielo, no sin antes suplicarle que se cuidara y que no hiciera alguna cosa que no debiese.
 
Alfred acepto, el ya arcángel pudo distinguir un poco de agradecimiento al aceptar esa petición, era algo que anhelaba y podía darle. El joven no dudo en salir volando rápidamente a la tierra, dirigiéndose a ese lugar donde había compartido los últimos días con su amor, ahora deseaba estar solo y poder revivir un poco de esos recuerdos para encontrar su propia paz, aquella que le había sido arrebatada.
 
Al llegar a aquel acantilado se sentó en la orilla de las rocas mirando el mar por debajo de sus pies, suspiró pesadamente mientras tomaba una hoja que había hallado en su costado, era increíble ver como todo parecía seguir su curso y nadie parecía notar que hacía falta él, solo el recuerdo que tenía su mente y su piel.
 
Repentinamente cayó entre sus piernas una enorme flor amarilla, era aquella llamada girasol, enseguida levantó la vista en busca de quien había la dejado caer.
 
-Sabía que algún dia vendrías aquí...-
 
El rubio tomo la flor con sus manos, la visualizo y la abrazo fuertemente a su pecho.
 
-Él te hubiera adornado siempre de varias de estas flores- menciono Gilbert.
 
-¿Tú crees?-
 
-Oh si, en verdad le gustaban-
 
Sonrió el ángel cabizbajo mientras se contenía para no llorar.
 
El demonio podía ver que Alfred aún estaba triste por ello y sinceramente él también estaba nostálgico -También lo echo de menos, pero supongo que tuvo lo que más anhelaba- se sentó a un costado del ángel evitando en todo momento en tocarle.
 
-¿Qué era lo que él más quería?-
 
-Dejar de existir...-
 
Alfred miró sorprendido al demonio, no se había puesto a pensar en ello, Iván siempre solía tener un semblante triste pero jamás se imaginó que realmente deseara aquello, quizás el tenerlo vivo hubiera sido egoísta de su parte. Se limpió las pocas lágrimas que empezaban a caer de sus mejillas.
 
-Yo aún lo amo, ¿por qué entonces no se llevó este amor?-
 
-La vida en si es extraña, ese sentimiento aún más, pues permanece después de la muerte- suspiró.
 
Por un momento ambos guardaron silencio.
 
-Jamás dejare de amarlo entonces...-
 
-Eso creo...- le sonrió un poco -Ahora que lo pienso, ya puedo comerte sabes...-
 
-¿Qué?..- puso una carita de preocupación al oír eso y se escondió rápido entre sus alas.
 
 Gilbert sacó de sus bolsillos una varita de madera, la cual empezó a usarla para picar despacio las enormes y bellas alas de ese ángel –Kesesese hahahahahahah!!!, no te escondas, sal de ahí- continuo picándole despacio –Oh Vamos, ¡no es cierto!, no te voy a comer- su risa se escuchaba como eco en el mar.
 
Lentamente Alfred bajo sus alas y dejo ver su cara, Gilber buscó esos ojos mientras moría de risa, era divertido y tierno molestarlo así.
 
-No te haría daño, se lo prometí a Iván, también me hizo prometerle algunas cosas más- suspiró –Pero en el paraíso, no creo que corras tanto peligro-
 
El ser de luz tomo una postura más relajada y perdió su atención al extenso mar –Desearía verlo otra vez y esta vez dar mi vida para cuidarlo y verlo feliz-
 
-Hablando de eso, hehehe, merodeando por la tierra, mientras buscaba algo rico que comer, me tope en un lugar llamado Rusia, al estar ahí me adentre a un lugar donde nacen los humanos, ahí vi nacer un nuevo humano, era pequeño, pero supongo que crecerá- miro al ángel con una sonrisa ladina –El bebé es tan blanco como la nieve, tiene una nariz que llama la atención, sus cabellos son cenizos que se pierden en su cabeza y sus ojos eran de un color violáceo que pedían a gritos sordos ser protegido-
 
El albino alzo las cejas juguetonamente hacia Alfred quien se había quedado sorprendido con la descripción de ese humano.
 
-¿Sabes cuál es su nombre?-  preguntó Gilbert.
 
-Iván…-
 
Asintió -¿Quieres ir a verlo?-
 
El demonio abrió su portal y se aventó por ese agujero, Alfred asintio muy emocionado  y le siguió por detrás.
 
 

 
//FIN … ahora sí, ¡FELIZ AÑO NUEVO¡, de ante mano agradecer la eterna espera de este fanfic, en verdad es algo que no dejare de agradecer, me da gusto leer y saber que hay gente en el mundo que adora a este par, este capítulo es un regalo para ustedes, tal vez el amor entre un demonio y un ángel no s epoda consumar, para le torpe ángel tiene la dicha de cuidar a un humano con las características de su amor (reencarnación), a todos los que siguieron esta historia les mando abrazos y besos, y Rusamelovers estén pendientes que tengo en puerta tres fanfics algo largos, espero no sean tan sad TwT…..(naaa no prometo mucho)…..¡Próspero Año Nuevo!//
 

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