Juliana y Valentina, son una pareja casada que viven una vida normal. Juliana es una Joven científica que trabaja para el Gobierno de los estados unidos, investigando los secretos de la naturaleza y su poder. Valentina es una militar de la Fuerza Aé...
Su pelo se formó rojo como las llamas profundas del fuego, su piel se puso mas blanca. Una capa roja la cubría, desbordaba un resplandor de fuego por su cuerpo, con sus manos podía dominar el fuego a su antojo.
Valentina ya estaba lista para enfrentar a Voldemort, juró encerrarlo en el abismo y que de ahí no pueda salir más.
-ya estas lista mi Vahilia, ya puedes ir por tu esposa y recuerda que aquí es que esta la clave de todo- le dijo, poniéndole una mano en el corazón.
-gracias, muchas gracias Madre. La verdad que, me siento muy diferente- le dijo haciendo reverencia.
-y lo eres, eres totalmente diferente mi niña- le sonrió.
La Diosa los acompañó hasta la salida, se despidieron y regresaron al planeta pandora.
-¿porqué estamos aquí? Tenemos que ir con Juliana- preguntó Valentina un poco irritada.
-tenemos que buscar armas- le dijo el anciano.
-yo ya tengo mi arma- le dijo sacando de su espalda una gran espada de fuego.
La Diosa le había dado una espada dorada prendida en llamas, mientras la agarraba con mas fuerzas, mas llamas salían.
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La Diosa la había preparado para todo, mental y físicamente. Valentina tenia mucho poder, pero aun asi tenia que cuidarse, Voldemort estaba en su mundo y él sabía como eran las cosas allí.
-tu estas armada, yo no. También tenemos que buscar las dos llaves. ¿Recuerdas el plan?- le dijo
-sí, ya se todo lo haremos- respondió.
Lexa y Clarke se acercaron a ellos para saber quien era esa mujer con la que Dumbledore estaba.
-que bueno que te recuperaste Clarke- le dijo val y ella quedó confundida.
-¿Valentina?- le preguntó, mientras la rodeaba mirándola de arriba a abajo. Estaba sorprendida.
-Vahilia, mi nombre es Vahilia- le dijo con voz fuerte._naaahh, si soy yo, Val_ le dijo y se rió fuerte al ver la cara que puso Clarke.
-¡Maldita! Me asustaste, pensé que eras una Diosas de esas que habitan en los volcanes- le dijo con una carcajada.
-mas o menos. Vahilia es mi nombre artístico, es como mi nombre de guerrera- le guiñó un ojo. A pesar de todo, Valentina no dejaba su buen humor. No podía ser seria esa cabrona.
Clarke y Lexa se reían. El anciano se fue negando con la cabeza, pensando; "están locas" y ellas rieron aun más al ver su reacción.
Valentina le contaba todo lo que vivió en el castillo de la Diosa del fuego, parecía una niña contando sus aventuras. Las chicas la miraban sorprendidas.
