Capítulo 4

257 34 2
                                    

Grindelwald

Grindelwald, hermano mayor de Voldemort; es el Dios del planeta KRULL. Los hermanos son conocidos en todo el universo, Grindelwald siempre fue idolatrado por todos, muchos lo aman y creen en su poder. Voldemort nunca soportó que su hermano recibiera tanto halagos e idolatrías, y que a él lo ignoraren, como si no existiera.

Con el tiempo Voldemort, solo quería invadir y destruir planetas, esto le daba poder y aumentaba su ego. Hasta que un día su hermano le puso un alto, no soportaba su actitud y lo encerró por mil años en unas de las habitaciones del gran castillo de fuego.

Mil años después Voldemort salio, estaba mas calmado y su hermano se sentía horgulloso de él, le dio confianza y puso a su hermano como su mano derecha, gobernando junto a él. Un tiempo después, Grindelwald desapareció y hasta el día de hoy no se sabe nada de él, su energía nadie la puede detectar.

Luego de que desapareciera y lo dieran por muerto, Voldemort fue declarado Rey y Dios del planeta KRULL, teniendo aun más poder del que tenia antes.

-necesito que vengan conmigo a mi planeta- dijo el anciano a Juliana y Valentina. Ella se miraron sorprendidas.

-¿y para qué?- preguntó val, confundida.

-tienen que prepararse, no puedo enviarlas así, tampoco quiero que vayan solas. Mandaré a alguien con ustedes- le dijo.

-pero tenemos que pedir permiso en el trabajo y yo tengo que buscar algunas cosas del laboratorio, que me servirán- dijo juls.

-no se preocupen por su trabajo, después de que todo esto acabe, ellos no se acordaran de los días que no fueron- les dijo el anciano.

–¿Entonces tendré vacaciones, sin que mi jefe se entere?– preguntó Juls, emocionada. Valentina la miró.

-¿y cómo buscaré el avión, para dirigirnos a la isla?- preguntó val.

-no lo van a necesitar, nosotros tenemos naves y pilotos que saben volar muy bien- respondió.

-pues, yo primero tengo que ir al laboratorio, creo que el equipo que tengo allá, ayudaría mucho- dijo Juls.

-esta bien. Pon tu mano en mi hombro y tú valentina, pon tu mano en el hombro de tu esposa- dijo, y las chicas lo miraron un poco asustadas._rápido que no tenemos todo el día_ les dijo, con voz fuerte. Ellas obedecieron. Toco el bastón tres veces en el piso y aparecieron en la oficina de juliana, quedando ellas sorprendidas.

-Wow! Voy a necesitar un bastón de esos para venir a trabajar, odio el tránsito- dijo juls de forma graciosa,y el anciano la miró con los ojos entrecerrados.

-ve rápido y busca eso que dices- le dijo. Juls se puso la mano en la frente haciendo una seña de soldado, mientras val reía negando con la cabeza, viendo las payasadas de su esposa.

-¿porqué en el bar, solo toco el bastón y nosotras no lo tocamos, y ahora tuvimos que hacerlo?- preguntó Val, curiosa, al ver que se transportaron de diferente manera.

-pues, porque no conocía exactamente donde estaba el trabajo de juliana y su oficina. En cambio si conozco perfectamente tu casa- le dijo,con una sonrisa de lado.

-listo ya tengo todo lo necesario, vamos- dijo juls acercándose a ellos. Val iba a decir algo al anciano, pero se quedó pensativa. -¿Como es qué conoce nuestra casa?  Se preguntó val mentalmente.

-bueno ahora sí, vamos- dijo el anciano dando tres toques con el bastón, sin ni siquiera avisar y en segundos ya estaban en el planeta "PANDORA"

-definitivamente, necesitó una cosa de esa- dijo Juls señalando el bastón del anciano.

El planeta PANDORA, era hermoso tenia mucha naturaleza, animales gigantes, los habitantes tenían el físico de los humanos, pero vestían diferentes y todos eran altos. Algunos tenían dibujo en la cara y el cuerpo tatuado, pero parecía natural como marca de nacimiento.

Juliana y Valentina caminaban con la boca abierta, viendo la belleza y cosas raras de ese lugar. A juls le encantaba lo que veía ya que era una cinética e investigadora, y ese lugar tan extraño la emocionaba muchísimo. Realmente era algo que nunca pensó que existiera, ni siquiera por la mente se le había cruzado la imagen de ese hermoso lugar.

-wow! Esto es increíble- dijo Juls, tocando una planta que brillaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-wow! Esto es increíble- dijo Juls, tocando una planta que brillaba.

-esa planta, se llama; "Tacul" y sirve para curar heridas y cualquier tipo de golpes.

-interesante- dijo val, también tocando la planta.

-vamos, les quiero presentar a quienes las van a acompañar a la isla- dijo el anciano.

-¿quienes?... ¿Osea que son varios?- preguntó Val, curiosa.

-no, sólo son dos que irán con ustedes- le respondió el anciano.

Llegaron a un lugar en donde habían hombres y mujeres entrenado con grandes espadas, todo el que veía al anciano bajaba la cabeza en señal de reverencia, así era como lo saludaban con respetó, por ser uno de los lideres.

-señor- un hombre fuerte, con muchos tatuajes y con una espada en la espalda, lo saludó inclinándose frente a él. El anciano también lo saludó.

-necesito que me traigas a todos los Pandorianos que creas que estén listos para una misión. Le ordeno el anciano al hombre, quien era el capitán que dirigía a los guerreros.

-si señor.

-espera, voy contigo- lo de tuvo el anciano para ir con él.

Juliana y Valentina, se quedaron esperando, ya habían pasado varios minutos desde que el anciano se fue con el hombre y aun no había llegado. Cuando ven al anciano con dos personas mas acercándose.

-por fin-  dijo juls, un poco irritada de tanto esperar.


-perdón por la demora queridas damas, aquí les traigo a quienes las van a acompañar a su misión. Juliana, Valentina les presento a Lexa y Clarke, ellas serán sus guías y protectoras-...

***††***


Las Llaves Perdidas Del AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora